Han pasado cinco días y todavía no se tiene ninguna noticia de Émile, el pequeño de dos años que desapareció en un pueblo de los Alpes franceses el pasado sábado 8 de julio. A primera hora de esta mañana volverán a retomar las tareas de búsqueda suspendidas durante la noche.
Ahora, la Policía ha desvelado que el pequeño no se encontraba sólo con los abuelos. Al parecer, había más familiares en la casa días antes de la desaparición. Por eso, los agentes de la Policía mantienen todas las hipótesis abiertas. Investigan todos los vehículos y teléfonos móviles que pasaron por zona el día de la desaparición del menor.
Durante la tarde del miércoles 12 de junio, las autoridades francesas anunciaban la conclusión del dispositivo de rastreo a gran escala desplegado para encontrar a Émile, si bien la investigación judicial prosigue y aún habrá búsquedas en zonas concretas. La noticia fue anunciada por el fiscal Rémy Avon, que ya la víspera había explicado que a partir de este miércoles las pesquisas entrarían en una nueva fase, más centrada en el análisis de las pruebas recolectadas hasta ahora.
En un comunicado emitido, el fiscal confirmó que a partir de ahora los investigadores se emplearán sobre todo en el "análisis de la considerable cantidad de información y datos recopilados durante los últimos cuatro días", según reprodujo la cadena pública 'FranceInfo'.
Además, Rémy Avon ha confesado que "quizás, sin saberlo, hemos recogido una pista decisiva aún por analizar". Por eso, el fiscal ha anunciado "una segunda etapa" de la investigación que durará "más tiempo, de análisis" de las pistas recopiladas durante el rastreo del terreno.
Sin embargo, hay que destacar que, dado que las búsquedas sobre el terreno no aportaron nuevos datos, las autoridades solo cuentan con dos testimonios de vecinos de la pequeña localidad Haut-Vernet que, ya en el fin de semana, habían declarado haber visto de lejos al niño saliendo de la casa de su familia y caminando solo por una pequeña calle descendente.
Las pesquisas realizadas incluyen el rastreo de la treintena de edificios que constituyen la población, ubicada en la región de Alpes-de-Haute-Provence (cercana a Niza), y el rastreo a fondo de una docena de vehículos y de una docena de hectáreas alrededor.
Los responsables de la búsqueda, desde el comienzo, no excluyen ninguna hipótesis, bien que el niño se marchara por su cuenta y se perdiera, o incluso un posible secuestro, pero por ahora no tienen indicios para pensar en un hecho delictivo.
En el caso de una desaparición por su cuenta, el propio fiscal Rémy se había manifestado pesimista sobre los pronósticos de encontrar al niño con vida dada su corta edad y las altas temperaturas. Haut-Vernet, situada a 1.200 metros de altura, es una comunidad donde viven apenas 25 personas y está rodeada de bosques y campos.