En el mundo de la medicina se pueden producir diagnósticos erróneos que provocan un retardo en el tratamiento de cualquier enfermedad que sufra un paciente. Un ejemplo es el que le pasó a Halle Pollard, una joven británica a la que los médicos diagnosticaron un embarazo y en realidad estaba enferma de cáncer de ovarios.

La joven de solo 19 años ha querido compartir su historia a través de una entrevista con le medio de comunicación británico 'Metro' en la que ha detallado cómo se enfrentó a esta enfermedad que, afortunadamente, ya ha superado.

Todo comenzó en enero de 2019 cuando Halle Pollard, una adolescente que por aquel entonces tenía 15 años y vivía en la localidad británica de Brighton, empezó a encontrarse verdaderamente mal. Los primeros síntomas que empezó a notar fueron dolores de cabeza, pérdida de kilos, fuertes dolores de espalda que le impedían estar sentada y de pie y dolor a la hora de orinar. Por eso, Halle Pollard decidió acudir al médico de cabecera.

Hasta en cuatro ocasiones distintas tuvo que presentarse esta adolescente en su médico de cabecera para recibir tratamiento. Viendo los síntomas que tenía, su doctor le diagnosticaba distintas dolencias como infecciones de orina o simples lumbalgias. Harta de seguir con dolores, Halle Pollard se acercó de urgencias junto a su madre hasta el hospital.

Allí, los médicos le realizaron un análisis de orina con el que descubrieron que, al parecer, estaba embarazada. Completamente segura de que ese resultado era un falso positivo, Halle Pollard juró y perjuró a su madre que era imposible que estuviese embarazada.

"Tenía miedo de lo que pensarían mis padres por si creerían a los médicos. Afortunadamente, mi madre me creyó todo el tiempo", confiesa la joven al medio de comunicación británico. Viendo lo convencida que estaba la adolescente, los médicos decidieron hacerle una ecografía con la que descubrieron que, como ella misma estaba diciendo, no estaba embarazada. En realidad, Halle Pollard tenía una masa en uno de sus ovarios.

"La cara de la enfermera cambió por completo cuando hizo la ecografía, pero no pudo decirnos nada", comenta la joven.

Una vez que los doctores analizaron las pruebas, la joven recibió el peor de los diagnósticos: tenía un cáncer de ovario que se le había extendido hasta el pulmón. Una vez que los doctores tenían el diagnostico seguro, Halle Pollard comenzó con su tratamiento de quimioterapia.

Tras superar los ciclos de quimio, la joven tuvo que pasar por quirófano para extirparle el ovario con la masa cancerígena. Afortunadamente, nueve meses después de recibir el diagnóstico Halle Pollard recibió el alta médica al haber superado este agresivo cáncer.

Ahora, la joven recuerda este duro período y agradece todo el cariño y el apoyo recibido por parte de su familia y amigos.