La preocupación por el uso descontrolado de armas de fuego en Estados Unidos ha vuelto a causar revuelo después de que una niña de 14 años recibiera un disparo en la cabeza mientras jugaba al escondite en los jardines de su urbanización en Starks, una población rural de Luisiana muy cerca de la frontera de Texas, donde hace escasos días se llevó a cabo un tiroteo en un centro comercial que dejó ocho muertos y siete heridos. El acusado de los hechos es un hombre de 58 años que alegó haber visto una sombra moverse en su propiedad y disparar al pensar que era alguien huyendo.
Estados Unidos vive una etapa peliaguda protagonizada por el uso de armas de fuego que atemoriza a la población, como ocurrió en un polideportivo de Texas donde se estaba jugando un partido de baloncesto juvenil femenino; dos hombres mantenían una discusión cuando uno de ellos sacó una pistola y sembró el pánico.
La menor de 14 años jugaba junto a otros niños al escondite en la urbanización ubicada en Starks, Luisiana, cuando varias personas alarmaron a los servicios de emergencia al oír lo que parecían disparos. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron efectivos policiales, que encontraron a la niña herida en el suelo y perdiendo abundantes cantidades de sangre. Al inspeccionarla, las autoridades descubrieron que esta tenía una herida de bala en la parte posterior de la cabeza. Según la investigación, que sigue en curso a manos de la investigadora Lauren Manuel, la niña se habría escondido en el jardín del acusado, al igual que el resto de los niños con los que jugaba.
David Van Doyle, de 58 años, admitió a los policías ser el autor del disparo y justificó que vio unas sombras en su jardín, agarró el arma y disparó pensando que se trataba de alguien que trataba de huir. "Vio gente huyendo de su propiedad, momento en el que empezó a disparar y inconscientemente alcanzó a la niña", recoge el comunicado de la Oficina del Sheriff. Doyle fue arrestado y acusado de agresión con agravantes, cuatro cargos de agresión con agravantes con un arma de fuego y portar ilegalmente un arma de fuego.
Por su parte, la menor, que fue estabilizada en el mismo lugar de los hechos, fue posteriormente trasladada de urgencia a un centro hospitalario donde ingresó en estado grave, aunque ya se encuentra fuera de peligro.