Vladímir Putin acorrala a quienes rechacen sumarse al Ejército ruso con una nueva ley: no podrán salir del país

La guerra y la invasión de Ucrania no ha salido tal y como Vladímir Putin tenía previsto. Las bajas en sus filas se suceden y su operación continúa alargándose más de lo que esperaba. Por eso, otra vez, ha vuelto a dar un golpe en la mesa para que nadie se libre de ir a la guerra a través de una nueva ley que endurecerá los castigos por evadir la movilización militar.

El Kremlin no quiere dejar escapatoria para aquellos que renieguen de formar parte de las filas de su Ejército, y por ello va a dejar sin salida a miles de jóvenes. Ante otra eventual oleada de reclutamientos, Putin se blinda y convierte esa posible llamada en una mucho más forzosa, de la que es mucho más difícil escapar. Concretamente porque la orden, además de por escrito, llegará a los teléfonos de las personas que hayan sido seleccionadas de forma electrónica y, una vez llegue esa comunicación, esa persona seleccionada ya no podrá abandonar el país porque las fronteras quedarán inmediatamente cerradas.

No solo eso: si en 20 días no se ha presentado a filas la situación se le complica todavía más en el país. Ni siquiera va a poder esconderse porque se le retirará el permiso de conducir, no podrá acceder a ninguna ayuda del Estado ni tampoco podrá vender ningún inmueble que tenga.

"Con estos cambios, Rusia está corrigiendo rápidamente las deficiencias en el sistema de registro militar que se revelaron en 2022", ha señalado el presidente del comité de Defensa de la Duma, Andrei Kartapolov, avalando las “restricciones temporales” introducidas ara aquellos que no respondan a una citación 20 días después de su entrega y rechacen ser movilizados "sin una buena razón".

El servicio en las filas de las Fuerzas Armadas de Rusia “un deber sagrado” y “constitucional”

En virtud de estas modificaciones, decididas a endurecer los castigos por evadir la movilización militar, ya sean reclutas o reservistas, el ciudadano sujeto a movilización tendrá que informar de su decisión en una comisaría militar o a través del portal de Servicios del Estado. En caso de que no le hayan enviado la solicitud y el Estado haya llamado a filas, también estará obligado a notificarlo.

Si el ciudadano no responde a la citación o no notifica que no le ha llegado la solicitud, recibirá una advertencia firmada en la que se le informará sobre restricciones de viaje en su contra, así como la posibilidad de otras medidas restrictivas en caso de que no se persone en comisaría.

"En nuestra opinión, los cambios que proponemos también contribuirán a la justicia social. Después de todo, el servicio en las filas de las Fuerzas Armadas no es solo un deber sagrado, sino también un honroso deber constitucional", ha subrayado Kartapalov.

Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha precisado en declaraciones a la prensa que por el momento "no hay planes" para convocar una segunda ola de movilización en Rusia, aclarando así que la medida pretende corregir los fallos y deficiencias que se produjeron cuando el presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció una "movilización parcial" con el objetivo de reclutar a 300.000 personas en el marco de la guerra de Ucrania. En ese momento, una multitud de personas huyeron rápidamente del país evitando ser movilizadas.