El papa Francisco, tal y como avanzó el Vaticano, ha abandonado este sábado el Hospital Gemelli de Roma en el que permanecía ingresado desde el pasado miércoles a causa de una bronquitis. A su salida, preguntado por su estado de salud, ha respondido entre risas: "Estoy todavía vivo".
Tras recibir el alta, el pontífice argentino ha salido del hospital a las 10:20 hora local a bordo de un utilitario y, a su salida, llegó a bajar al coche ayudado por un bastón, para saludar a los fieles y agradecer a los periodistas que han informado sobre su salud.
Además, según ha informado el director de la oficina de prensa del Vaticano, Matteo Bruni, ha abrazado a una pareja de padres que perdió a su hija la noche anterior y se ha detenido a rezar con ellos. También bautizó a Miguel Ángel, un bebé ingresado en la plata de oncología pediátrica.
Jorge Mario Bergoglio, de 86 años, presidirá este domingo la misa del Domingo de Ramos en la plaza de San Pedro del Vaticano, que abre oficialmente los ritos de la Semana Santa, la más importante del calendario litúrgico, aunque será oficiada por el cardenal argentino Leonardo Sandri.
Antes de salir del hospital, Francisco se ha despedido del rector de la Universidad Católica, Franco Anelli; del director general del Gemelli, Marco Elefanti; el asistente eclesiástico de la Universidad, monseñor Claudio Giuliodori, y el equipo médico y de enfermeros que lo han asistido.
El portavoz de la Santa Sede ya adelantó el viernes que Francisco saldría este sábado del hospital con el beneplácito de los médicos que lo atendieron. El papa fue ingresado el pasado miércoles a causa de una bronquitis de base infecciosa, por lo que se le aplicó un tratamiento de antibióticos en infusión, por vía intravenosa. Ya desde el primer día hospitalizado su salud constató una "mejoría", tal y como aclaró Bruni por entonces.
Francisco ha permanecido en un apartamento de uso exclusivo de los papas en el Gemelli, inaugurado en tiempos de Juan Pablo II, y en estos días de convalecencia ha leído periódicos, ha rezado en su capilla e incluso cenó pizza acompañado por algunos médicos y colaboradores.
La misa del Jueves Santo será celebrada por el arzobispo vicario del sumo pontífice para la ciudad de Roma, el cardenal Angelo De Donatis, junto a todos los sacerdotes de la diócesis de Roma, mientras que en la Misa en la Cena del Señor, en la tarde de ese mismo día, con el lavatorio de los pies, será celebrada por el arcipreste de la Basílica de San Pedro, el cardenal franciscano Mauro Gambetti, según informa 'Il Corriere della Sera'.
De su evolución dependerá que Bergoglio lea su mensaje 'Urbi et Orbi' de Pascua de Resurrección, uno de los mensajes más importantes del año.
Esta ha sido la segunda vez que Francisco ha pasado por el Gemelli. La primera tuvo lugar el 4 de julio de 2021, cuando fue operado del colon y quedó hospitalizado durante diez días.
Desde entonces, el papa también ha padecido un problema en su rodilla derecha que le obliga a andar con bastón o con silla de ruedas y ha asegurado en varias ocasión que no se quiere operar.