La mayoría republicana apoya a Trump pese a las acusaciones federales de la justicia estadounidense

La política de Estados Unidos vive momentos históricos. No es la primera vez que un presidente o expresidente tiene problemas judiciales, pero sí es la primera que un exmandatario se enfrenta a cargos federales, siendo además aspirante a gobernar el país en caso de ganar las primarias republicanas.

Donal Trump se enfrenta a 37 cargos por la presunta comisión de siete delitos federales por el mal manejo de los documentos clasificados que fueron hallados en su mansión de Mar-a-Lago. Lo hace poco después de haber perdido un juicio civil en Nueva York por difamación en un caso de violación, por el supuesto desvío de fondos para silenciar a una actriz porno que afirmó haber tenido un encuentro extramarital con él.

Fue el propio Trump quien reveló la acusación en su red social Truth Social el jueves por la noche. También dijo que fue citado para comparecer ante un tribunal en Miami el próximo martes, 13 de junio. Mal día para los supersticiosos.

El país está asistiendo a unos acontecimientos sin precedentes a un año y medio vista de las presidenciales, con una sociedad dividida entre los demócratas, que rechazan cualquier gobierno conservador y los republicanos, que quieren apartar al octogenario Biden del poder, poniendo en su lugar a alguno de los 11 candidatos a la nominación republicana conocidos hasta ahora. Pero en paralelo a esta circunstancia más evidente, se dan otros tres escenarios más particulares.

Por un lado, la propia fragmentación entre el electorado republicano, donde la contienda más caliente está entre Donald Trump y el gobernador de Florida. Ron DeSantis es el rival más molesto para Trump aunque según las encuestas, aún tiene que superar la ventaja de dos dígitos que le saca el magnate republicano. Hay camino por hacer, pero el que fuera hombre de confianza de Trump se ha convertido en un contrincante destacado, capaz de gobernar el país que muchos consideran que ha perdido grandes valores en manos del gobierno demócrata.

Si hubo un tiempo pasado en el que Trump tenía el voto de prácticamente toda la ciudadanía de derechas, entre la supuesta interferencia electoral, la supuesta instigación a sus seguidores para llevar a cabo el asalto al Capitolio el 6 de enero, las acusaciones de comportamientos inapropiados con mujeres incluyendo una resolución de culpabilidad, ahora la imputación por los documentos clasificados y otros asuntos más…. el desgaste del Trump más polémico ha hecho que muchos votantes empezaran hace tiempo a reconsiderar nuevos candidatos. El expresidente, "ya tuvo su momento, tuvo su oportunidad y me encantó" reflexiona para NIUS la votante republicana Noel Enmons, quien siempre ha votado al partido conservador. "Nuestra economía estaba bien con Trump pero no me gusta su forma de ser, puede ser muy pretencioso y a veces hace el ridículo y no hace caso a nadie, incluyendo a gente de su equipo y un señor así, no va a cambiar", dice la ciudadana estadounidense de 44 años, directora de negocios de cirugía en Miami quien votará en las primarias republicanas por el gobernador de Florida. "DeSantis tiene un perfil diferente, es más calmado, estudio en Harvard, fue soldado y es alguien que puede entender y aprender de otras personas, además de ser fuerte y joven", razona Enmons.

La segunda tiene que ver con el pensamiento de los republicanos acerca de las diferentes investigaciones sobre Trump. Y es que, a pesar de que el expresidente parece no salir de un proceso judicial para meterse en otro, la mayoría de los republicanos, en torno al 68% según varias encuestas, cierran filas junto a él y lo apoyan a pies juntillas bajo el argumento de que esta insólita situación política forma parte de una persecución y caza de brujas para que Trump no vuelva a dirigir desde el Despacho Oval.

"Para mí no hay otro igual. Otros políticos tienen intereses económicos, pero a Trump solo le interesa sacar el país adelante. Trump es un hombre que no tiene dobleces, va de frente, sin rodeos ni filtros. Mientras que Biden es político y da muchos rodeos para ocultar la verdad", explica a NIUS María Monje, de 70 años residente en Kendal (Miami). "A Trump lo acusan de todo, pero de Biden, con toda la corrupción que hay detrás de él y su hijo, eso lo están tapando para que no salga", señala Monje refiriéndose a los negocios de Hunter Biden en el extranjero con supuestos tintes corruptos y la discutida implicación de su padre.

El ambiente entre los electores del Partido Republicano está revuelto, especialmente desde que se anunció que Trump tendrá que comparecer ante un tribunal en Florida. En esencia, les parece incomprensible que el expresidente esté siendo acusado con cargos federales por apropiarse de documentación de alto secreto, cuando otros muchos presidentes anteriores han hecho lo mismo tras abandonar la Casa Blanca: Barack Obama, Richard Nixon, Ronald Reagan, George Bush y el propio Biden está actualmente pasando por este un proceso de investigación. Se trata de una práctica habitual y normalmente llegan a un acuerdo con el departamento de Justicia para devolverlos. Estos documentos forman parte de las famosas "Library", las bibliotecas de cada presidente de Estados Unidos que reúne en un mismo edificio - normalmente en su ciudad natal- documentos, fotografías y material importante de cada presidencia.

El presidente Biden fue "pillado" con documentos secretos y clasificados en varias de sus mansiones de cuando fue vicepresidente de Estados Unidos en tiempos de Barak Obama. La diferencia de trato en dos casos similares en el mismo periodo de tiempo tiene perpleja a la opinión pública estadounidense. En este sentido, los expertos en leyes argumentan que Trump se ha negado a colaborar con la justicia y ha mentido a las autoridades entregando documentación falsa. según el Departamento de Justicia y el FBI, mientras que Biden ha colaborado en todo momento. “Esta vez es diferente porque no quieren que Trump se haga con la nominación” considera Edmos, de 43 años. “Quieren invalidar a Trump a toda costa y da la impresión de que estamos viviendo en un país comunista. Me parece increíble”, señala la ciudadana estadounidense residente en Miami.

Los demócratas, a este respecto consideran que la estrategia de Trump de basa en la victimización. "Está todo estudiado, Trump juega todo el tiempo a atacar como su mejor defensa, tratando de deslegitimar a las fuerzas del orden y presentarse a sí mismo y a sus partidarios como víctimas", apunta Ivan Sánchez, profesor de primaria y demócrata en Homestead, Florida.

El tercer escenario tiene que ver con que la mayoría de los partidarios de Trump no están muy preocupados por su elegibilidad entre los votantes de las elecciones generales. "Trump ganará seguro a cualquier rival republicano porque él es único, la economía fue bien cuando él gobernaba, el país estaba orientado, y necesitamos un hombre como Trump para dirigir el país”, considera Arthur Miller, también republicano y asentado en Tampa, Florida.

Trump ha dicho alto y claro “soy inocente”, y asegura que lo demostrará “muy muy sólidamente” ante la Corte en los próximos días. En su defensa han salido figuras republicanas tan destacadas como la del presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, quien señaló a Biden de querer sacar a Trump de la carrera presidencial.

"Es inconcebible que un presidente procese al principal candidato que se opone a él. Joe Biden guardó documentos clasificados durante décadas”, escribió en Twitter. “Yo y todos los estadounidenses que creen en el estado de derecho, apoyamos al presidente Trump contra esta grave injusticia”, asegura McCarthy.

Apenas unas horas después del anuncio hecho por Trump, el congresista Marco Rubio también se pronunció: "No hay límite para lo que estas personas (demócratas) harán para proteger su poder y destruir a quienes lo amenazan, incluso si eso significa destrozar nuestro país y destrozar la fe pública en las instituciones que mantienen unida a nuestra república". En esa misma línea, el senador Rick Scott también acusó a Biden de "destrozar el sistema de justicia".

Incluso DeSantis, el rival más difícil de esquivar para Trump, prometió poner fin a lo que llamó sesgo político y “llevar la rendición de cuentas” al Departamento de Justicia si es elegido. “La militarización de la aplicación de la ley federal representa una amenaza mortal para una sociedad libre. Durante años hemos sido testigos de una aplicación desigual de la ley según la afiliación política”, tuiteó DeSantis.

Trump insiste en su inocencia y Biden niega cualquier manipulación de la justicia estadounidense. “Nunca, ni una sola vez, he sugerido al departamento de Justicia lo que debería hacer o no en relación con presentar cargos o no. Estoy siendo honesto”, manifestó a los periodistas desde la Casa Blanca. Lo cierto es que las acusaciones contra Trump no han desanimado a su base de seguidores. Los votantes republicanos siguen mostrando fiel lealtad, independientemente de la cantidad de polémicas que enfrente. A medida que la carrera de 2024 se intensifica, otros también tendrán que ir definiendo sus posiciones de cara a las primarias.

Tras la confirmación de que Trump comparecerá en Miami ante la Corte, alrededor de 50 personas se manifestaron pacíficamente frente al Tropical Park ondeando banderas republicanas para apoyar al expresidente y su trayectoria política. El ambiente es de calma y la expectación máxima, mientras la ciudad se prepara para vivir otro momento histórico.