Una pareja ha sido detenida y está acusada de abandono y maltrato a sus tres hijos en el asentamiento estadounidense de Arnoldsburg, situado en el estado de Virginia Occidental.
El caso se ha descubierto gracias a la valentía de una de las hijas del matrimonio, una pequeña de solo siete años que, completamente hambrienta y sedienta, decidió saltar por la ventana desde un segundo piso, escaparse de casa y pedir un poco de comida en una tienda cercana a su casa.
Todo ocurrió el pasado viernes 7 de julio. Sin embargo, ha sido ahora cuando la investigación se ha hecho pública. Al parecer, la pequeña llevaba encerrada en la casa sin poder salir, sin probar bocado y sin beber agua durante varios días. Hambrienta y sedienta, la pequeña de solo siete años decidió lanzarse desde la ventana de un segundo piso y andar descalza por las calles de la zona buscando un poco de comida que llevarse a la boca.
Fue entonces cuando encontró una pequeña tienda llamada Family Dollar. Al entrar, la menor se acercó a dos de las empleadas y les pidió comida ya que llevaba varios días sin alimentarse.
Una de las empleadas del local ha concedido una entrevista al medio de comunicación 'WSAZ' en la que ha contado lo sorprendida que quedó al ver la escena y a la niña entrar en su tienda descalza mientras agarraba un oso de peluche: "Caminó directamente hacia nosotros y dijo: 'Tengo hambre, mi mamá y mi papá ya no me quieren, ¿tienes algo que pueda comer?".
Sin pensárselo, las dos trabajadoras llevaron hasta la parte trasera de la tienda a la pequeña y le dieron agua, galletas, cereales, fruta, pizza y patatas fritas. Después, las mujeres llamaron a la Policía dando aviso de la situación.
Los agentes de la Policía no tardaron en llegar hasta el local comercial y preguntar a la pequeña qué hacía allí. Según el testimonio de la menor, llevaba dos días sin comer, sin beber agua y recibiendo los malos tratos verbales de su padre que le aseguraban que "no la querían".
"Fue muy triste, solo se la veía asustada, de verdad, solo queríamos asegurarnos de que se sintiera segura”, comenta al medio de comunicación estadounidense una de las dependientas que atendió y socorrió a la niña. Escuchando la versión de la pequeña, los agentes de la Policía se dirigieron a la casa familiar y encontraron a los otros dos hermanos de la niña y a sus progenitores.
Nada más entrar a la vivienda, los agentes se sorprendieron por el fuerte olor a marihuana que habían dentro. Sin saber que su hija se había escapado de casa, los dos padres quedaron detenidos y puestos a disposición judicial que ha impuesto sobre ellos prisión provisional con una fianza de 100.000 dólares.
Por su parte, los niños han sido trasladados hasta un centro de menores donde se recuperan de los malos tratos y el abandono recibido por parte de sus padres.