Niños sin acceso a los teléfonos móviles. Es lo que le pasa a los alumnos de primaria de Greystones, en Irlanda. Los padres y las escuelas de primaria de la localidad han adoptado, voluntariamente, un 'código sin teléfonos inteligentes' para frenar su uso entre los niños más pequeños.
Padres y profesores están encantados con la iniciativa, que partió de la comunidad escolar.
En las escuelas primarias de Greystones, en el condado de Wicklow, Irlanda, ya estaban prohibidos los móviles. Sin embargo, los docentes seguían detectando el efecto de las redes sociales por su uso en los hogares. Los teléfonos inteligentes estaban alimentando la ansiedad y exponiendo a los niños a material para adultos.
"Las infancias son cada vez más cortas", señala Rachel Harper, directora de la escuela de San Patricio, al frente de la iniciativa.
Tras una reunión, las asociaciones de padres y las escuelas primarias aprobaron el 'código sin teléfonos inteligentes'. Aunque es voluntario, la mayoría de familias se ha acogido. "Si todos lo hacen, no sientes que eres el extraño. Hace que sea mucho más fácil decir que no", dijo Laura Bourne, madre de un niño en declaraciones al diario The Guardian.
Aplicarlo a todos los niños de la zona reduce la presión entre compañeros y amortigua el resentimiento que pueden tener algunos padres.
Nikkie Barrie, que tiene un niño de 11 años en la escuela primaria, ha explicado que el impacto de la medida ha sido inmediato: “Si sé que el 90% de la clase está de acuerdo, mi trabajo es más fácil al decir que no".
Es más esta madre, que tiene otro niño de 13 años, desearía que el código se haga extensible al primer curso de la escuela secundaria. El móvil "ha sido la pesadilla de mi vida, he perdido a mi hija. Cuando la tecnología está involucrada, son como robots envueltos en este mundo de TikTok o lo que sea".
La iniciativa ha despertado el interés de otras asociaciones de padres de alumnos en Irlanda y en el extranjero. Incluso, el ministro de salud de Irlanda, Stephen Donnelly, que vive cerca de Greystones y tiene tres hijos, ha planteado la posibilidad de extender esta “pacto” a nivel nacional en un artículo en el Irish Times. "Debemos facilitar que los padres limiten el contenido al que están expuestos sus hijos".