Así es "Campact!", la plataforma alemana de la dañina campaña contra la fresa de Huelva
Los productores de fresas de Huelva, afectados por una reciente iniciativa de ‘Campact!’, acusan a la organización alemana de utilizar falsedades en su campaña.
La plataforma ciudadana alemana ‘Campact!’ perdió en 2019 el estatus de “organización de utilidad pública” dada la finalidad de sus campañas: influir en los procesos políticos.
Campact! o el poder del E-mail. Algo más de dos millones de personas reciben en sus correos electrónicos los informes sobre las campañas que organiza esta plataforma ciudadana de Alemania. Al leer titulares alarmantes, como el reciente “¡Parar el robo de agua para las fresas baratas!” aludiendo a los típicos frutos rojos producidos en Huelva, no es raro que haya personas que muestren su apoyo a iniciativas como esa.
La campaña sobre la fresa de Huelva, tachadas de “fresas de la sequía” por ‘Campact!’, llevaba recogidas 166.311 firmas a finales de esta semana. La iniciativa, sin que se lo hubieran planteado los responsables de la campaña, se ha convertido en munición política para el fuego cruzado que mantienen el Gobierno de Andalucía y el Gobierno de España.
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“No sabíamos que había gente del Gobierno de España como Teresa Ribera que iba a reaccionar a la campaña”, dicen a NIUS en ‘Campact!’ al ver la reacción en redes sociales que tuvo la vicepresidenta del Gobierno de España y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. Ésta afirmaba en redes que en Alemania hay una “Alerta de los consumidores alemanes” al ver la iniciativa de la plataforma ciudadana.
“No sabíamos tampoco que habría unas nuevas elecciones generales en España. Al final, la cosa va de llamar la atención sobre Doñana y de que hay que cambiar el modo en que se utiliza el agua en Doñana para que el parque nacional no se vea afectado”, han explicado desde la organización, en la que no dan la impresión de ser especialistas de la realidad política, agrícola o medioambiental onubense. Tampoco tienen un fluidos contactos con organizaciones españolas que puedan explicarles en qué consisten esas realidades.
“Nuestras campañas se centran sobre todo en la política alemana o, como en este caso, en empresas alemanas; sólo ocasionalmente tratamos temas internacionales. Por lo tanto, no existe un intercambio regular específico con organizaciones españolas”, aseguran en ‘Campact!’.
Concretamente, la plataforma está pidiendo en su iniciativa contra “las fresas de la sequía” que los grandes supermercados alemanes dejen de comprar fresa de Huelva temporalmente hasta que no haya lo que ellos defienden como una política sostenible sobre el uso de los recursos que haga viable el mantenimiento del Parque Natural de Doñana. “Nuestra campaña no va en contra de los agricultores, sino contra una política insostenible que permite el cultivo de fresas con uso intensivo de agua en torno a un importante humedal del sur de Europa”, dicen en ‘Campact!’.
Una campaña lanzada sin contactar a WWF España ni a los productores
La preocupación que tienen en esta plataforma por la sequía que afecta al Parque Natural de Doñana viene dada en buena medida por haber leído los responsables de ‘Campact!’ sobre de la situación en este rincón de Andalucía. También han debido influir sus contactos con la organización Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
Pero han debido hablar en ‘Campact!’ con la sección alemana - u otra - de dicha ONG dedicada a la conservación del medioambiente. La rama española de dicha organización, sin embargo, no ha tenido contactos con ‘Campact!’. En WWF España niegan a NIUS que haya habido contactos con Campact! a cuenta de las fresas de Huelva.
En Interfresa, organización representativa del sector de la fresa y los frutos rojos de Andalucía, tampoco han estado en contacto con ‘Campact!'. WWF tampoco ha abordado en una reunión cara a cara con los productores las preocupaciones sobre el sector de la fresa a cuenta de la campaña alemana, según dicen en Interfresa.
“Desde luego que ‘Campact!’ debería haberse puesto en contacto con nosotros, ya que la información que han compartido es falsa”, dicen a NIUS desde Interfresa, que representa a 1.300 productores de fresas. “Es falso cuando dicen que ‘la fresa está explotando el agua de fuentes ilegales del Parque Nacional de Doñana’ o que ‘se bombean enormes cantidades de agua’”, añaden en dicha organización, donde también hay queja por otras frases mediatizadas estos días debido a la campaña alemana. “Ante la afirmación: ‘los supermercados importan fresas en todas las épocas del año, incluso invierno’. Hay que aclarar que la fresa es un producto estacional”, plantean desde Interfresa.
En dicha organización les hubiera gustado poder aclarar a los responsables de Campact! que “la fresa y los frutos rojos producidos en Huelva cumplen con las certificaciones y los protocolos internacionales más exigentes que demandan los supermercados europeos para la gestión responsable del agua y los cultivos”.
Con matices no hay éxito asegurado en Campact!
Además, se da la circunstancia de que no hay cultivos de ningún tipo cerca del Parque Nacional de Doñana, a pesar de que la campaña de Campact! se relacionan explotaciones agrícolas con los males que acusa dicho humedal del suroeste español por la sequía.
“Las fincas más cercanas a Doñana están a varios kilómetros del espacio natural y buena parte de las empresas del sector de los berries cultivan a 50 kilómetros de la Corona Norte”, dicen en Interfresa, aludiendo al territorio onubense. Los cultivos están, dicen en esta asociación, “en un entorno lejano” al parque nacional y se proveen de agua superficial de diferentes “cuencas hidrográficas”. Dicho de otro modo, en Interfresa niegan que se esté “robando agua” al Parque Natural de Doñana para que sus productores cosechen fresas.
En Campact! no se atiende a todos estos detalles que explican los productores. Tal vez, porque saben de primera mano que, cuando hay matices y complejidad en los temas que abordan sus campañas, éstas tienden a no tener éxito. Así lo reconocía, allá por 2014 el co-fundador de la plataforma alemana Christoph Bautz al diario Frankfurter Allgemeine Zeitung.
Preguntado, diez años después de fundar la plataforma, si había algo con lo que se atascaban sus iniciativas, Bautz respondía: “cuando se trata de algo complicado”. “¿Es bueno o malo lo que hace el Banco Central Europeo (BCE)?”, se interrogaba Bautz en tiempos de crisis del euro y rescates a las economías más golpeadas por la crisis del 2008. “Es difícil de decir y más difícil aún de explicar”, se respondía Bautz.
Enfrentados a Merkel y a Scholz, pero más con Pedro Sánchez que con Moreno Bonilla
En Alemania conocen de sobra a estas alturas el funcionamiento de ‘Campact!’. A la plataforma la han llegado a tachar de ser una “máquina de indignación” por cómo mueven los sentimientos de quienes firman sus iniciativas, según los términos que les dedicaba a Bautz y compañía la publicación mensual Cicero allá por 2015.
En dicha revista ya se apuntaba que muchas de sus campañas ya tenían a la agricultura como uno de sus objetivos predilectos, aunque desde la plataforma se han lanzado iniciativas hasta contra tratados internacionales de libre comercio, como el TTIP, apodado en su momento “OTAN económica” porque habría intensificado las relaciones de la Unión Europea con Estados Unidos.
‘Campact!’ movilizó a su comunidad de activistas contra el Gobierno de la canciller Angela Merkel en más de una ocasión. Ahora también tiene varias iniciativas que le enfrentan al Ejecutivo del canciller Olaf Scholz, pese a que en el actual Gobierno alemán están representados Los Verdes, supuestamente el partido más amigo de las “políticas sostenibles” que dicen defender en ‘Campact!’.
Suelen enfrentarse a grandes poderes las campañas de ‘Campact!’, aunque en el caso de las fresas parecen más alineados con el Gobierno español que con la administración andaluza. Ésta última se encuentra en fase de preparación de cambios en la legislación de regadíos, una iniciativa que ha enfrentado al Ejecutivo de Pedro Sánchez con el de Juanma Moreno Bonilla.
Sea como fuere, ‘Campact!’ es también considerado un “lobby izquierdista”, según sus detractores. Las autoridades alemanas, que en su momento consideraron a la plataforma una organización de “utilidad pública”, le retiraron en 2019 ese estatus porque sus “campañas no se trataba de informar sobre los procesos políticos, sino de influir en ellos”.
Haber perdido esa condición, que facilitaba el acceso a las donaciones que sirven a la plataforma germana para financiarse, no ha impedido que siga creciendo. ‘Campact!’ cuenta actualmente con 86.000 personas que apoyan financieramente con donaciones a la organización.
En 2021 se estimaba en un centenar el número de personas que trabajan para la organización, que tiene su sede en Verden, ciudad de Baja Sajonia, Land del oeste germano. Allí la agricultura y ganadería tienen un especial peso en la economía.