La humillación del 'zar' Putin: ¿peligra su liderazgo tras la rebelión de los mercenarios de Wagner?
La vulnerabilidad del todopoderoso mandatario ruso ha quedado expuesta tras el motín liderado por el jefe de los mercenarios del Grupo Wagner
Ante la deslealtad del Ejército, se especula con una depuración de altos mandos militares
La rebelión de los Wagner debilita a Putin pero no tendrá efectos inmediatos en el frente de Ucrania
¿Está amenazado el poder del presidente ruso? El zar Vladimir Putin lo es menos tras el motín del Grupo Wagner. ¿Quién podría imaginar que encajaría una revuelta y que su cabecilla sería "perdonado"? Después del levantamiento, el mandatario ruso prometió castigar a su líder, Yevgueni Prigozhin, por "traición". Pero la amenaza quedó ahí. Tras un acuerdo, el jefe de los mercenarios salió impune (al menos, de momento) por el mayor desafío que ha sufrido Putin desde que llegó al poder hace más de dos décadas. La vulnerabilidad del zar ha quedado expuesta. Su fragilidad es mayor de lo que se pensaba.
El Kremlin insiste en que el levantamiento, que duró 24 horas, no tendrá efectos en el desarrollo de la guerra de Ucrania. Y se esfuerza por ofrecer una imagen de normalidad en Rusia tras la gran humillación (una "puñalada en la espalda", según el propio Putin). Como si no hubiera pasado nada. Pero ha sucedido. Hasta qué punto y sus consecuencias son algunas de las preguntas; fisuras inimaginables hace poco más de un año y cuatro meses, antes de la invasión lanzada en territorio ucraniano.
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El motín ha dejado en evidencia las grietas del régimen y las grandes debilidades de la ofensiva rusa en Ucrania (más allá del enfrentamiento entre el Grupo Wagner y el Ministerio de Defensa ruso por la gestión de la guerra). El Ejército y los servicios secretos rusos (FSB) no fueron capaces de prever o de frenar la revuelta
"El mundo entero ha visto que Rusia está al borde de una grave crisis política. El golpe no tuvo éxito, pero los golpes tienen razones fundamentales detrás de ellos. Y si esas razones persisten, podría volver a ocurrir. Y podría tener éxito", escribía en Telegram el exdiputado ruso Serguéi Markov.
¿Putin amenazado? Deslealtades y purgas
Las deslealtades dentro del Ejército han quedado en evidencia. El motín ha agudizado la división entre las fuerzas militares. Algunos analistas consideran que para demostrar su fuerza, el presidente debe purgar al Ejército y el Kremlin de todos aquellos que mostraron deslealtad. Por un lado, esto podría tener consecuencias en el transcurso de la guerra; por otro, si Putin se demora en sus decisiones, esto podría envalentonar a los conspiradores, según The Economist.
En esa limpieza de altos mandos, ¿sacrificará al ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, el hombre que se ha convertido en diana de todas las críticas por el transcurso de la guerra? Durante mucho tiempo, Shoigu ha sido considerado como uno de los más firmes aliados de Putin, además de uno de sus pocos amigos.
Putin ejerce el poder impulsado la competencia entre fuerzas rivales en un complejo equilibrio. Pero, ahora esa unidad en torno a su figura parece amenazada. ¿Cuáles son los límites de las lealtades al presidente?
La respuesta del mandatario ruso
El acuerdo con el líder del Grupo Wagner, que aceptó exiliarse en Bielorrusia, supone un gran contraste con la fuerte represión que sufren habitualmente los disidentes y críticos, tanto con el Gobierno ruso como con la guerra de Ucrania.
El mandatario confirmó en un discurso difundido el lunes que pilotos del Ejército ruso murieron en enfrentamientos con las tropas de Wagner en el motín que se produjo el fin de semana y expresó su agradecimiento a todos aquellos que "se interpusieron en el camino de los rebeldes" y se mantuvieron fieles a "su deber, juramento y su pueblo", informa Reuters.
"Prigozhin ha demostrado que es posible capturar una ciudad de un millón de personas con impunidad, plantear demandas a los líderes del país, negarse a obedecer sus órdenes y montar marchas militares sobre Moscú mientras se mata soldados rusos en el camino", afirmaba a Associated Press Viktor Alksnis, un militar retirado. Una opinión compartida por muchos halcones rusos cada vez más críticos con la gestión de la guerra. "Rusia se ha acercado un paso más a su colapso final e irreparable", añadía el militar.
El ex ministro de desarrollo económico de Rusia, Andrei Nechaev, publicaba en redes sociales: "La ley ha perdido todo poder. Incluso los delitos graves no serán castigados debido a la conveniencia política. Por la mañana, puede que te declaren traidor. Por la noche, puedes ser perdonado". "El país está claramente en el umbral de un gran cambio", añadía, según la cadena BBC.
El lunes, el primer ministro ruso, Mikhail Mishustin, pedía la población que "se una detrás del presidente Putin" y aseguraba que las autoridades trabajan "armoniosamente" para garantizar la estabilidad del país.
De momento, las medidas de seguridad antiterroristas continúan en vigor en Moscú.
Ninguna figura hace le hace sombra
¿Moverá alguna ficha sobre el tablero interno ruso la rebelión de los mercenarios Wagner? Todo ello hay que enmarcarlo en el contexto de las elecciones presidenciales que se celebran el próximo año. El mandato de Putin concluye en 2024 y deberá someterse a las urnas.
Según los analistas, los grupos de élite rusos comienzan a pensar en esos comicios. Pero, hasta el momento, no ha emergido ninguna figura de autoridad capaz de hacer sombra al zar Putin.