Un niño de tres años, ingresado tras tragarse dos agujas en Bolivia: una se rompió y la otra continúa en su interior

Los accidentes protagonizados por niños en casa son algo cotidiano. Al no tener casi conciencia del peligro, los más pequeños juegan con objetos punzantes o peligrosos que pueden provocar heridas por las que tengan que ser trasladados a un centro médico.

Uno de los últimos casos en hacerse conocidos ha sido el de un niño de tan solo tres años que ha pegado un gran susto a sus familiares.

Un niño de tres años se traga dos agujas

Al parecer, el menor se encontraba jugando en su domicilio de Bolivia con varios objetos cuando se tragó dos agujas de grandes dimensiones. Nada más darse cuenta de dicho accidente doméstico, sus tutores no lo pensaron en ningún momento y lo trasladaron hasta el Hospital del Niño en Cochabamba.

Fue en este centro médico donde el pequeño ingresó de Urgencias y el equipo médico decidió realizarle una radiografía para ver dónde y cómo se encontraban las agujas que el menor se había tragado. Una vez con los resultados de la prueba en la mano, los doctores comprobaron que una de las agujas se había roto en dos partes.

Por eso, los profesionales sanitarios no lo duraron y le realizaron una endoscopia para tratar de retirar el objeto punzante de su esófago que se había partido en dos pedazos y la aguja que aún permanecía intacta. Por suerte, los médicos lograron retirar el interior del niño la aguja que se había roto en dos pedazos.

Sin embargo, la otra herramienta permanecía intacta pero era muy complicada su retirada. Tras realizarle esta primera prueba prueba, Raúl Copana, director del Hospital del Niño en Cochabamba, concedía unas palabras a los medios de comunicación locales en las que informaba sobre la evolución del caso: "El objeto está en un lugar no accesible por medio endoscópico, estamos esperando que el niño expulse el objeto o su cuerpo lo acerque a un lugar accesible para el endoscopio".

Vigilancia a los menores

No obstante, el profesional sanitario intentaba tranquilizar en su diagnóstico y aseguraba que tras la radiografía y la endoscopia realizadas, no se habían observado ningún tipo de lesión en un primer momento: "No tenemos datos de lesiones por las agujas. Solamente que, al ser un objeto punzante, tenemos que observar al paciente internado hasta que sea eliminado. Está en la porción final del intestino".

Debido a esta razón, el menor ha quedado ingresado en el hospital boliviano mientras verifiquen que se encuentra fuera de peligro. En su comunicado, el director del centro médico también aprovechaba para defender la actuación de los padres del menor: "Son accidentes, traumatismos no provocados. Ningún papá le da objetos a un niño para que los ingiera. Ocurren por no tener cuidado con estos materiales y dejarlos al alcance de los niños. Ellos por naturaleza van a llevar a la boca todo lo que puedan".

Por último, Raúl Copana pedía a todos los adultos que fuesen responsables de cualquier menor de edad que estuviesen atentos a los pequeños ya que se podían producir varios casos como este por cualquier imprevisto: "Pedimos a los padres que tengan mucho cuidado con los niños, hace falta un segundo para que los niños ingieran objetos y esto puede tener consecuencias en su salud".