El ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, ha prometido este sábado a las fuerzas rusas que combaten en Ucrania la pronta llegada de nuevas remesas de munición para proseguir la ofensiva en el este del país. "Estamos tomando las medidas necesarias para aumentar el ritmo de producción", ha señalado durante una visita en Moscú al centro de mando y de coordinación de la invasión.
Por otra parte, en un mensaje en Telegram, la ministra de Defensa ucraniana, Hanna Malyar, ha señalado que las tropas del Kremlin "concentran sus mayores esfuerzos en establecer el control sobre Bajmut, intentan avanzar hacia el centro de la ciudad, en algunas zonas tienen progresos menores variables. Pero no logran tomar la urbe. Continúan los intensos combates".
Por otra parte, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha recordado cómo hace exactamente un año se conoció la "atroz verdad" de lo que había ocurrido en la localidad de Bucha durante los primeros compases de la ofensiva militar de Rusia y ha reclamado que los "asesinos rusos" rindan cuentas.
La retirada de las tropas rusas y la posterior entrada de las ucranianas en Bucha marcó un hito por lo que salió a la luz, ya que en esta ciudad se encontraron cadáveres de civiles ejecutados de forma arbitraria y lugares de tortura que ponían de manifiesto posibles crímenes de guerra y contra la humanidad.
"Cuando Bucha fue desocupada, la atroz verdad de lo que estaba ocurriendo en los territorios temporalmente ocupados se reveló al mundo", ha dicho Zelenski, en un mensaje en sus redes sociales.
Como homenaje a los residentes de Bucha, y en recuerdo a las decenas de personas que murieron a manos de las tropas rusas, Zelenski ha concedido al alcalde, Anatoli Fedoruk, el premio a la Ciudad Heroica, según recoge la agencia de noticias Ukrinform.
Durante su visita a Bucha, Zelenski ha estado acompañado por varios líderes europeos como la mandataria de Moldavia, Maia Sandu; el primer ministro de Eslovaquia, Eduard Heger; su homólogo esloveno, Robert Golob; y el jefe de Gobierno de Croacia, Andrej Plenkovic.
El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, ha apuntado este fin de semana que ha recibido del Gobierno de Ucrania una orden de suministro, de un centenar de vehículos acorazados para su uso en la guerra.
Morawiecki ha confirmado que la remesa constará de 100 unidades del transporte blindado de personal con ruedas KTO Rosomak ("Lobezno") que serán costeados "con dinero europeo" y estadounidense entregado al Gobierno de Kiev en concepto de ayuda.
Los vehículos serán fabricados en Siemianowice, donde el primer ministro polaco ha realizado el anuncio. "Hoy es un gran día para esta ciudad, para la región de Silesia y para Polonia", ha manifestado en declaraciones recogidas por la agencia oficial de noticias polaca PAP.
Rusia ha asumido este sábado la presidencia de turno mensual del Consejo de Seguridad de la ONU entre las críticas de Ucrania y sus aliados que recuerdan a Moscú sus reiteradas burlas al sistema legal internacional.
Cada uno de los 15 miembros -cinco permanentes y 10 rotatorios- que integran el Consejo de Seguridad asumen la presidencia durante un mes. La última vez que Moscú presidió el máximo órgano decisorio de Naciones Unidas fue en febrero de 2022, cuando lanzó su invasión a gran escala sobre Ucrania.
Además, es la primera vez que el presidente de un país que preside el Consejo de Seguridad, en este caso Vladimir Putin, tiene una orden de detención internacional por crímenes de guerra. El Tribunal Penal Internacional (TPI) emitió el mandato el mes pasado por la deportación forzosa de menores de orfanatos ucranianos.
Desde Kiev han expresado su rechazo más absoluto. Zelenski ha calificado los hechos de "absurdos y destructivos" y ha remachado que "los terroristas deben perder, deben rendir cuentas por el terror y no deben presidir nada". El ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dimitro Kuleba, ha descrito la situación "un mal chiste".