Hegel Busching, el principal testigo del caso Madeleine McCan que denunció a Christian Brueckner como posible autor del secuestro de la pequeña, ha hablado por primera vez en una entrevista exclusiva en el que narra la última conversación que tuvo con el alemán.
El hombre ha narrado al medio Bild cómo conoció a Brueckner y cómo sospechó que estaba involucrado en el caso Madeleine.
Hegel conoció a Brueckner en Portugal. "Fue en el estacionamiento frente a un pub en Portugal. Mis amigos Micha y Manni me presentaron a Christian. Los había ayudado con una avería, pensé que eso era algo bueno", explica al medio. "Luego nos vimos más a menudo. Nunca sentí que nada estuviera mal con nada".
El testigo explica que poco después se enteró de que Brueckner entraba por los balcones de los hoteles y que poseía un juego de ganzúas con el que podía abrir cualquier puerta de seguridad sin ningún problema.
En el domicilio de Brueckner el testigo encontró una cámara de video, un montón de películas y un arma. En uno de los vídeos descubrió el lado oculto del alemán: "Se podía ver como alguien azotó a una mujer. Estaba atada, tirada en la cama, debía tener 70 u 80 años. Llevaba gafas de buceo pintadas y no podía ver", explica.
En otro vídeo se veía a una niña menor, de unos 14 años: "la ataron desnuda a una viga", narra. "Fue entonces cuando supe qué tipo de persona era Brückner", lamenta.
Busching volvió a ver a Brueckner tiempo después, cuando él estaba con otros amigos. Entonces, comenzaron a hablar sobre la situación en Portugal y surgió la desaparición de Maddie.
Helge le comentó lo raro que era el caso de Madeleine: "Es realmente extraño que desapareciera sin dejar rastro". Una reflexión que supuestamente contestó Brueckner con tres palabras espeluznantes: "Sí, no gritó". Además, el sospechoso habría indicado que no quería pisar tierras lusas porque había muchos agentes desplegados.