Está claro que nadie escapa de las olas de calor, ni siquiera los animales. Un ejemplo de las altísimas temperaturas que sufren es el de un oso que, huyendo del calor, decidió colarse en una piscina privada situada en el estado de California para darse un buen chapuzón en el jacuzzi.
Los inquilinos llamaron asustados a la Policía, que ha pedido a los vecinos que dejen la comida y basura bajo llave para disuadir a estos animales.
La Policía de California se encontró el pasado viernes con un delincuente poco común: un oso sentado en una piscina con jacuzzi en una vivienda situada en el barrio residencial de la ciudad de Burbank.
El animal trepó por un muro y alcanzó la propiedad a través de un árbol detrás de la casa. Los agentes grabaron el video del plantígrado y creen que quizá buscaba alivio ante las altas temperaturas que han azotado el suroeste de EEUU este mes de julio.