El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ha mostrado su "preocupación extrema" por la situación de la central nuclear de Zaporiyia, Ucrania, que se encuentra bajo control ruso desde marzo de 2022 y muy cerca de la línea de frente.
Se trata de un escenario que se está volviendo cada vez más impredecible y peligroso, según ha declarado este sábado el director de la OIEA, Rafael Mariano Grossi.
"Estoy extremadamente preocupado por los muy reales riesgos de seguridad y de protección nuclear que enfrenta la planta", ha advertido Grossi en un informe de situación. "Debemos actuar ahora para prevenir la amenaza de un accidente nuclear grave".
La administración prorrusa de la región anunció evacuaciones el pasado viernes ante el temor de una ofensiva del Ejército ucraniano, cuyo objetivo sería la de alcanzar la costa del Mar de Azov.
Grossi ha asegurado que, aunque el personal de la central seguirá estando presente, la situación se está volviendo "tensa, estresante y desafiante" para sus familias, lo que podría dar lugar a errores o accidentes en la planta, según el organismo.
Además, el director ha vuelto a llamar a las partes a alcanzar un acuerdo para proteger la central nuclear más grande de Europa de sufrir una catástrofe y, aunque ha habido señales recientes de que el pacto podría estar cerca, el progreso se encuentra estancado.
La planta se enfrentó el pasado verano a una serie de bombardeos regulares que provocaron problemas con el suministro de energía externo y, aunque sus seis reactores fueron desconectados, el peligro de un accidente sigue existiendo debido a la necesidad de un continuo suministro de energía para mantener los reactores fríos y para realizar otras operaciones esenciales de seguridad.