Steven Jackson, un hombre de 66 años, se encontraba este pasado viernes por la mañana tomando un café sentado a las puertas de la casa que estaba construyendo en Groom Creek, dentro del parque nacional Prescott, en el estado de Arizona (EEUU), cuando de repente fue atacado por un enorme oso negro adulto. Otro ejemplar de dicha especie, recientemente, sorprendió a un hombre mientras leía en su porche en Carolina del Norte.
La víctima, que residía en Tucson, no se había percatado de que el animal lo estaba acechando desde hacía un tiempo, según recogen medios como 'Noticias Caracol'. Al ser alcanzado por el oso, Jackson comenzó a pedir ayuda hasta que su voz finalmente se apagó.
A pesar de que los vecinos intentaron alejar al animal, gritando y haciendo sonar el claxon de sus vehículos, el oso no soltó a su presa y lo arrastró unos cuantos metros por un terraplén. Con el fin de ayudar a Steven, un habitante disparó con su rifle al oso.
Jackson falleció en el acto y los oficiales encontraron muerto al animal cerca del lugar del suceso. Según medios locales especializados, este tipo de ataque no provocado, de un ejemplar de naturaleza depredadora, es poco común e inusual, y tan sólo se conoce otro similar ocurrido a finales de los años 80.
De acuerdo con el informe del Departamento de Caza y Pesca de Arizona, indica 'Univision', el lugar no parecía propicio para que se presentara un ataque de oso puesto que no había comida o acceso a agua en el sitio y nadie estaba cocinando, lo que podría haber atraído la atención del animal.
Las autoridades, aunque han advertido a las personas que suelen ir a acampar cerca de zonas boscosas que tomen las precauciones necesarias, apuntaron que no existe una amenaza para el resto de lugareños del condado de Yavapai.
La Policía Local llevará a cabo una investigación sobre la muerte de Jackson y las circunstancias en las que se produjo el ataque, para evitar que vuelva a ocurrir.