La Asamblea Nacional francesa ha rechazado este lunes las dos mociones de censura presentadas en el marco de la aprobación por decreto de la reforma de las pensiones que impulsa el Gobierno del presidente Emmanuel Macron, aunque el resultado augura un debilitamiento de la primera ministra, Élisabeth Borne. Además el rechazo de las dos mociones implica la aprobación de la reforma de las pensiones. La luz verde a las reforma ha sido respondida en las calles con graves enfrentamientos entre los manifestantes y la policía que se han saldado con al menos 142 personas detenidas.
La primera moción, la presentada por grupo LIOT --Libertad, Independientes, Ultramar y Territorios-- ha sido rechazado por solo nueve votos de diferencia: 287 votos en contra y 278 a favor, mientras que la segunda, la de la formación ultraderechista Unión Nacional que lidera Marine Le Pen ha contado con solo 94 votos a favor.
Sin embargo, en la votación de la primera moción hasta 19 de los 61 diputados del partido Los Republicanos han apoyado la salida del Gobierno, lo que despierta las dudas sobre el futuro político de Borne. La dirección de Los Republicanos había dado orden de apoyar al Gobierno a pesar de que no forma parte de la coalición que lidera Macron, por lo que estos diputados han roto la disciplina de voto.
Tras la votación, Borne ha destacado en Twitter que "estamos llegando al final del camino democrático de esta reforma esencial para nuestro país".
Ambas mociones fueron presentadas el viernes, después de que el Gobierno de Elisabeth Borne recurriese al artículo 49.3 de la Constitución, que permite aprobar una iniciativa legislativa sin votación en el Parlamento, pero a costa de abrir la puerta a la presentación de mociones de censura contra el Ejecutivo.
Para el líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, tras el rechazo de estas mociones de censura es necesario una "censura popular" al Gobierno en "cualquier lugar y en cualquier circunstancia".
"El Gobierno ya está muerto. Solo han faltado nueve votos para tumbar al Gobierno y su reforma", ha declarado por su parte la diputada de La Francia Insumisa Mathilde Panot. "La primera ministra (Elisabeth Borne) obviamente debe dimitir", ha remachado.
Mientras, la líder ultraderechista Marine Le Pen ha emplazado a Macron a que "presente otro gobierno a los franceses". "La crisis no se resolverá si no lo hace", ha afirmado en declaraciones a BFMTV.
Al menos 142 personas han sido detenidas durante los graves disturbios registrados este lunes en París coincidiendo con la aprobación en la Asamblea Nacional de la reforma de las pensiones. La oposición denuncia la detención de manifestantes pacíficos, incluidos políticos de La Francia Insumisa.
Cientos de manifestantes han salido este lunes a las calles del centro de París, han tumbado contenedores de basura, les han prendido fuego y han saqueado comercios de las calles comerciales más emblemáticas de la capital gala, según recoge la prensa francesa.
La Policía ha desplegado efectivos antidisturbios BRAV-M que han perseguido en motocicletas a los responsables de estos estragos en la zona de Montmartre, Ópera o Louvre. Los manifestantes han coreado consignas anticapitalistas mientras los violentos causaban importantes daños materiales.
El líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, ha hecho un llamamiento al "cese inmediato de las detenciones". "Esta noche, decenas de personas pacíficas fueron detenidas de manera violenta y arbitraria. Entre ellos Emma Fourreau, corresponsable de Jóvenes Insumisos, y Laurent Abrahams, activista de La Francia Insumisa. ¡Exigimos el cese inmediato de las detenciones y la liberación de los presos!", ha publicado Mélenchon en Twitter.
"¡Macron y su gobierno nunca tendrán suficientes células policiales para detener la justa ira de todo un pueblo!", ha añadido por su parte la diputada de La Francia Insumisa Mathilde Panot.
Las movilizaciones se han reproducido en otras muchas ciudades francesas. En Marsella un centenar de manifestantes han intentado asaltar la prefectura de Bocas del Ródano, informa 'Le Figaro' citando fuentes policiales. La Policía intervino para detenerlos y la situación está ahora en calma.
En Toulouse la situación es de tensión, con manifestantes quemando conenedores de basura, mientras que en Burdeos la Policía ha empleado gas lacrimógeno para dispersar a la multitud.
En Burdeos y Lille la Policía también ha intervenido con gases lacrimógenos y otros medios antidisturbios para dispersar la protesta, mientras en Montpellier se han levantado barricadas en las inmediaciones de la prefectura.
En Nancy un centenar han destruido mobiliario urbano, según medios de Alsacia. Los contenedores de basura han sido volcados. También en Rennes, Dijon y Estrasburgo ha habido protestas.