Los padres de Monica Sirianni, la exconcursante de 'Gran Hermano' de Italia que murió a los 37 años de edad el viernes pasado, mientras estaba de fiesta con amigos en un bar de la localidad de Sauveria Mannelli, presentaron una denuncia para tratar de esclarecer el fallecimiento de su hija. La Fiscalía atendió a su petición y abrió una investigación: la familia está a la espera de los resultados de la autopia, pero se han conocido algunos detalles de las hipótesis que barajan los expertos.
Sirianni, la noche de su muerte, "habría consumido una cantidad considerable de alcohol", según los fiscales. Así lo recoge 'Corriere della Sera'. Este hecho pudo ser un desencadenante del colapso que sufrió aquella noche, cuando se desplomó en medio de la sala en la que se encontraba. Sin embargo, estos datos todavía están por confirmar. La joven fue atendida por su entorno de forma inmediata, pero al llegar al hospital ya había fallecido.
Sirianni era conocida en todo el país transalpino por haber participado en 'Gran Hermano' de Italia -'Grande Fratello'- en la temporada 12, que se llevó a cabo entre 2011 y 2012. Ella entonces tenía 25 años. Tras su paso por el popular reality, decidió alejarse de los focos y centrarse en su vocación como profesora de inglés. Su muerte ha conmocionado a toda Italia. Los mensajes de condolencias en redes se sucedieron todos estos días.
Sirianni, nacida en Austria, pero de padres italianos, residía en la actualidad en la región de Lombardía, en el norte del país. Antes de producirse su muerte, se desplazó hasta Sauveria Mannelli, en en la provincia de Catanzaro, en la otra punta del país, para estar junto a sus amigos unos días. Sus progenitores, además, son originarios de allí. Monica salió con sus amigos de fiesta y, repentinamente, perdió la vida.
En un primer momento se apuntó a un ataque al corazón, pero se siguen investigando las causas (en especial la ingesta significativa de alcohol). Las autoridades han descartado la participación de terceras personas en los hechos. Su cuerpo será repatriado a Sídney, en Australia, donde se afincaron sus padres tras salir de Italia, una vez concluyan las diligencias de las autoridades. Numerosas personas recuerdan la figura de Sirianni, su sonrisa y su alegría.