La primera ministra italiana Giorgia Meloni ha recibido esta mañana al presidente del Gobierno español Pedro Sánchez en Roma en un encuentro cordial donde los intereses en algunos temas comunes, como la unión de los países del sur de Europa y el dosier migratorio, contrastan con dos ejecutivos políticamente muy diferentes. Tras la llegada de Sánchez a la capital italiana, en una mañana fría y nublada de primavera, los dos líderes se han reunido en total durante una hora y media, para luego realizar una comparecencia conjunta ante la prensa sin posibilidad de preguntas. Un aspecto que ha llamado la atención de la prensa italiana, el diario La Stampa publicaba un artículo esta mañana en el que señala que “otra vez más” la premier italiana se negaría a recibir preguntas, como ya ha hecho en otros encuentros institucionales, limitándose a un comunicado. Meloni, que ya ha tenido más de un malentendido en sus ruedas de prensa posteriores a los Consejo de Ministros, mide su exposición a ante los periodistas.
El ambiente ha sido de correcta sintonía a las puertas de la presidencia rotatoria de España en la Unión Europea, que comienza el próximo 1 de julio y terminará a finales de año. Es la primera reunión bilateral de ambos líderes, que ya han coincidido en diversos compromisos, principalmente en sede europea y llega, además, tras la celebración del foro Italia España celebrado hace una semana en Roma. Casi seis meses después de la llegada de Meloni al Gobierno y tras la ausencia por una gripe de la premier italiana en la cumbre del Med6 en Alicante el pasado mes de diciembre, finalmente se materializa el encuentro. El vínculo entre los dos países, no solo por la cercanía, sino también por las similitudes de las dos naciones se da por descontado. Así lo justificó el ministro de Exteriores Antonio Tajani ante la prensa extranjera respondiendo a una pregunta de NIUS donde decía que, al margen de colores políticos, “Italia y España son dos países amigos”.
Aún así, el nivel de atención sobre el encuentro era grande debido a la evidente contraposición política de los dos líderes. Giorgia Meloni y su partido, Hermanos de Italia, son socios en España de VOX y es conocida la buena relación personal entre Abascal y la líder italiana del partido de extrema derecha. De hecho, la segunda aparición pública de la premier italiana tras ganar las elecciones, pocos días después de reconocer la victoria en la noche electoral, fue en un vídeo que se proyectó en un acto del partido español de extrema derecha.
A la salida de una reunión han ofrecido una comparecencia a los medios en la que han hablado de los temas comunes sobre la mesa, desde migración, a la guerra en Ucrania y a diferentes aspectos de política y economía común. Fabrizio Coticchia, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Génova, destaca dos puntos principales para entender qué significa este encuentro entre los dos dirigentes. “Por un lado es importante señalar que Italia ha luchado siempre, especialmente en los últimos años, por conseguir dar una relevancia internacional al eje sur de Europa, sea en la OTAN sea en la Unión Europea”, explica el experto. El Mediterráneo y su importancia es fundamental para el país transalpino, es su área vital y su punto de interés, y encuentra en países como Grecia o España una unión en temas, por ejemplo, migratorios. Esto hace que vea al Gobierno español, al margen del color político, como “vecino”. “El segundo punto, también importante, es que Italia no tiene grandes aliados a nivel internacional, ya antes de que llegase Meloni, le hace falta una red de alianzas, por ejemplo en la política anti austeridad en Europa, donde España, potencialmente, puede ser un socio”, añade el profesor.
Desde inicio de la legislatura, este otoño, uno de los objetivos principales de Meloni ha sido el de conseguir una reputación internacional que respaldase su Gobierno, el equilibrio entre las relaciones externas y las deudas con su electorado es fundamental. “Italia aún mantiene una gran centralidad a nivel global, pero seguramente sufre una gran incoherencia que depende, también, de las interacciones que tendrá Meloni con sus aliados internacionales. Está claro que necesita un gran pragmatismo en sus relaciones con Europa, por ejemplo, pero en Italia tiene que mantener sus luchas simbólicas que la acercan al electorado”, explica el experto. Conjugar ambos aspectos es el mayor reto de la primera ministra, además de la durabilidad del Gobierno que, en Italia, suele ser de media de poco más de un año, esquema que la coalición de derechas pretende desmentir.
Michele Testoni es profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Segovia y habla sobre el contexto de las relaciones entre ambos países. “El encuentro mantiene aún la inercia de las buenas relaciones entre Pedro Sánchez y los anteriores primeros ministros italianos, Giuseppe Conte y Mario Draghi. Es importante ver cómo aprovechan esa unión Mediterránea a pesar de las diferencias evidentes. Desde la entrada de Finlandia en la OTAN el epicentro europeo se desplaza aún más hacia el eje báltico, y está en el interés de ambos mantener la atención sobre el sur de Europa”, explica. Algo que el presidente Mattarella en su última visita a Madrid, a finales de 2021, donde reclamó la cercanía de ambos países y la necesidad de unir fuerzas, especialmente en el horizonte del Recovery Fund, donde ambos son los principales beneficiarios de Europa.
Lectura que comparte también Carlo Passarello, periodista italiano especialista en geopolítica. “Tener buenas relaciones con España, de cara también a la presidencia de la UE, es fundamental para Italia. Y lo mismo para Sánchez que ve a Italia como un socio fundamental para aumentar su fuerza en sede europea”, dice. “Veo más cercanía con un Gobierno español opuesto políticamente, que con uno similar, de extrema derecha, en el norte de Europa”, añade.
¿Los temas en común?
El fenómeno migratorio por la ubicación de ambos países en el Mediterráneo es fundamental como punto de unión entre ambos, aunque el enfoque ideológico es diferente, la gestión en la práctica es similar, con los acuerdos firmados con los países del norte de África. Además, en este encuentro, los dos dirigentes han pedido mayor implicación europea en la gestión de los flujos y la colaboración de todos los países miembros. Aunque Meloni ha endurecido con varios decretos la posibilidad de los rescates de las ONG en la costa italiana, su postura ha sido menos severa que lo esperado tras una campaña electoral feroz en esta temática, aspecto que España parece apreciar. Ambos forman parte del grupo Med5, donde están también Chipre, Malta y Grecia, y se intentan aunar posturas de cara al Pacto de Migración y Asilo, que España espera conseguir de su mandato en la UE.