Con la coronación de Carlos III el próximo 6 de mayo, Camilla Parker-Bowles se convertirá en la reina consorte, un título otorgado a la esposa de un monarca reinante.
La principal diferencia entre una reina y una reina consorte es que la primera de estas lleva el título por derecho propio, tras haberlo obtenido normalmente por herencia.
La reina Isabel II aprovechó un mensaje con motivo del 70 aniversario de su reinado para pedir que la duquesa de Cornualles, Camilla Parker-Bowles, fuera considerada reina consorte una vez el príncipe Carlos le suceda en el trono.
"Es mi sincero deseo que, cuando llegue ese momento, Camilla sea conocida como reina consorte mientras continúa con su leal servicio", confesó Isabel II en el comunicado por sus 70 años de reinado.
Carlos y Camilla, ambos divorciados, se casaron en 2005 mediante un matrimonio civil. Camilla no se había atrevido a aceptar el título de princesa de Gales por respeto a la memoria de la princesa Diana, fallecida en 1997 en un accidente de tráfico.
Sin este título que le ha ofrecido la reina Isabel II, la duquesa de Cornualles, de 74 años, estaba relegada a un segundo plano de la realeza.
Cuando falleció Isabel II, en la cuenta oficial de la Familia Real británica ya se refirieron a Carlos y Camilla como el rey y la reina consorte.
El título de reina consorte le da tratamiento real a Camilla, pero no le otorga los mismos poderes que tuvo Isabel II, ya que su rol será el apoyo al rey Carlos III y la representación del monarca en actos en solitario, pero no jefa del Estado.