Mickey Mouse, el último obstáculo en la lucha contra los sin papeles en Reino Unido
El secretario de inmigración ordena borrar un mural con dibujos de Winnie the Pooh y Mickey Mouse de un centro de refugiados de niños para que no se sientan acogidos
Como reacción, algunos de los más prestigiosos artistas, caricaturistas e ilustradores británicos se unen para crear un libro ilustrado de bienvenida para los niños refugiados
Forma parte de la política del ejecutivo de crear un ambiente hostil para los miles de sin papeles que están entrando en país en barca desde Francia tras el Brexit
El inicio del conflicto fue la orden que dio el secretario de estado de inmigración británico, Robert Jenrick, de pintar sobre unos murales que había en el centro infantil de solicitantes de asilo de Tug Haven, en Dover. En los murales había unos dibujos de Mickey y Minnie Mouse, de Winnie the Pooh y de Baloo, el oso de ‘El libro de la selva’. En este centro hay centenares de niños separados de sus padres que han llegado mediante pequeñas embarcaciones (el equivalente de las pateras en España) de zonas de conflicto a través del Canal de la Mancha desde la costa francesa. Dover es la primera localidad en la costa inglesa. Jenrick consideraba que los murales eran demasiado acogedores para los niños que entraban por las frías paredes del centro y mandó borrarlos.
Esta decisión del Jenrick forma parte de la política del Gobierno de Sunak para dar la visión internacional de que el Reino Unido es un país hostil con los sin papeles. Forma parte de una serie de decisiones controvertidas y que rozan la ilegalidad para acabar con la entrada masiva de ilegales en embarcaciones que empezó con la implementación del Brexit, Antes del Brexit entraban 800 por año. El año pasado entraron 45.000.
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El motivo es que desde que se consumó la salida de la Unión Europea (UE), ha dejado de funcionar en el Reino Unido la convención de Dublín, que regulaba la deportación a los países de procedencia y las peticiones de asilo de todos los estados miembros UE. Esos acuerdos permitían, por ejemplo, trasladar a Francia a los inmigrantes indocumentados que llegaban al Reino Unido para que tramitaran desde allí sus solicitudes de asilo.
El barco de la isla de Portland
Una parte importante del electorado conservador está en contra de la inmigración y también el ala más dura del Partido Conservador. Los líderes del partido, pese a ser hijos de inmigrantes algunos de ellos, tratan de contentar a su partido y a sus electores con medidas populistas como esta borrar un mural con personajes infantiles de un frío centro de refugiados, el de Tug Haven, que ha sido cuestionado anteriormente en los medios por las malas condiciones de los medios.
Entre las medidas figuran enviar a los ilegales a Ruanda, país africano con el que el Gobierno alcanzó un acuerdo para enviar a los solicitantes de asilo. Incluso la ministra de Interior, Suella Braverman, llegó a viajar a Ruanda para mostrar las casas construidas para ellos. Los primeros vuelos fueron detenidos por los tribunales británicos e internacionales. El Supremo británico los ha declarado ilegales. Luego anunció el alquiler de un barco para meter a los ilegales en cerca de la isla de Portland, en el sur de Inglaterra, en la costa del Canal de la Mancha.
Se trata del Bibby Stokolm, un barco sin cubierta ni espacio para caminar, con capacidad para 500 personas que ya fue utilizado en Países Bajos para acoger a solicitantes de asilo allá por 2005 y fue muy criticado por las claustrofóbicas condiciones a las que estaban sometidos los inmigrantes. El barco es utilizado para hospedar a operarios que trabajan en perforaciones petroleras en alta mar. Amnistía Internacional ha pedido a Sunak que abandone la idea por considerar que no ofrece las condiciones humanas básicas para personas sometidas al trauma y estrés de haber tenido que huir de una guerra.
Campaña albanesa
También ha puesto en marcha una nueva campaña publicitaria destinada a disuadir a los ciudadanos albaneses de iniciar su viaje hacia Reino Unido. Los albaneses representan una tercera parte de todos los sin papeles que llegan y de todos los solicitantes de asilo. La campaña consiste en avisar que quienes intenten entrar de forma no oficial en Reino Unido serán detenidos y expulsados. Así quieren acabar con las mafias que les hacen entrar en el país.
Otras medidas que se plantea el Gobierno son declarar el estado de emergencia nacional para poder trasladar a los inmigrantes a bases militares. O colocar a todos los sin papeles que reclamen asilo en bases militares desmanteladas. También la ley que obligaba al Gobierno a enviar a terceros países como Ruanda que fue aprobada por la cámara baja y rechazada por la cámara alta y devuelta de nuevo a la cámara baja enmendada. Con esta ley pretendían enviar por a los inmigrantes a Ruanda, pero esta posibilidad está bloqueada en los tribunales.
En estos momentos hay 175.000 solicitantes de asilo en territorio británico. El proceso es lento y costoso y el Gobierno ha dado órdenes para acelerarlo. Uno de los principales problemas, según el Gobierno, es el coste de alojamiento. Ha trascendido que ese coste es de 4.900 euros mensuales por persona, o 1.500 millones de euros por año. Por ahora, se están en hoteles y pisos.
Tanto los partidos de la oposición como las principales organizaciones de refugiados y derechos humanos británicas reprochan al Gobierno conservador que ninguna de sus medidas drásticas ha servido para reducir la inmigración ilegal.
Villanos
Después de saber la decisión de Robert Jenrick de borrar los murales de Mickey Mouse y de Winnie the Pooh, una voluntaria de la organización benéfica para refugiados Care4Calais, expresó que “si Mickey Mouse es demasiado acogedor para los miembros del Gobierno, la pregunta es con qué lo reemplazarán para infligir más miedo a los niños traumatizados que buscan asilo: ¿Con Maléfica? ¿Con Úrsula (de La Sirenita)? ¿Tal vez incluso con la propia Cruella de Vil (de 101 Dálmatas)? Los verdaderos villanos en esta triste historia son Robert Jenrick y el resto de este grupo despiadado que se hace llamar ministros”.
Por su parte, el ilustrador y caricaturista británico Guy Venables, uno de los más conocidos del semanario satírico de referencia en el Reino Unido ‘Private Eye’, lidera un grupo integrado con algunos de los mejores dibujantes, humoristas gráficos e ilustradores para crear murales en centros de refugiados para niños con reacción a la decisión secretario de estado de Inmigración.
Junto con la organización benéfica Refugee Council, Venables pidió al ministerio de Interior permiso para acceder a los centros de refugiados donde se detiene a los niños mientras se procesa su solicitud de asilo, para llenar sus paredes con agradables mensajes de bienvenida. El ministerio les negó el permiso y han decidido crear un libro ilustrado de bienvenida para los niños refugiados.
“La decisión de Jenrick de censurar obras de arte para niños es una muestra desconcertante de crueldad asombrosa e inútil -dijo Venables, en declaraciones al diario ‘The Art Newspaper’-. “En respuesta, mi oferta es simple. Iremos al centro y haremos otro mural, uno enorme, un mural dibujado por algunos de los mejores dibujantes e ilustradores del país. Así Jenrick debería pensárselo dos veces antes de destrozar el trabajo de varios caricaturistas nacionales profesionales solo para negarle a un niño vulnerable algo divertido de ver”.