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La pequeña localidad Haut-Vernet se encuentra volcada en la búsqueda del pequeño Émile, el niño de dos años que desapareció el pasado sábado 8 de julio de casa de sus abuelos y del que todavía se desconoce su paradero. Han pasado ya cinco días y todavía no se tiene ninguna noticia de él. Según se ha podido conocer, a primera hora de esta mañana volverán a retomar las tareas de búsqueda suspendidas durante la noche.
Ahora, la Policía ha desvelado que el pequeño no se encontraba sólo con los abuelos. Al parecer, había más familiares en la casa días antes de la desaparición. Por eso, los agentes de la Policía mantienen todas las hipótesis abiertas. Investigan todos los vehículos y teléfonos móviles que pasaron por zona el día de la desaparición del menor.
En la localidad francesa, los vecinos se encuentran totalmente devastados. Ninguno se explica qué ha podido pasar para que este pequeño de solo dos años desapareciese del domicilio de sus abuelos sin que nadie se diese cuenta.
El propio alcalde de Haut-Vernet, François Balique, ha querido mostrar a los medios el dolor de los habitantes de la región francesa. Una localidad que ya fue sacudida por la tragedia hace ocho años cuando el avión de Germanwings se estrellase sobre los Alpes franceses.
"Es un drama total para el pueblo. En el 2015 se estrelló el avión del Germanwings. Ese dolor pasó y forma parte de la memoria. Estos dos días de búsqueda de Émile nos han vuelto a sumergir en la tragedia", concluía el alcalde del municipio francés.
En la tragedia de Germanwings murieron 150 personas, entre ellas los seis tripulantes y 51 de los fallecidos eran españoles que viajaban a bordo del Airbus A-320 que cubría la ruta Barcelona-Düsseldorf. El copiloto del avión siniestrado, Andrea Lubitz, afectado por una depresión y con una baja médica que no comunicó a la aerolínea, estrelló el avión en los Alpes para suicidarse.
El vuelo 4U9525 se estrelló contra una montaña de los Alpes franceses, cerca de la localidad de Haut-Vernet, a las 10:41 horas del 24 de marzo de 2015. Las víctimas procedían principalmente de Alemania y España. Entre ellas había 16 alumnos y dos profesores del instituto Joseph König de la localidad germana de Haltern. Volvían de un intercambio de estudiantes que habían realizado en España. Ocho años después de esta tragedia, los vecinos de Haut-Vernet vuelven a "sumergirse en la tragedia", como su propio alcalde indica, tras la desaparición de Émile.
Desde el pasado sábado 8 de julio, agentes de Policía, voluntarios, y vecinos de la localidad francesa no dejan de buscar a Émile. Las pesquisas realizadas incluyen el rastreo de la treintena de edificios que constituyen la población, ubicada en la región de Alpes-de-Haute-Provence (cercana a Niza), y el rastreo a fondo de una docena de vehículos y de una docena de hectáreas alrededor.
Los responsables de la búsqueda, desde el comienzo, no excluyen ninguna hipótesis, bien que el niño se marchara por su cuenta y se perdiera, o incluso un posible secuestro, pero por ahora no tienen indicios para pensar en un hecho delictivo.
En el caso de una desaparición por su cuenta, el propio fiscal Rémy se había manifestado pesimista sobre los pronósticos de encontrar al niño con vida dada su corta edad y las altas temperaturas. Haut-Vernet, situada a 1.200 metros de altura, es una comunidad donde viven apenas 25 personas y está rodeada de bosques y campos.