Las imágenes aéreas de la colisión múltiple de trenes en el estado de Odisha son suficientemente reveladoras de la magnitud de un siniestro que ha conmocionado a la India. Aunque en este país son frecuentes los accidentes ferroviarios, no habían sufrido uno tan mortífero en décadas. Hay 288 muertos y 803 heridos, de ellos 650 hospitalizados, de acuerdo con el último balance oficial dado a conocer este sábado por el servicio de Ferrocarriles del país. Los equipos de rescate se han centrado en salvar a los viajeros atrapados entre los amasijos durante la noche, una tarea que continuaba ya de día, aunque cada vez con menos éxito. Se han improvisado morgues, que están desbordadas.
De acuerdo con las imágenes captadas por el centro de control de Jaragpur, el siniestro comenzó cuando el expreso de Coromandel se salió de la vía principal, presumiblemente por un error humano, y acabó tomando una línea circular hasta que acabó colisionando a 127 kilómetros por hora con un tren de mercancías en torno a las 18.55 de la tarde, hora local. Como consecuencia del impacto, el expreso acabó repartido en la vía principal y fue allí donde fue registrada la segunda colisión, protagonizada por un tercer tren, el expreso de Yashwantnagar. A bordo de los dos expresos viajaban unos 2 200 pasajeros.
Otra línea de investigación apunta a la posibilidad de que el súbito cambio de vía se debiera a la activación de una señal de desplazamiento, de acuerdo con otro informe presentado por cuatro técnicos del servicio de ferrocarriles.
Las autoridades son cautelosas a la hora de describir una de las hipótesis como un fallo técnico porque la vía en cuestión no está protegida por el mecanismo automático anticolisión Kavach, que detiene un tren automáticamente si otro se encuentra en la misma vía, por lo que siguen sin descartar el factor humano.
"Cómo ha ocurrido y por qué es algo que se sabrá tras una investigación exhaustiva pero, de buenas a primeras, parece tratarse de un fallo humano", ha hecho saber un responsable de Ferrocarriles bajo condición de anonimato a la cadena NDTV.
En medio de una ola de condolencias nacionales e internacionales, el primer ministro de India, Narendra Modi, ha acudido al lugar del siniestro para evaluar de primera mano la situación tras una reunión mantenida con su gabinete de crisis. Al poco de poner el pie en tierra y tras visitar a algunos hospitalizados, el mandatario ha prometido una investigación exhaustiva para depurar responsabilidades.
"Se trata de un incidente doloroso. Este gobierno va a mover cielo y tierra para asistir a los heridos. Estamos ante una situación muy grave y he dado instrucciones para que la investigación cubra los ángulos", ha anunciado el primer ministro.
Modi, a continuación, ha prometido que "los culpables serán rigurosamente castigados" en sus primeras declaraciones tras su visita inicial al hospital de distrito de Balasore, uno de los primeros centros de atención inmediata.