Una cámara grabó el momento. Un individuo sale de un vehículo gris plateado. Y a sangre fría e indiscriminadamente tirotea a quienes se encontraban a las puertas de un centro comercial de Allen, a 20 kilómetros de Dallas. El pánico se desata en el recinto. Muchos huyen despavoridos entre una lluvia de disparos, que se hacen interminables.
"Había niños, gente tirada en el suelo. Muertos o malheridos", los testigos describen el horror de una nueva matanza en EEUU. El tirador, Mauricio García, mata a ocho personas y hiere a otras siente. Entre las víctimas mortales hay un pequeño de cinco años. La mayoría se vieron acorraladas en este seto a la entrada del centro comercial. Fue asesinado por un policía anónimo, que estaba en la escena por una llamada no relacionada, pero se apresuró cuando escuchó los disparos fuera de H&M.
El atacante es un hombre vestido completamente de negro, con chaleco en lo que parecía un equipo de combate. Antes de que se confirmara que actuó en solitario, la policía peinó la zona obligando a desalojarla a cientos de personas manos arriba.
El resultado de nuevo atroz. Al menos ocho personas muertas y siete heridas, incluidos niños, en un tiroteo en un centro comercial de Texas (EEUU), según el jefe de Bomberos de Allen, Jonathan Boyd, en una rueda de prensa.
Un video aéreo muestra a los ciudadanos siendo escoltados fuera de las instalaciones, muchos con las manos en la cabeza y luciendo visiblemente angustiados. "Estábamos afuera de la tienda Converse y escuchamos todos estos estallidos", ha explicado una mujer a la cadena de televisión Fox News, quien estaba de compras con su hija. "Todos simplemente nos detuvimos, y luego, un segundo después, solo 'Pop, pop, pop, pop, pop', y había chispas volando como si estuviera justo en frente de nosotros".
Un chico de 17 años confesaba al 'The New York Times' que se encontraba en su coche, porque había llegado pronto a su turno en una de las tiendas cuando ha escuchado "probablemente más de 20 disparos" y ha visto a gente salir corriendo del lugar. El joven recogió a un desconocido en su coche y los dos abandonaron el centro comercial. "Tan pronto como escuché los disparos y los gritos de la gente, no esperé a ver qué estaba pasando, retrocedí y salí de allí" ha añadido. Otros sí acudieron a rescatar gente. Steven Spainhouer corrió hacia el centro comercial y se convirtió en una de las primeras personas en responder para auxiliar a los heridos tras la tragedia.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, quiso mostrar sus condolencias a todas las víctimas y sus familias en un comunicado recogido por Fox News: "Nuestros corazones están con la gente de Allen, Texas esta noche durante esta tragedia indescriptible".
El gobernador dijo estar "en contacto con el alcalde Fulk y el director de DPS McCraw, así como con otros líderes estatales y locales, y ofrecí todo el apoyo del estado de Texas a los funcionarios locales para garantizar que toda la asistencia y los recursos necesarios se implementen rápidamente, incluidos los oficiales de DPS, Texas Guardabosques y recursos de investigación".
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha ordenado que las banderas de todo el país ondeen a media asta el próximo 11 de mayo en homenaje a los nueve fallecidos el sábado en un tiroteo en un centro comercial de Texas. "Ordeno que como gesto de respeto por los actos de violencia sin sentido perpetrados el 6 de mayo de 2023 en Allen, Texas, por la autoridad que me confiere la Constitución y las leyes de los Estados Unidos de América la bandera de Estados Unidos ondee a media asta en la Casa Blanca y todos los edificios públicos", ha anunciado Biden en un comunicado oficial de la Casa Blanca.
Biden ha agradecido su labor a los servicios de emergencia y ha destacado la labor de las fuerzas de seguridad federales, estatales y locales para investigar lo ocurrido. Biden ha recordado que el atacante, vestido con ropa táctica y armado con un fusil tipo AR-15 disparó contra "gente inocente" en un centro comercial. "Este ataque es demasiado impactante para ser tan familiar y sin embargo las comunidades estadounidenses han sufrido ya unos 200 tiroteos en lo que va de año", ha reseñado el mandatario. "Más de 14.000 conciudadanos han perdido la vida, según estimaciones fiables. La principal causa de menores de edad estadounidenses es la violencia con armas de fuego", ha destacado.
Biden ha subrayado que en la batalla por endurecer la legislación sobre posesión de armas "hemos conseguido algunos avances". "Hay estados que están prohibiendo las armas de asalto, ampliando las leyes de bandera roja (sobre antecedentes), pero no basta. Necesitamos más actuaciones, más rápido, para salvar vidas", ha argumentado.
"Hay demasiadas familias con sillas vacías cuando se sientan a cenar. Los congresistas republicanos no pueden seguir encogiéndose de hombros ante esta epidemia. No basta con las condolencias y las oraciones en Twitter", ha señalado. Por ello pide "una vez más" al Congreso una ley que prohíba las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad, que haya pruebas de antecedentes universales, que sea obligatorio un almacenamiento seguro de las armas y poner fin a la inmunidad de los fabricantes de armas.