El caso Émile: defienden que la familia del niño no pertenece a una secta pese a sus ideales ultraconservadores

16 días han pasado desde que se perdiese el rastro del pequeño Èmile y sus familiares no tienen ninguna noticia sobre su paradero. Una angustia y una tristeza que sus padres, abuelos y entorno más cercano no pueden evitar, ni ocultar. Durante estos más de quince días, la investigación no ha cesado y los agentes, voluntarios e investigadores tratan de saber qué ha ocurrido con este niño de solo 2 años desaparecido en la localidad francesa de Haut-Vernet, situada en Los Alpes franceses.

Durante este medio mes, las informaciones tampoco han cesado. Han sido muchos los medios de comunicación que han desvelado que la familia de Èmile vive en un entorno muy creyente y hermético del que poco se sabe o se conoce. Por eso, uno de los familiares del padre y del abuelo del niño ha querido salir en su defensa y desmentir cualquier bulo que pueda llevar a malas interpretaciones.

Bernard Antony, fundador de la organización tradicionalista Chrétienté Solidarité de la que forman parte el abuelo y el padre del niño, ha concedido unas palabras a los medios franceses en las que ha descrito a la familia de Èmile como un entorno feliz y normal. Lo primero que ha querido dejar claro el fundador de esta organización cristiana es que ningún miembro de la familia pertenece a ninguna secta.

En una conversación con la cadena de televisión 'BFMTV', Bernard Antony ha defendido a su congregación y a los padres y abuelos del niño. Preguntado sobre la devoción cristiana de la familia, el fundador de dicho movimiento ha querido zanjar cualquier rumor o información que vincule a la familia con una secta: "Son cristianos, punto. La Misa en latín es la Misa tradicional, la que da verdadero sentido a las palabras".

Enfadado por las informaciones que le vinculan con movimientos sectarios, el fundador ha querido zanjar cualquier tipo de rumor: "He leído y visto cosas asquerosas. ¿Cómo podemos llegar a tal grado de deshumanización?".

Hay que destacar que el movimiento cristiano tradicionalista denominado Chrétienté Solidarité destaca por sus impactantes ideales y por su extrema devoción cristiana. Este tipo de religión cercana al cristianismo se muestra en contra de cualquier totalitarismo islamista, "las inversiones antihumanas, el globalismo totalitario y todas las extremas izquierdas", según ellos mismos recogen.

Sin embargo, el fundador de dicho movimiento que defiende tales ideas asegura que, tanto el padre como el abuelo de Èmile, son personas amables, inteligentes y que aman a Dios.

Por otra parte, se ha podido conocer que el fiscal de Digne-les-Bains, Rémy Avon, ha decidido abrir una investigación judicial por la desaparición del pequeño. Hasta ahora “no hay ningún elemento concluyente que haya permitido orientar las investigaciones en una u otra dirección”, ha afirmado el fiscal. Se han procesado 1.400 reportes telefónicos, 1.600 líneas se limitaron en Vernet durante el fin de semana de la desaparición de Èmile. 

Tras la desaparición del niño se pidió colaboración de posibles testigos. Se han registrado casas y vehículos y se rastrearon 97 hectáreas de terreno, sin éxito.  También se guardan 560.000 fotografías de los peajes y se han ordenado análisis satelitales, así como investigar en la darknet, informa la cadena BFMTV. 

Se han hecho inspecciones policiales nocturnas para buscar rastros de sangre, se ha estudiado las huellas de animales como un lobo, un perro callejero y un buitre, sin resultados. Rémy Avon, el fiscal del caso Émile, insiste: "El misterio permanece y no tengo sospechas de una infracción".

Por eso, el fiscal de Digne-les-Bains ha decidido abrir una investigación judicial en busca de las causas de la desaparición del pequeño Émile y para ello contará con dos jueces –no uno, que es lo habitual- para coordinar la investigación. “Tomamos esta decisión debido a la complejidad de la investigación”, dijo el fiscal a 'Le Parisien', calificando la situación de “excepcional”.