El presidente de Francia, Emmanuel Macron, junto a su ministro de Interior ha respaldado la actuación de la Policía y bomberos durante una visita a un cuartel de la policía de París en medio de la ola de disturbios que sacude al país. La violencia y la rabia de los manifestantes por la muerte de un adolescente a manos de la Policía se ha ido calmando tras una semana de sobresaltos.
Macron ha mostrado así el apoyo del gobierno a las fuerzas de seguridad que hace unos días se quejaban de la falta de efectivos para enfrentar y mantener el orden durante las protestas callejeras en diferentes ciudades francesas.
Macron y Gérald Darmanin se desplazaron por sorpresa a un cuartel del distrito XVII en París, que alberga a varias compañías antidisturbios y otras unidades policiales. El presidente escuchó relatos de algunos agentes de distintos cuerpos, les agradeció el esfuerzo de la última semana y les resaltó su apoyo, indicaron fuentes del Elíseo citadas por medios locales.
El presidente galo además, este martes recibirá al centenar de alcaldes de las ciudades y barrios afectados por las revueltas callejeras, entre ellos el primer edil de L'Haÿ -les-Roses, que sufrió en su propia casa la violencia de los manifestantes.
La pasada noche, en Francia ha habido una caída de los incidentes violentos, según datos de las autoridades, que ven un decrecimiento de las revueltas, las más graves de los últimos años. Este lunes han sido detenidas unas 57 personas, una señal de que la situación en el país va camino de la normalidad.
El ministro de Interior, Gérald Darmanin, ha mantenido desplegados en las calles de Francia a los 45.000 efectivos, por precaución a pesar de que los datos oficiales confirman un retroceso de la violencia, del vandalismo y de los incendios hayan comenzado a disminuir significativamente.