¿Se verá afectado el futuro de Trump ante el fallo judicial como responsable de agresión sexual?
Las consecuencias que podría tener el fallo contra Trump en el caso civil por agresión sexual y difamación, disparan interrogantes y dudas sobre el impacto en su carrera a la presidencia
Al menos 26 mujeres han acusado al expresidente de conductas sexuales inapropiadas
Trump se tiene que enfrentar a otros procesos legales por vía penal que podrían dar un giro a sus aspiraciones políticas por volver a la Casa Blanca
Donald Trump ha vuelto a acaparar esta semana los titulares de los medios estadounidenses e internacionales -desde finales de febrero prácticamente ha estado en el auge político-, después de que un jurado federal de Nueva York compuesto por seis hombres y tres mujeres, lo declarara por unanimidad responsable de abuso sexual y difamación ante la demanda civil presentada por la escritora E. Jean Carroll.
Un veredicto sin precedentes alcanzado en menos de tres horas, que quedaría saldado legalmente con una indemnización de cinco millones de dólares (algo más de 4,5 millones de euros) para la víctima y que probablemente supone una victoria simbólica para otras muchas mujeres que anteriormente han denunciado sin éxito al exmandatario. En el juicio de Carroll, el presidente número 45 escapó de la responsabilidad por violación que pretendía la demandante.
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De acuerdo con la denuncia presentada, los hechos tuvieron lugar en unos grandes almacenes de Nueva York en 1996. Trump no solo los ha negado en todo momento, sino que asegura que ni siquiera conocía a la mujer, también columnista y periodista. Dos días después del finalizar el proceso judicial, tal y como advirtió el mismo martes tras conocerse el veredicto, Trump apeló el fallo sobre lo que considera “la mayor caza de brujas de todos los tiempos”, según dijo en su red social Truth.
El miércoles, en una entrevista a CNN retransmitida por televisión en directo, Trump insistió en que la acusación de Carroll era mentira. “Juro por mis hijos que no tengo ni idea de quién es esta mujer. Es una historia falsa, inventada”, dijo Trump, quien aprovechó para burlarse de ella llamándola “loca” en medio de aplausos y risas de un público formado principalmente por simpatizantes suyos. En su intervención, el republicano también tuvo oportunidad de reforzar su mensaje de robo de las elecciones en 2020, desencadenando en medios de comunicación y redes sociales una avalancha de críticas tanto para el exmandatario, como para el canal que le dio voz.
En la mayoría de los países democráticos, un político aspirante a la presidencia del gobierno vería seriamente afectada su proyección con un veredicto tan relevante como deplorable pero en Estados Unidos el caso de Donald Trump se sale del tiesto y en contra de lo que muchos puedan concebir, su carrera a la Casa Blanca aún guarda grandes esperanzas para una parte importante de su electorado. A priori, por este asunto, no parece haber consecuencias catastróficas para Trump.
Otros aspirantes a la presidencia se retiraron por menos
Y no será porque los estadounidenses se perfilen históricamente ajenos a los escándalos de sus políticos. Otros aspirantes han abandonado las carreras presidenciales por menos, como el republicano Hernan Cain, quien liderando las encuestas de su partido en 2011, se retiró por unas acusaciones no probadas sobre sus escarceos amorosos con una mujer durante 13 años y varias acusaciones de acoso sexual cuando era presidente de la Asociación Nacional de Restauración; o el senador demócrata Gary Hart, que aspiraba por segunda vez a la candidatura presidencial con bastantes posibilidades según las encuestas y tuvo que abandonar la carrera en 1988 tras conocerse que había pasado un fin de semana en Washington con la modelo Donna Rice, además de haber hecho un viaje en yate con ella. Los líos de faldas le costaron el puesto al ex alcalde de Washington, Marion Barry, acusado también de tráfico y posesión de cocaína. Y otro escándalo sexual dio al traste en 2008 con la prometedora carrera del gobernador de Nueva York, el demócrata Eliot Spitzer, presuntamente vinculado a una red de prostitución como las que combatía cuando era fiscal general del estado.
Joe Biden y Bill Clinton también fueron acusados de abuso y acoso sexual, respectivamente, aunque ninguno ha sido condenado. Biden sorteó la acusación de Tara Reade antes de llegar a la presidencia. Hasta entonces, otras mujeres lo habían acusado de tocamientos inapropiados, pero fue Reade -quien trabajó como parte de su equipo entre 1992 y 1993 cuando Biden era senador por el estado de Delaware-, la que describió la acusación en otros términos. Clinton por su parte, terminó siendo absuelto en el juicio político al que fue sometido por perjurio en el Senado, al haber negado su relación con la becaria Mónica Lewinsky. La joven aportó como prueba una muestra de ADN del semen del entonces presidente, en un vestido.
Al menos 26 mujeres han acusado al expresidente de comportamiento sexual inapropiado
No obstante, el Partido Republicano que una vez acusó a un presidente por una aventura con una becaria, ya no considera que las malas acciones morales sean tan descalificantes. Esto se comprobó hace siete años, cuando Trump fue elegido presidente en 2016 un mes después de la aparición de las cintas de “Access Hollywood” en las que Trump en términos soeces y machistas, se jactaba de las mujeres. “Cuando eres una estrella, ellas te dejan hacer cualquier cosa (…) Agárralas por el coño. Puedes hacer lo que quieras”, se escuchaba decir al 45 presidente de Estados Unidos en la grabación de 2005.
Esa misma cinta volvió a reproducirse hace unos días en el juicio de Carroll cuando la acusación proyectó fragmentos del vídeo. Para el jurado federal que estaba en la sala no pasó desapercibido dado el resultado de su veredicto, pero está por ver si en la calle, entre los votantes estadounidenses, tendrá consecuencias mayores.
Cabe recordar que cuando la grabación vio la luz públicamente por primera vez, en ese momento muchos republicanos atacaron a Trump por sus necias sus palabras, pero en las elecciones de 2020 que Trump perdió contra Biden, a pesar de que al menos 26 mujeres lo habían acusado de agresión sexual o tocamientos o conducta sexual inapropiada, la participación del voto femenino aumentó, con la mayoría de mujeres blancas apoyándolo.
Críticas de poco alcance que no merman las bases del aspirante republicano
Mucho se ha especulado en los días previos al juicio de Carroll sobre si un veredicto en contra del acusado le traería consecuencias significativas en su carrera política y de cara a las presidenciales. Sin embargo, una vez despejada la incógnita del dictamen, las primeras reacciones no parecen hacer tambalear los cimientos de su proyección. Aún así, ha habido algunas reacciones públicas de detractores y defensores del magnate republicano.
El presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, una poderosa influencia en su estrecha mayoría en la cámara baja, eludió comentar el veredicto aunque respaldó al expresidente recordando que este “había negado haber actuado mal”. Tommy Tuberville, senador principal de Alabama, dijo que la decisión del jurado le hizo querer votar por Trump "dos veces". El republicano Rick Scott reiteró las negativas de Trump. “Dijo que no lo hizo”, señaló el senador de Florida. Cuando se le presionó sobre su apoyo a Trump, Scott agregó: “No conozco los hechos. También es un jurado de Nueva York”. Otros senadores pusieron en duda la legitimidad del fallo manteniéndose en la misma línea con un argumento territorial. “Cuando se trata de Donald Trump, el sistema legal de Nueva York está fuera de control”, dijo Lindsey Graham, firme partidario del exmandatario. El senador Marco Rubio dijo a los periodistas: “Ese jurado es una broma. Todo el caso es una broma”.
El jefe de la minoría del Senado, John Thune, el republicano número 2 de la Cámara Alta, expuso que no cree que el veredicto afecte a la base de Trump, pero puede influir en algunos votantes indecisos que son críticos para una elección general. "Creo que hay un efecto acumulativo en el drama constante y el caos que siempre parece rodearle. Pero, como he dicho, eso no parece afectar a sus partidarios más acérrimos", argumentó el republicano de Dakota del Sur. El representante de Florida, Matt Gaetz, uno de sus partidarios más acérrimos en el Congreso, expuso que no creía que el veredicto "vaya a cambiar mucho las cosas”.
Detractores republicanos firmes
Aunque algunos partidarios de Trump dan la cara por él, otros republicanos exponen sus dudas al respecto. Sin dramatizar los posibles efectos secundarios, Kevin Cramen, senador de Dakota del Norte, sí expresó cierta preocupación por los acontecimientos del martes. "Eso y varias otras cosas me hacen dudar que sea el mejor candidato para el partido", dijo.
Más radical se mostró el exgobernador de Arkansas Asa Hutchinson en sus declaraciones. “Sí condenó inequívocamente a Trump”, dijo, añadiendo que el sistema de jurados es sacrosanto, que los jurados habían emitido un juicio que significaba que Trump no era apto para servir y que los republicanos deberían considerar las implicaciones electorales de tener a un candidato así al frente.
Uno de los más fervientes detractores del comportamiento de Trump, el senador por Utah, Mitt Romney, no se contuvo. "Espero que el jurado del pueblo estadounidense llegue a la misma conclusión sobre Donald Trump".
Ron DeSantis, el rival que calla... de momento
Quien no se ha manifestado y su silencio se ha comentado en los medios, ha sido el gobernador de Florida, Ron DeSantis, considerado el mayor obstáculo entre Trump y una posible revancha contra el presidente Biden. La candidatura de DeSantis a la presidencia ha sido muy esperada desde que aplastó al demócrata Charlie Crist por casi 20 puntos en noviembre pasado.
Si hubo un tiempo en el que los dos políticos conservadores fueron amigos (y en el que Trump apoyó a DeSantis como gobernador), al convertirse en rivales el expresidente ha aumentado constantemente sus críticas hacia DeSantis hasta acusarlo de desleal por considerar una candidatura a la presidencia. “Estoy superando a DeSanctimonious por mucho”, dijo Trump, usando uno de sus apodos para el gobernador y haciendo referencia a los resultados de las últimas encuestas que miden la competencia de ambos líderes. La diferencia de puntos como aspirantes a la presidencia era más estrecha hace unos meses. Trump lidera las encuestas con una ventaja de más de 29 puntos de gobernador de Florida. Hay quien opina que DeSantis “se desvanece en el espejo retrovisor”, pero no todo se torna sombrío para el republicano que aún no se ha declarado oficialmente candidato. DeSantis ha demostrado ser un fuerte recolector de fondos y ha recaudado significativamente más dinero que Trump hasta ahora. Esto podría indicar que los donantes todavía están buscando otras opciones además de Trump. El equipo del gobernador predice una gran cartera cuando se incorpore formalmente a la carrera por la Casa Blanca. En cualquier caso y hasta la fecha, Trump sigue siendo el candidato republicano favorito para ocupar el Despacho Oval.
Cuando Ron DeSantis fue preguntado sobre cómo podría afectar el veredicto del juicio de Carroll al expresidente en un enfrentamiento contra Biden en 2024, el gobernador evitó hacer comentarios sobre Trump. "He estado bastante ocupado", dijo.
Casos pendientes con posibles peores consecuencias
El caso de Trump es un caso aparte en cuanto su popularidad, tirón político y número de fanáticos y seguidores, frente al cúmulo de acusaciones y escándalos que arrastra del pasado, además de los frentes que aún tiene abiertos, no menos importantes.
El primer exmandatario de Estados Unidos declarado culpable de un delito de agresión sexual por abusar de la escritora Carroll, es también el primero en la historia que ha sido investigado en el presunto intento de comprar el silencio de la actriz porno Stormy Daniels para evitar que hiciera pública una supuesta relación sexual entre ambos.
A principios de abril, Trump fue imputado por 34 delitos por falsificación de registros contables incluyendo el pago de 130.000 dólares en negro a la exmodelo de Playboy para esconder una relación extramarital en la campaña de las presidenciales en 2016.
Trump también está siendo investigado por tratar de revertir de forma indebida su derrota en las elecciones de 2020 en el estado sureño de Georgia. Supuestamente intentó influir en oficiales de ese estado para que buscaran los 11.000 votos que le hacían falta para ganar ese estado cuando sabía que había perdido el voto popular. Un segundo asunto por el que es acechado se basa en el manejo de documentos clasificados sacados de la Casa Blanca y la posible obstrucción a la justicia cuando se negó a entregarlos en Mar-a-Lago. El tercer capítulo legal pasa por su presunta implicación en el asalto al Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021.
Por otra parte, se fijó una fecha para el juicio en octubre en la acción civil por fraude de 250 millones de dólares (unos 230 millones de euros) iniciada por el estado de Nueva York contra el expresidente, sus tres hijos mayores y la Organización Trump.
Con un cerco legal tan intenso a su alrededor, Trump tendrá que lidiar con un futuro que de momento se dibuja confuso. Aún tendrá que resolver estos y otros estos asuntos para cantar victoria frente a la Casa Blanca. Claro que, con Trump, que en ocasiones parece tener superpoderes, todo está por ver.