Las empresas de Irlanda del Norte respiran con el nuevo acuerdo del Brexit

  • Las pequeñas compañías de la región aseguran que el tratado de Sunak “casi nos lleva de vuelta a los tiempos anteriores al Brexit”

  • Permite la libre circulación de mercaderías dentro del territorio para todos los productos que no vayan destinados a la UE

  • Desbloquea la situación económica, pero no la política, ya que los unionistas, para los que se renegoció el acuerdo, siguen pidiendo más

El sector empresarial, tanto británico como el norirlandés, se ha mostrado aliviado con el nuevo acuerdo del Brexit de Rishi Sunak. El presidente de Marks & Spencer, Archie Norman, que era uno de los más críticos con el protocolo de Johnson, ha descrito el nuevo acuerdo como un "gran paso adelante" y que soluciona el problema del cubo de Rubik generado por el Protocolo.

En declaraciones a BBC Belfast, Sarah Hards, directora de la empresa de transporte local AM Logistics, con sede en el puerto de Larne, aseguró que el acuerdo tenía más alcance de lo esperado. “Lo que se ha encontrado es en realidad más beneficioso de lo que se pensaba -ha dicho-. Casi nos lleva de vuelta a los tiempos anteriores al Brexit”. Por su parte, Mark O’Connell, director de la compañía OCO Global, con sede en Belfast, lo describió como una oportunidad para revitalizar la economía de Irlanda del Norte. "Desde una perspectiva comercial, el acceso dual de Irlanda del Norte al mercado único británico y al mercado único europeo debería convertir a la región en uno de los lugares de inversión más deseables de Europa", dijo en declaraciones a la prensa local.

Grandes empresas como Amazon, los supermercados Sainsbury's, la aeronáutica Airbus o Coca Cola han dado la bienvenida al acuerdo. En una carta abierta a Sunak han destacado que el acuerdo “representa una gran oportunidad para las economías de Irlanda del Norte y Gran Bretaña”.

El nuevo acuerdo del Brexit ha sido aprobado esta semana en el parlamento de Londres con el único voto en contra de los ocho unionistas del DUP (Partido Democrático del Ulster) y de una veintena de diputados brexiteros conservadores radicales entre los que estaban los exprimeros ministros Boris Johnson o Lizz Truss. Se espera que desbloquee la situación económica en el territorio, pero no la situación política porque los unionistas siguen negándose a formar gobierno. Ha sido convertido en ley internacional este viernes por el vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, y por el ministro de asuntos exteriores británico, James Cleverley y se implementará próximamente en la región.

El nuevo acuerdo de Rishi Sunak, conocido como el marco de Windsor, donde lo cerraron Sunak y la presidenta de la Comisión Ursula von der Leyen el pasado 27 de febrero, es una concesión de la UE que trata de contentar al DUP, el único que no lo ha apoyado. Sustituye al protocolo de Irlanda del Norte que firmó Johnson en enero de 2020. El protocolo de Johnson trasladaba la frontera con la Unión Europea (UE) a la costa que separa las islas de Irlanda (donde está el territorio británico de Irlanda del Norte) y Gran Bretaña (donde está las otras tres naciones británicas: Inglaterra, Gales y Escocia).

Johnson dejó a Irlanda del Norte dentro del mercado único europeo y de la unión aduanera. El acuerdo entró en vigor en febrero de 2020 pero hubo un período de transición de once meses. Se implementó el 1 de enero de 2021. El DUP se negó a formar gobierno compartido en la región hasta que no se eliminara el protocolo por considerar que rompía el mercado interior británico y dejaba a la región más cerca de la República de Irlanda que del Reino Unido.

"No para la UE"

El nuevo acuerdo tiene dos partes. La primera es la apertura de la frontera para los productos de Gran Bretaña que se queden en el Reino Unido. O sea, que Irlanda del Norte se queda dentro del mercado único europeo y del mercado único británico. Y la segunda es el mecanismo de veto del parlamento norirlandés.

En cuanto a la apertura de la frontera interior, se han creado dos carriles, uno verde para los productos que se queden en el Reino Unido, y uno rojo para los destinados a la Unión Europea (UE), que deben pasar por territorio norirlandés. Estos seguirán haciendo cola en las aduanas y rellenando papeleo. Para utilizar el carril verde, las empresas deberán registrarse como comerciantes de confianza en el nuevo Programa del Mercado Interior del Reino Unido (UKIMS, por sus siglas en inglés).

Los supermercados y otras grandes empresas que son miembros ya de un esquema existente se trasladarán automáticamente a UKIMS. También pasarán a formar parte negocios con sede en Gran Bretaña y que no tienen instalaciones físicas en Irlanda del Norte. Para la mayoría de las empresas en Irlanda del Norte, el control físico de las mercancías no ha sido el principal impacto del protocolo, sino la burocracia adicional.

Se eliminará el papeleo y las empresas ya no tendrán que hacer cola en los puertos para ser chequeados ni tendrán que rellenar los formularios. No tendrán que proporcionar la “declaración complementaria”, un formulario detallado que debe completarse después de que las mercancías hayan llegado de Gran Bretaña. El gobierno dice que elimina más de 60 reglas de alimentos y bebidas de la UE que estaban en el protocolo original. También permitirá que las medicinas aprobadas en el Reino Unido sean utilizadas en Irlanda del Norte.

Se introducirán también etiquetas de “No para la UE” en los productos alimenticios que se venden en Irlanda del Norte. A partir de octubre de este año, la carne preenvasada y la leche fresca deben etiquetarse individualmente de esa manera, y el etiquetado de otros productos se implementará en julio de 2025. El gobierno dice que brindará apoyo financiero para ayudar a las empresas con el cambio de etiquetado.

El mecanismo de veto

La segunda parte del acuerdo es el Stormont Brake (freno de Stormont), que es un mecanismo que otorga a la Asamblea de Stormont (el parlamento de Irlanda del Norte) el poder de veto a los cambios en las normas de la UE que se aplican en Irlanda del Norte. El protocolo de Johnson dejó a Irlanda del Norte “dinámicamente alineada” con la legislación de la UE en una variedad de áreas, incluida la agricultura, el medio ambiente, la regulación de productos y el IVA. Ahora el IVA será regulado desde Londres.

Los anexos del protocolo enumeraban más de 300 leyes de la UE, y el protocolo establecía que cualquier cambio o enmienda a esos actos se aplicaría automáticamente. Esto se evita ahora con este mecanismo de veto. Solo un 5% de las leyes europeas permanecen en el territorio, según el Gobierno, las mínimas necesarias.

El freno puede ser activado por 30 parlamentarios de la asamblea, es decir una tercera de los 90 parlamentarios que integran la asamblea. Es un mecanismo parecido la Petition of Concern, petición de preocupación (el mecanismo especial para requerir el consentimiento intercomunitario), mecanismo integrado en los acuerdos de paz de 1998 para proteger a las comunidades minoritarias.

En el caso del mecanismo de veto, solo requieren que una comunidad sume los 30 asamblearios para ponerlo en marcha. Es un mecanismo hecho para los unionistas británicos porque los nacionalistas irlandeses son proeuropeos y no lo van a activar. Actualmente el partido más votado en la región es el de los nacionalistas irlandeses del Sinn Féin. Después están los unionistas británicos del DUP con 25. Estos dos partidos son los que deberían formar gobierno. Por comunidades, en total, hay 35 unionistas, 35 nacionalistas y 20 intercomunitarios, que cada vez son más en la región.

Los tres requisitos

Para activar el mecanismo se deben cumplir tres requisitos.

Primero. El ejecutivo de Irlanda del Norte debe ser restaurado y operativo, con un ministro principal y un viceministro principal en el cargo y la asamblea en sesión ordinaria. Debe haber un gobierno compartido entre el partido más votado de los nacionalistas irlandeses y los unionistas británicos, según los acuerdos de paz de 1998. En estos momentos y desde hace un año no hay gobierno por el boicot de los unionistas del DUP a formar gobierno hasta que no se eliminen los efectos del Brexit en el territorio.

Segundo. La ley impuesta por la UE debe “diferir significativamente” de la regla original y debe tener un “impacto significativo específico en la vida cotidiana de las comunidades en Irlanda del Norte” de una manera que probablemente persistirá.

Y tercero, debe haber una discusión previa entre los gobiernos de Londres, de Belfast y las partes interesadas relevantes de las empresas y la sociedad civil norirlandesas para buscar soluciones alternativas.

Si no se encuentra una solución, entonces se activa el mecanismo y actúa el gobierno de Londres, que debe juzgar la explicación de los asamblearios norirlandeses para asegurarse que se han cumplen las tres condiciones. Si no se cumplen, se aplica la ley europea directamente. Si se cumplen, Londres contacta con Bruselas y un organismo independiente debe valorar si se aplica o no.

El acuerdo fue aprobado el miércoles en el parlamento de Londres. No requería ser legislado con una votación, aunque Sunak la había prometido. Sí que debía ser legislada la parte del mecanismo de veto porque modifica la ley de Irlanda del Norte de 1998, cuando se devolvió la autonomía a la región. Lo que se votó, por tanto, era el mecanismo de veto. Sunak dijo que si se aprobaba el mecanismo significaría, por ende, que se aprobaba el acuerdo completo, como sucedió.