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La Policía de West Yorkshire, en Reino Unido, ha compartido un vídeo que recoge la espiral de robo y violencia perpetrada por un delincuente que cometió 13 crímenes en el breve espacio de 20 minutos. Amenazas de muerte, robo de dinero y vehículos a punta de pistola… y toda una retahíla de delitos que acabaron gracias a un sexagenario que decidió soltar su escoba para enfrentarse a él cuando entró a robar en la tienda en la que estaba trabajando.
Alabado por las autoridades por su coraje y valentía, la propia Policía ha difundido la secuencia ensalzando su heroica acción, porque fue gracias a él por lo que el rostro del delincuente quedó revelado ante las cámaras de seguridad, forzando no solo a su huida, sino conduciendo directamente a su detención gracias a ello.
Todo comenzó cuando el delincuente, ahora identificado como Marlon Stewart, de 37 años, se adentraba, vestido de negro, con una capucha y el rostro cubierto, en una tienda con productos de alimentación situada junto a una carretera. Allí, sin más dilación, y tal como refieren las autoridades, apuntando con una pistola aterrorizó a la empleada que se encontraba tras el mostrador mientras, con violencia, exigía que le diese todo el dinero.
Mientras, Niall Stranix, de 61 años, que se encontraba en ese momento limpiando el establecimiento con una fregona, se percató con cara de asombro de lo que estaba ocurriendo y, decidiendo actuar pese a que podía poner en riesgo su vida, intervino inmediatamente para frenar la situación.
Así, pese a que el delincuente estaba armado y portaba una pistola en su mano, el sexagenario se abalanzó sobre él por la espalda y, agarrándole del cuello, intentó retenerle y reducirle.
Durante el forcejeo, el ladrón golpeó con una botella a Stranix, que sufrió dos cortes en la cabeza, empezando a sangrar, como se aprecia en el vídeo. No obstante, continuó con la lucha por evitar que el delincuente se saliese con la suya.
En esos instantes, la pistola de este último comenzó a romperse mientras peleaban, algo que hizo pensar más tarde que se trataba de una pistola de aire comprimido de plástico.
En el forcejeo, la cara de Stewart quedó al descubierto y, tras encontrarse con la confrontación de Stranix, optó por salir del lugar y subirse a bordo de un coche blanco para huir; un Audi A1 que había robado a una mujer en un asalto previo tras exigirle que le diese las llaves.
La espiral de violencia de Stewart había iniciado, en efecto, previamente. Aquel 19 de julio del pasado año, –en el que se contextualizan los hechos por los cuales ahora ha sido condenado, razón por la cual la Policía ha rescatado ahora el vídeo–, el delincuente inició su ronda tras comprar una botella de Vodka cerca de Chapel Allerton Park, en Leeds.
Allí, en ese parque, Stewart se enfrentó a tres jóvenes de 19 años y a dos de ellos le robó sus teléfonos móviles tras mostrarles un arma que portaba en su cintura.
Poco después, a las 20:06 horas, irrumpiría con el rostro tapado y la botella en la mano en una tienda en la que amenazó al personal del mostrador con la pistola. Todo ello mientras obligaba a su víctima a abrir la caja.
En ese momento, una clienta entró en el establecimiento y Stewart no dudó en aprovecharlo para acercarse y amenazarla también para que le entregase las llaves de su coche.
En ese proceso, el personal del local logró escapar de la tienda aprovechando una distracción, tras lo cual él robó el dinero en efectivo de la caja y se marchó en el Audi A1 que acababa de robar a la clienta.
Fue apenas minutos después cuando pararía en la tienda ‘One Stop’, en las cercanías de Chandos Gardens, donde se encontraba trabajando Niall Stranix, el hombre que logró llevar a su detención.
Cuando Stewart huyó de su tienda tras la confrontación, lo hizo a toda velocidad, conduciendo el coche robado de manera temeraria y chocando contra una barrera tras saltarse varios semáforos.
Tras comprobar los hechos y cotejar las distintas denuncias de aquel día, las autoridades le encontraron y lograron su arresto el 29 de septiembre, atribuyéndole 13 delitos en un espacio de 20 minutos. Entre ellos: cuatro cargos de robo; uno de intento de robo; cinco cargos de posesión de un arma de fuego al cometer un robo; asalto que ocasionó daños corporales reales; conducir mientras estaba sin licencia y conducir sin seguro.
De todos ellos se declaró culpable ante el Tribunal de la Corte de Leeds, el 28 de octubre, y ahora ha recibido por fin una sentencia: se le condena a 10 años y cuatro meses de prisión con un periodo de licencia extendido de cinco años.
“Stewart puso a todas estas víctimas en experiencias realmente aterradoras cuando llevó a cabo estos robos en un espacio de tiempo muy corto”. “Estaba claramente desesperado y era peligroso. Aquellos que lo encontraron sintieron verdadero miedo cuando los enfrentó a punta de pistola”. “Si bien siempre aconsejamos a los ciudadanos en tales situaciones que piensen primero en su seguridad, debemos reconocer la increíble valentía que mostró Niall Stranix al tomar la decisión de abordarlo mientras amenazaba a su compañera”, ha dicho el detective inspector Ryan Malyk, del distrito de Leeds, tras la resolución judicial que pone desenlace a estos hechos.