¿Podrá Ron DeSantis ser el sucesor de Trump al frente de los republicanos?
El gobernador de Florida es considerado el mayor rival de Trump
En solo 24 horas desde su lanzamiento oficial, la campaña presidencial del gobernador recaudó 8.2 millones de dólares (7.4 millones de euros)
DeSantis ha transformado Florida en un estado que pretende convertir en referente para el país que él quiere gobernar
Mientras Donald Trump sigue ocupando los titulares de la prensa estadounidense en el marco de un juicio penal - se le acusa de retener supuestamente material clasificado después de haber dejado la presidencia e intentar obstruir los esfuerzos del gobierno para recuperarlos-, el Gobernador de Florida, Ron DeSantis anunció su candidatura a la presidencia con el entusiasmo de un político que viene pisando fuerte y se postula por primera vez a un cargo de semejante calibre.
DeSantis aún tiene mucho camino que recorrer para sacar ventaja a su rival principal en las primarias del Partido Republicano. Las encuestas posicionan a Trump como el candidato favorito con cerca de 30 puntos de diferencia por delante el que fuera su colega y amigo, Ron Desantis. Pero el último aspirante anunciado para ocupar la Casa Blanca está en pleno auge para seguir recaudando fondos y votantes que respalden su candidatura. En solo 24 horas desde su lanzamiento oficial, la campaña presidencial del gobernador reportó una recaudación de 8.2 millones de dólares (7,4 millones de euros), superando la alcanzada por Biden cuando en 2019 recaudó 6.3 millones de dólares (5,8 millones de euros) durante el primer día de campaña oficial en 2019 de cara a la contienda electoral en 2020.
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Derrotar a Trump en unas primarias presidenciales republicanas no será un reto fácil para DeSantis pero tiene muchas oportunidades de enderezar el barco. De hecho, para muchos es visto como “la peor pesadilla de Trump” o “el mayor rival de Trump” en su investidura como líder del partido; “un título” que de momento no se le ha asignado a ninguno de los políticos que ya han anunciado oficialmente su candidatura republicana a la elección presidencial 2024.
Horas después de entregar la documentación que oficializaba su candidatura, presentó un vídeo bajo el lema “Great American Come Back”, en el que utiliza como carta de representación, las leyes aprobadas durante su segundo mandado en el estado sureño, y donde logró el año pasado una mayoría aplastante con 1,5 millones de votos más que su rival, el demócrata Charlie Crist.
Florida, su aval y referente
“Florida es el estado con el crecimiento más rápido de la nación. Somos el número uno en control de la emigración, en formación de nuevas empresas, recientemente ocupó el puesto número uno en educación. Tenemos la tasa de delincuencia más baja en 50 años y uno de los impuestos y la deuda per cápita más bajos de EEUU”, expuso el gobernador en su discurso de descendencia italiana para abrir la puerta a la contienda republicana.
A los 44 años, DeSantis todavía es relativamente nuevo en la política estadounidense. Fue elegido por primera vez para la Cámara de Representantes en 2012 donde ganó su distrito de la zona metropolitana de Orlando y se convirtió en miembro fundador de la bancada derechista denominada Freedom Caucus en el Capitolio. Al igual que muchos conservadores del Congreso de ese entonces, impulsó cambios al programa Medicare y al Seguro Social, incluyendo una medida que elevó la edad de jubilación a 70 años. Después de ser legislador del Congreso durante tres periodos, DeSantis se lanzó en 2018 por el gobierno de Florida, apoyado el entonces presidente, Donald Trump. En aquel momento fue descrito como “el mejor aliado de Trump”.
DeSantis se mostró leal en algunas cuestiones especialmente polémicas del gobierno de Trump: criticó repetidas veces las investigaciones del fiscal Robert Mueller sobre la presunta interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016 en las que Trump fue elegido Trump.
Su salto al escenario nacional llegó durante la pandemia de la Covid-19, cuando promovió una reapertura rápida de los negocios y criticó con dureza las medidas sanitarias impuestas por el gobierno demócrata de Joe Biden.
El gobernador de Florida ha ganado muchos puntos al una de las economías de más rápida crecimiento del país y posicionada como la cuarta más grande de los Estados Unidos con un producto estatal bruto (GSP) de 1,4 billones de dólares a partir de 2022.
Oposición al movimiento “woke”
Desde que se convirtió en gobernador, ha abrazado numerosas batallas culturales en torno a la enseñanza, el racismo o la identidad de género. Unos asuntos que, sumados a un endurecimiento de las leyes de aborto y de inmigración, lo han convertido en una figura destacada para el electorado conservador.
DeSantis ha lanzado una guerra contra la cultura del "woke” en Florida. Ha prohibido los estudios afroamericanos en las escuelas secundarias del estado, al considerar que “carece de valor educativo”, y ha promulgado una serie de proyectos de ley como la llamada “Don´t Say Gay” (“No Digas Gay”), aprobada en 2022, que prohíbe las discusiones sobre orientación sexual e identidad de género en los colegios públicos en todos los grados. “Es mejor que hablen de matemáticas o de ciencia”, dijo el líder republicano.
En este mismo sentido, DeSantis se impuso a Disney cuando el gigante de la fantasía se opuso públicamente a la llamada prohibición de "No Digas Gay”. El gobernador tomó represalias al arrebatarle el control del distrito especial autónomo de Disney cerca de Orlando y asumir nuevos poderes que le permiten nombrar miembros de la junta de desarrollo que supervisa el parque temático. DeSantis propuso construir viviendas para personas de bajos ingresos en terrenos al lado de los parques temáticos y también promocionó la construcción de una prisión estatal en el área. Ahora tienen una cruzada judicial de demandas entre las dos partes que aún está en proceso y que se han convertido en una lucha de poderes.
Endurecimiento de leyes contra el aborto y la migración ilegal
DeSantis también garantiza que los abortos estén prohibidos en Florida a partir de la decimoquinta semana. Después de ese lapso, los abortos solo son posibles en casos excepcionales, como por ejemplo, si la vida de la madre corre peligro. La violación, en cambio, no se considera un caso excepcional. El aspirante a la Casa Blanca ha prometido "defender la dignidad de la vida humana y transformar Florida en un estado pro-familia".
Hace apenas unas semanas, el exabogado ha firmado una legislación que permite la pena de muerte contra violadores de menores y otra destinada a aumentar las penas por la venta de fentanilo, un opiáceo que está desencadenando una crisis de salud que afecta a todo el país y por la que están muriendo una media de 200 personas diarias por sobredosis. Para evitar el tráfico de drogas, ha anunciado que en caso de ganar las presidenciales, cerrará la frontera con México para combatir la crisis del fentanilo.
Las leyes contra la inmigración ilegal también se han endurecido como nunca en el "estado del sol", consideradas las más restrictivas de todo Estados Unidos. La nueva ley implica penas de hasta 15 años de cárcel contra quienes transporten migrantes indocumentados al estado de Florida. Y también podría enfrentar una sentencia de cinco años de prisión o una multa de $5000 si trasporta en un vehículo a alguien que ingresó de manera ilegal en el país. Las empresas privadas con más de 25 empleados deben utilizar un sistema federal que determine si una persona tiene permiso para trabajar legalmente en el país.
Esta primavera, el político republicano promulgó otra ley que permite que los residentes de Florida lleven un arma de fuego oculta sin necesidad de permiso.
La esperanza de muchos republicanos
Atendiendo a las políticas que el gobernador ha puesto en práctica, DeSantis se ha convertido en una figura destacada para el electorado más conservador que se ve desgastado de un Trump que acumula un reguero de casos en los tribunales y con el que comparten muchos principios, pero no sus excesos. DeSantis es también rechazado por otro lado por la izquierda como un extremista de derecha.
La considerada para muchos la nueva estrella emergente estadounidense republicana, ha transformado Florida en un estado que pretende mostrar como un referente del país que quiere gobernar.
"El coraje de ser libre: el Plan de la Florida para el renacimiento de Estados Unidos" es el nombre de su segundo libro publicado a finales de marzo. El mensaje con el que el recorre desde entonces los estados decisivos en las primarias para la candidatura presidencial republicana es sencillo: ningún gobernador estadounidense ha conseguido más para su estado que él.
Amante del béisbol desde joven, DeSantis se graduó con honores en la Universidad de Yale y en la Facultad de Derecho de Derecho Harvard. Al terminar sus estudios sirvió como abogado del Cuerpo de Abogados Generales en la Marina de Estados Unidos y fue desplegado como asesor legal de las fuerzas especiales en Irak y fiscal en la prisión de Guantánamo.
El futuro gobernador de Florida pronto se posicionó a la derecha del Partido Republicano. “Experimentar el izquierdismo desenfrenado en Yale me empujó hacia la derecha”, escribió el Gobernador de Florida en su libro "Los sueños de nuestros padres fundadores" (2011), donde relata que en aquellas aulas le quisieron hacer creer que “el comunismo era superior”. En diferentes ocasiones también ha dicho que está contra el “adoctrinamiento” de la ideología de izquierda.
DeSantis se presenta como un hombre religioso, católico, familiar, amante de su mujer Casey, una expresentadora de televisión convertida en su mejor asesora, con la que se casó en Disney y tiene tres hijos. En su vida privada no se han dado los escándalos, a diferencia de su contrincante Trump.
Su fiel compañera, ha jugado y seguirá jugando un papel influyente en su carrera política.
Trump Vs DeSantis
Si durante un tiempo le expresidente Trump calificó a DeSantis como un "joven líder brillante" considerándolo por un largo tiempo su hijo adoptivo político, la relación entre ambos dio un giro cuando el exmandatario vio en él a su propio contrincante y competidor.
Desde entonces, Trump se ha estado enfocado en socavar el atractivo político del gobernador de Florida y se ha referido a DeSantis como “RonSanctimonious”, “Meatball Ron” (“Albópndiga Ron”) y también “mojigato”, entre otros apodos despectivos.
DeSantis se ha mantenido al margen de los insultos de su ahora rival directo en las primarias del Partido Republicano. En una entrevista concedida a la Fox, dijo: “Puede llamarme como quiera, siempre y cuando también me llame ganador porque eso es lo que hemos podido hacer en Florida, es poner muchos puntos en el tablero y realmente llevar este estado al siguiente nivel”.
Para muchos estadounidenses, DeSantis encarna el cambio necesario para el Partido Republicano. "Tengo lo que se necesita para ser presidente y puedo vencer al presidente Biden”, asegura el político cuyo lema de campaña y grito de guerra de sus seguidores es "DeSantis 2024 - Make America Florida" (Haz América Florida).