Cuando una persona querida necesita ayuda, lo más instantáneo es pensar en que cualquiera daría todo lo posible por solventar esa situación cueste lo que cueste y sin esperar nada a cambio, aunque muchas veces los actos de bondad tienen su recompensa. Así le ocurrió a Geraldine Gimblet, una mujer de Florida, Estado Unidos, que gastó todos sus ahorros en el tratamiento contra el cáncer de su hija y que no solo pudo ver cómo esta superaba la enfermedad sino que además, ganó dos millones de dólares en la lotería. Cada vez la suerte parece estar más al alcance de todos con las nuevas tecnologías, como es el caso del hombre que ganó la lotería gracias a una inteligencia artificial, pero está claro que no hay mayor premio que la salud.
La familia de Geraldine vivió ambas buenas noticias a la vez, aunque muchos optan por mantenerlo en secreto, la premiada no tardó en compartir tales felices momentos con sus más allegados. No se conoce si esta fue la primera vez que Geraldine jugaba a la lotería o si fue su momento de suerte tras varios intentos.
La hija de Geraldine que luchaba contra un cáncer de mama fue dada de alta y, a su salida del hospital, su madre decidió comprar un boleto de lotería. Al llegar a una estación de servicio, Geraldine preguntó por uno de los boletos de lotería de crucigramas '2.000.000 Bonus Cashworld', pero el empleado dijo que estos se habían agotado. La mujer insistió en que volviera a comprobar si aún quedaban boletos disponibles sin perder aún la esperanza.
“Al principio, el empleado de la estación de servicio pensó que no quedaban boletos, pero le pedí que verificara dos veces porque me gustan mucho los juegos de crucigramas”, dijo Gimblet según el comunicado de prensa de la lotería. "¡Encontré el último!", dijo el empleado a sorpresa de ambos.
La lotería de Cashworld consiste en un juego donde el objetivo es rascar 20 casillas y conseguir que coincidan tres o más números de los que se descubran, algo que no es fácil y que Geraldine logró conseguir. La probabilidad de ganar dicho juego para Geraldine era de 1 en 3,9 millones, por lo que se podría decir que fue un gran golpe de suerte. La mujer cobró 1.645.000 dólares, solucionando así su bancarrota y celebrando más feliz que nunca que su hija había superado la enfermedad.
La hija de Gimblet dijo al New York Post que su madre había gastado los ahorros de toda su vida para poder pagar su tratamiento y atención. "El día antes de que mi mamá comprara este boleto, salí del hospital y llegué a casa después de completar mi último tratamiento para el cáncer de mama", destacó. “Mi mamá había sacado los ahorros de toda su vida para cuidarme cuando estaba enferma. ¡Estoy tan feliz por ella!”.
Gimblet no tuvo ningún tipo de problema en viajar casi 450 kilómetros hasta la sede de la lotería de Florida en Tallahassee, donde Reggie Dixon, el jefe de Gabinete de la lotería, se hizo una foto con ella y le dio el cheque correspondiente.