Certificado de nacimiento expedido con el nombre de los nuevos padres, nacionalidad estadounidense y el ratio de éxito más alto del mundo es el reclamo de las clínicas de maternidad subrogada estadounidense. Para conseguirlo, los futuros padres interesados en tener un hijo por esta vía tienen que desembolsar una media de 160.000 dólares a lo largo de un programa que puede durar entre uno y varios años, según vaya el proceso con la madre gestante. Esta recibe la mitad del dinero desembolsado (80.000 dólares de media). 

Conscientes de lo elevado de las tarifas, son varias las clínicas de fertilidad que en su propia página web alertan de la necesidad de que las personas interesadas dispongan de altos recursos. Por ley, estos establecimientos están obligados a informar de los resultados de sus procedimientos de transferencia de embriones y fertilización in vitro (IVF), siendo el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), de ámbito federal, quien ofrece amplia información acerca de las clínicas con mejores tasas de éxito con el objetivo de que los futuros padres puedan elegir el programa más fiable. 

Por estados

Sin embargo, la subrogación en los Estados Unidos no está regulada a nivel federal, por lo que cada estado tiene sus propias leyes. En algunos solo se permite este procecso para parejas heterosexuales, mientras que otros aceptan parejas casadas pero no solteras. Por ello, las propias clínicas de gestación recomiendan que se opten por programas de subrogación en estados que dispongan un marco legal de apoyo. 

Los estados más favorables a este tipo de maternidad son California, Connecticut, Delaware, Distrito de Columbia (donde se sitúa la capital, Washington), Maine, Nuevo Hampshire, Nueva Jersey, Nevada y el estado de Washington. En la mayoría de ellos los dos principales procedimientos legales (acuerdo de subrogación y orden previa al nacimiento) se entregan por separado, lo que facilita y garantiza las mejores condiciones para los nuevos padres.

Documentos

El acuerdo de subrogación es fundamental ya que se convertirá en el contrato entre los futuros padres y la madre gestante. A través de este documento se detallan los acuerdos económicos y las responsabilidades entre los nuevos padres y la gestante subrogada. 

La orden previa al nacimiento o declaración de paternidad es una orden judicial que se ejecuta en el tercer trimestre. Establece que el hospital debe inscribir el nombre de los futuros padres en el certificado de nacimiento del bebé, por lo que los estados que apoyan las órdenes prenatales nunca pondrán el nombre de la madre gestante en el certificado de nacimiento, a menos que así lo indiquen los futuros padres.

Los estados que no permiten la orden previa determinan la filiación del bebé en base al acuerdo de subrogación, pero emitiendo la orden después del nacimiento, lo que puede dar a la madre gestante la oportunidad de impugnar el acuerdo. Sin embargo, si el contrato de subrogación se ha ejecutado en función de lo dispuesto, su anulación será casi imposible en la mayoría de los estados.

Los más restrictivos

Los estados que más problemas ponen a la maternidad subrogada son Arizona (donde la ley local prohíbe este tipo de acuerdos y la gestante figura como la madre legal), Indiana (los contratos de subrogación están prohibidos aunque algunos tribunales otorgan órdenes parentales incluso si el contrato de subrogación no es válido), Luisiana (legalmente restringida a parejas heterosexuales casadas que usan su propio óvulo/esperma), Michigan (los acuerdos comerciales de subrogación están prohibidos y las personas que persiguen acuerdos comerciales pueden enfrentarse a severas sanciones penales) y Wyoming (no dispone de leyes ni casi precedentes legales).

Favorables con requisitos

Los estados que son proclives a la maternidad subrogada aunque no exista legislación al respecto son Alabama (admite pedidos prenatales solo para parejas casadas), Alaska (no apoya explícitamente las órdenes prenatales), Arkansas (las parejas del mismo sexo deben estar casadas), Colorado, Florida (subrogación solo permitida entre parejas legalmente casadas y solo después del nacimiento del bebé), Georgia y Hawai (no se emiten órdenes prenatales).

En situación parecida se encuentran Illinois (su legislación permite que los futuros padres obtengan órdenes prenatales y posteriores al nacimiento siempre que uno de los padres esté relacionado genéticamente con el bebé), Kansas (las órdenes prenatales se pueden otorgar caso por caso), Kentucky (se pueden otorgar órdenes prenatales a parejas casadas), Maryland (la emisión de las órdenes de paternidad depende de la corte, que es bastante permisiva), Massachusetts y Minnesota.

A favor pero con excepciones se encuentran Misuri (el estado permite que individuos, parejas casadas o no casadas -del mismo sexo o heterosexuales- obtengan una orden posterior al nacimiento, incluso si ninguno de los futuros padres tiene una conexión genética), Misisipi, Carolina del Norte (los resultados legales varían mucho según el condado y el juez), Dakota del Norte (un niño nacido de madre gestante es el hijo de los futuros padres si uno de los padres está relacionado genéticamente con el bebé), Nuevo México y Nueva York (los acuerdos de subrogación son legales y las órdenes prenatales se pueden emitir a partir de 2021 si los futuros padres son residentes del estado).

Distintas situaciones se dan en Ohio (los futuros padres pueden solicitar una orden prenatal en Ohio sin pasar por problemas legales), Oklahoma (las parejas no casadas no pueden obtener una orden prenatal con el nombre de ambos y los futuros padres solteros pueden obtener una orden prenatal incluso si no están relacionados genéticamente con el niño), Oregón (los tribunales permiten órdenes prenatales si al menos uno de los padres está relacionado genéticamente con el niño), Rhode Island, Pensilvania (el Tribunal Superior de Pensilvania anuló las decisiones de los tribunales inferiores que niegan los contratos de subrogación y los derechos de los futuros padres pero la disponibilidad de órdenes parentales aún varía en todo el estado), Carolina del Sur, Dakota del Sur, Texas (se admiten los acuerdos de subrogación gestacional, pero solo entre parejas heterosexuales legalmente casadas). 

En Utah los acuerdos de subrogación gestacional solo se permiten entre parejas heterosexuales legalmente casadas y solo si una revisión judicial valida el acuerdo después del nacimiento. En Wisconsin los tribunales pueden respaldar las órdenes previas al nacimiento, pero las órdenes posteriores al nacimiento siempre se requieren después del nacimiento para establecer la paternidad legal. Virginia Occidental admite las órdenes prenatales pero solo entre parejas heterosexuales legalmente casadas.

Con condiciones

La maternidad subrogada es más restringida en estados como Iowa, donde no hay al respecto pero si una especificación acerca de que un “acuerdo de sustitución” no constituye la venta de seres humanos. En Idaho tampoco hay leyes de apoyo y las órdenes prenatales solo se pueden emitir si la pareja usa su propio óvulo/espermatozoide en el ciclo de FIV. Montana (sin leyes y muy pocos precedentes legales) y Nebraska (los acuerdos comerciales de subrogación están prohibidos por ley y no existe una ley explícita que apoye los acuerdos de subrogación altruista). 

En Tennesse la ley local define los acuerdos de subrogación cuando ambos futuros padres están relacionados genéticamente con el bebé y si se utiliza una donante de óvulos, la madre sustituta debe renunciar a sus derechos de paternidad. En Vermont no existe una ley que regule la gestación subrogada y los tribunales no respaldan las órdenes previas al nacimiento aunque pueden emitir órdenes posteriores al nacimiento. Finalmente, en Virginia los acuerdos de subrogación gestacional están sujetos a una amplia gama de restricciones complicadas, emitiendo en su lugar órdenes posteriores al nacimiento.