La modelo e influencer brasileña, Lygia Fazio, ha muerto a los 40 años de edad después de estar tres semanas hospitalizada por los problemas que se registraron mientras se sometía a una cirugía estética. La también presentadora, madre de dos niños, falleció a causa de un derrame cerebral que fue causado por la intervención, en la que se le aplicó silicona industrial y polimetilmetacrilato -PMMA- en sus glúteos, según apunta su familia.
Las sustancias citadas se extendieron por todo el cuerpo de Lygia y generaron varias infecciones poco a poco hasta que, finalmente, sufrió el derrame cerebral que le provocó la muerte el pasado miércoles. Desde el entorno de la modelo han pedido respeto por el luto de la familia. La ceremonia fúnebre para dar el último adiós a la influencer será en los próximos días. En redes sociales, donde la brasileña tenía cientos de miles de seguidores, se suceden las muestras de condolencia y cariño a sus allegados.
La familia ha lanzado un comunicado desde las redes sociales de Lygia Fazio para informar sobre la muerte: “Amigos, desgraciadamente nuestra guerrera ha cruzado al otro lado. Pronto comunicaré aquí los horarios de su despedida. Agradecemos una vez más todo el apoyo", señalaron en el inicio.
"Les pido que entiendan nuestro momento, no podemos contestar todos los mensajes. Además, la información de lo sucedido ya ha sido explicada aquí. No viene al caso explicar todos los detalles ahora. Respeten nuestro dolor”, sentenció la familia de Lygia en su comunicado.
Al parecer, desde que Lygia comenzó en el mundo del modelaje mostró obsesión por aumentar el tamaño de su trasero, recogen fuentes como 'Infobae' o 'La Nación'. "Todo el mundo quería tener el culo más grande que el otro", señaló la influencer en una entrevista en 2022.
La brasileña ganó fama a nivel internacional con su trabajo: contaba con casi un millón de seguidores solo en Instagram, a los que hay que sumar los de otras plataformas. Además, también participó en politica, colaborando con el partido progresista de su región.
La modelo se sometió al procedimiento estético en una clínica clandestina y desde el día un comenzó a tener problemas. No obstante, las tres semanas en las que estuvo ingresada antes de su muerte no eran las primeras en cama debido a una operación similar.
Ya el año pasado tuvo que estar 100 días hospitalizada porque tuvieron que retirar rellenos de varias partes de su cuerpo. Lygia, eso sí, siempre defendió su postura respecto a los denominados "autocuidados", a pesar de todas las complicaciones que estaban teniendo para su salud.
El polimetilmetacrilato -PMMA- puede provocar serios problemas en las cirugías estéticas clandestinas. Es una sustancia que deben tratar profesionales. Los cirujanos plásticos la utilizan para dosis pequeñas, pero en los glúteos o los pechos acarrea riesgos severos.
El PMMA puede llegar a ser mortal si hay fallos en el proceso (las microesferas del material se dispersan por toda la grasa y se adhieren a los tejidos). Los expertos piden prudencia a la población a la hora de someterse a una operación de esta clase.