Las curiosidades de la coronación de Carlos III, de los ritos medievales a las diferencias con la de Isabel II
Carlos III es coronado ocho meses después del fallecimiento de su madre, Isabel II
Más 2.000 personas asisten a una ceremonia en la Abadía de Westminster que se celebra con una gran solemnidad
El rey será ungido en aceite y portará la corona de San Eduardo (lo hará por única vez en su vida), entre otros rituales
La coronación de Carlos III se produce con toda la pompa y boato ocho meses después del fallecimiento de su madre, la reina Isabel II. La puesta en escena despliega todo el espectáculo de la tradición, con ritos medievales que se remontan a más de mil años; aunque el Palacio de Buckingham ha anunciado alguna variación que "mira hacia el futuro". Carlos III se convertirá en el monarca número 40 en ser coronado en el país desde 1.066.
La ceremonia se produce cuando están a punto de cumplirse 70 años de la coronación de su madre (el 2 de junio de 1953, aunque -como él- también accedió al trono unos meses antes). La emblemática Abadía de Westminster, en Londres, es el escenario de la entronización, tal y como viene siendo desde que Guillermo el Conquistador fuera coronado en 1066. Es oficiada por el arzobispo de Canterbury y la reina Camila también tendrá su propia ceremonia. El Gobierno británico ha anunciado que, como la coronación tiene lugar un sábado, el próximo lunes será festivo.
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Un desfile con dos carruajes distintos
Carlos III y Camila recorren las calles de Londres en dos carruajes distintos. Desde Buckingham hasta Westminster (un trayecto de poco más de dos kilómetros) lo harán -rompiendo con la tradición- en la carroza del Jubileo de Diamante, que fue hecha para Isabel II en 2012 con motivo de sus 60 años en el trono. Es tirada por seis caballos y ha sido modernizada con aire acondicionado y ventanillas eléctricas.
Tras la coronación, los reyes regresarán en el fastuoso el Gold State Coach, de 260 años de antigüedad, tirado por ocho caballos y más incómodo. Este último es el que se ha utilizado en todas las coronaciones desde la de Guillermo IV en 1831.
Menos invitados (más de 2.000) y una ceremonia más corta
Carlos III ha expresado su voluntad de "adelgazar" la monarquía. En esa línea, el número de invitados (más de 2.000) es inferior al de la coronación de su madre, a la que acudieron 8.000 personas. La ceremonia será más corta que la de su antecesora, que duró tres horas; y también lo será el trayecto de la procesión tras la entronización.
El hijo pequeño del rey, el príncipe Harry, asiste sin su esposa, Meghan Markle, quien se ha quedado en Estados Unidos. Además de la familia real británica, acuden miembros de otras realezas, como Felipe VI y Letiza, o el príncipe heredero Akishino de Japón y su esposa. Se espera la asistencia de cien jefes de Estado. Entre los líderes políticos, además del primer ministro británico Rishi Sunak, estarán el presidente francés Emmanuel Macron; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, o políticos de la Commonwealth. El mandatario estadounidense, Joe Bien, no acude; pero sí, su esposa, Jill Biden.
Una liturgia en cinco partes
En la gran ceremonia religiosa sonará música seleccionada por el rey e incluirá alguna pieza ortodoxa griega en memoria de su padre, el fallecido príncipe Felipe. La liturgia se divide en cinco fases:
- Reconocimiento. El soberano se para en el espacio central de la Abadía de Westminster y se gira para mostrarse “al pueblo” en las cuatro direcciones: norte, sur, este, y oeste. El arzobispo de Canterbury le proclama como "rey indudable" y pide que se grite: "¡Dios salve al rey Carlos!".
- Juramento. El arzobispo de Canterbury reconoce las diversas religiones existentes en Reino Unido y pide al rey que confirme que respetará la ley de la Iglesia de Inglaterra. Él promete reinar de acuerdo a esa ley y ejercer la justicia con misericordia. Besa la Biblia y firma el juramento.
- Unción. El rey se quita la túnica ceremonial y se sienta en la Silla de la Coronación para ser ungido en aceite. El arzobispo derramará un aceite especial de un frasco de oro sobre la Cuchara de Coronación antes de ungir al rey en forma de cruz en la cabeza, el pecho y las manos.
- Investidura. Es el momento culminante. Es coronado por el arzobispo con la Corona de San Eduardo. Será la única vez en su vida que la lleve sobre su cabeza. Y se convertirá en el séptimo monarca en hacerlo. Después, las campanas de la abadía sonarán durante dos minutos y se dispararán salvas en todo el país.
- Entronización. Es la parte final. El rey toma el trono. Tradicionalmente, miembros de la realeza se arrodillan ante el nuevo rey, jurando lealtad y besando su mano derecha. En esta ocasión, será su hijo el príncipe Guillermo el único que lo hará.
Las regalías
Durante el ritual se utilizan objetos que se consideran sagrados y que representan los poderes y responsabilidades del monarca. Son cetros, orbes, espadas ceremoniales, el bastón de oro de San Eduardo o la Cuchara de Coronación; y, también, la Corona de San Eduardo, que se colocará sobre la cabeza de Carlos III. Esa corona se hizo para Carlos II en 1661.Todos estos objetos forman parte de las Joyas de la Corona que se exhiben normalmente en la Torre de Londres.
Al final de la ceremonia, Carlos III se quitará la Corona de San Eduardo y se pondrá la Corona del Estado Imperial antes de unirse a la procesión que sale de la abadía mientras se toca el himno nacional
La factura de la coronación
Todavía no hay una estimación oficial de lo que podría costar. Algunos informes estiman que podría superar los 100 millones de libras (113 millones de euros). Un portavoz del Palacio de Buckingham ha dicho esta semana que algunas estimaciones eran "más fantasiosas que otras" y que el coste real se hará saber más tarde.