Un tribunal ordena que el holandés con 550 hijos deje de donar esperma: "Tienen cientos de medio hermanos que no eligieron"

Un tribunal neerlandés ha ordenado a Jonathan M., el donante de esperma holandés que admite tener 550 hijos biológicos , dejar de dar su semen a futuros padres para evitar las posibles “consecuencias psicosociales negativas por tener cientos de medio hermanos que no eligieron”.

El polémica caso fue denunciado por una madre que dio luz a un niño engendrado con el esperma de Jonathan M. y por la fundación Donorkind, convirtiéndose así en el primero que llegaba a los Tribunales de los Países Bajos. El procedimiento se basó en frenar al acusado para que no sea donante y no poner en riesgos a los niños. "Si hubiera sabido que ya había tenido más de 100 hijos, nunca lo habría elegido", así lo declaraba Eva, la madre holandesa que tuvo un niño en 2018 y que interpuso la denuncia. Y aunque a veces la ciencia tiene errores a la hora de la fecundación, esto se trataba de la actitud del donante que no pretendía parar de proporcionar su semen.

¿ Y cómo pudo engendrar 550 hijos?

Cuando se trata de donación de espermas, las normas son claras: un donante no puede tener más de 25 hijos. Y así fue cómo los denunciantes argumentaron su caso, ya que entran en conflicto los derechos humanos, en concreto dos: el derecho a la intimidad de padres e hijos de donantes que está protegido por el artículo 8 de la Convención Europea de Derechos Humanos y el derecho del mismo donante.  Pero la Corte lo tiene claro, en este caso, prima más el derecho de los niños nacidos por donación y sus padres que el deseo del donante a continuar ofreciendo esperma.

Sin embargo, Jonathan M. no tuvo impedimentos para sus donaciones. Aunque desde 2004, todos los donantes de los Países Bajos dejan de ser anónimos, las clínicas no comparten información sobre datos, acuerdos o información relacionada entre las partes interesadas y los que ofrecen esperma. De ahí que Jonathan haya podido donar e incluso en diferentes países.

Engañó a los padres para sus donaciones de esperma

El juez de instrucción aseguraba en el fallo que el donante “desinformó deliberadamente a los padres” para poder ofrecer su esperma y que no fuese rechazado como candidato por no respetar el límite. Ahora los padres tienen que lidiar una red de parentesco con cientos de medios hermanos que los niños no eligieron.

Con esto el juez consideró que es suficiente para “tener consecuencias psicosociales negativas en los niños” como la dificultar de mantener relación con tantos medios hermanos biológicos, lidiar con problemas de identidad y el temor a un mayor riesgo de incesto. Por lo que el juez reiteró que era vital evitar que esta red de parentesco se extendiese dejando el derecho del donante “limitado”.

Las consecuencias de realizar estas prácticas

Como ya se mencionó el 13 de abril en la audiencia, las acciones de Jonathan son muy peligrosas para los hijos nacidos por donación por dos razones. Una por existir un riesgo alto de endogamia, incesto o consecuencias psicosociales para esos hijos. La otra obstaculizar la libertad sexual de ellos, al tener la obligación de comprobar si su futura pareja es un hermanastro suyo o no.

Pero Jonathan M. cree, por el contrario, que simplemente tiene “derecho a decidir libremente si seguir donando esperma”. El donante asegura que solo quiere ayudar a los padres que quieren tener hijos y que esto “no perjudica” ni a los niños ni a los padres. En cuanto al riesgo de incesto se defiende afirmando que es una probabilidad muy baja y que al no ser un donante anónimo es muy complicado que ocurra.

“Me presentan como si fuera una especia de toro rabioso con un impulso procreativo. No lo soy. No creo en la evolución, sino en la creación” declaraba ante la audiencia.

Otros casos de donantes en Países Bajos

El caso de Jonathan no es el único porque ya se identificaron al menos diez ginecólogos que utilizaron su semen sin conocimiento de las mujeres que visitaban sus clínicas de fertilidad para quedarse embarazadas. Uno de esos casos es el de Jan Karbaat con 81 hijos confirmados. O el caso de Jan Wildschut que engendró a 47 niños.

El último caso en el país fue el de un neerlandés, ya fallecido de un cáncer de esófago, que donó su esperma a mujeres con las que contactaba por Internet. Se calcula que tiene al menos 80 hijos en Países Bajos.