Detenido un hombre que podría ser al asesino en serie de Long Island que mató a 10 personas hace más de una década

  • El hombre detenido está relacionado con los asesinatos de al menos una decena de mujeres en Long Island

  • El individuo se encuentra ahora mismo bajo la custodia de la Policía del condado de Suffolk

  • Todo hace pensar que podría tratarse de un importante avance del llamado "caso del asesino en serie de Long Island"

La policía de Nueva York cree haber resulto el caso del asesino en serie de Long Island que entre 1996 y 2010 habría matado a 10 personas, la mayoría mujeres jóvenes, dejando sus cuerpos enterrados en varias zonas diferentes. Los agentes han detenido a un hombre relacionado con estos crímenes ocurridos en la isla de Long Island, en el sur del estado.

El individuo se encuentra ahora mismo bajo la custodia de la Policía del condado de Suffolk en lo que podría tratarse de un importante avance del llamado "caso del asesino en serie de Long Island", un año después de que la Policía decidiera publicar la llamada de auxilio de una de las víctimas, Shannan Gilbert, antes de que desapareciera en 2010.

El asesino en serie de Long Island y los cuerpos enterrados en Gilgo Beach

Entre diciembre de 2010 y abril de 2011, los cuerpos de ocho mujeres, un hombre vestido con ropa femenina y una niña de entre 18 y 24 meses fueron hallados en la zona de Gilgo Beach cuando las autoridades buscaban el cadáver de una prostituta desaparecida, Shannan Gilbert.

Gilbert, de 24 años y procedente del vecino estado de Nueva Jersey, ofrecía sus servicios en el portal de anuncios Craigslist y desapareció en mayo de 2010 tras visitar a un cliente.

Hasta que se identificaron los restos de Gilbert, en diciembre de 2011, las autoridades encontraron e identificaron en esa zona playera los cadáveres de otras cinco jóvenes prostitutas, la mayoría veinteañeras que también se anunciaban en Craigslist.

Los investigadores siempre pensaron que el responsable de las muertes podría ser un residente de Long Island que conocía bien la zona porque depositaba los cadáveres en lugares remotos.

Inicialmente, los investigadores pensaron que los crímenes eran obra de varios asesinos e incluso presentaron retratos robot de dos sospechosos, un hombre asiático y una mujer blanca, tras analizar pruebas como las joyas encontradas en dos de los cuerpos.

Estos asesinatos alarmaron a los residentes de Long Island y en las primeras etapas de las investigaciones se sumó el FBI para rastrear todo el terreno con perros y aviones, desde los que tomaron fotografías de alta resolución.