Por qué un escándalo de joyas saudíes puede complicar el regreso de Bolsonaro a Brasil
Arabía Saudí regaló al entonces presidente de Brasil y su esposa joyas por valor de 3 millones de dólares durante un viaje oficial
El valioso regalo no fue declarado en la aduana al regresar a Brasil y fue requisado; otro paquete con joyas si logró burlar los controles
Bolsonaro tendrá que declarar por unas joyas "regaladas" por Arabia Saudí
Jair Bolsonaro huyó de Brasil cuando todavía era presidente del país (2019-2023). El pasado 30 de diciembre, cogió un vuelo a Estados Unidos para evitar, dos días después, tener que entregar la banda presidencial a su rival y sucesor, Luiz Inácio Lula da Silva. Desde entonces el líder ultraderechista permanece en Florida y según, ha anunciado esta semana, su hipotético regreso podría producirse el 29 de marzo, aunque dependerá de "la situación en Brasil".
Su vuelta no será fácil. Al asalto de sus seguidores a las sedes de los tres poderes del país (Congreso, Supremo y Presidencia) el pasado 8 de enero, se une el reciente escándalo de las joyas saudíes. Este caso salió a la luz el pasado 3 de marzo gracias a una investigación del diario O Estado de Sao Paulo, pero los hechos se remontan a octubre de 2021. Arabia de Saudí regaló a la entonces primera dama de Brasil, Michelle Bolsonaro, joyas valoradas en 3,2 millones de dólares, durante un viaje oficial.
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El Gobierno Bolsonaro trató de introducir las joyas de forma ilegal en Brasil, donde es obligatorio declarar todos los bienes que superen los 1.000 dólares. El conjunto de joyas (un collar, un anillo, un reloj y unos pendientes de diamantes de la exclusiva marca suiza Chopard) fue interceptado en un control aduanero. Un asesor de la comitiva llevaba las joyas en una mochila y el Fisco, el órgano responsable de las aduanas del país, las requisó en el aeropuerto internacional de Guarulhos, en Sao Paulo.
Bolsonaro intentó hasta en ocho ocasiones recuperar el valioso regalo antes de finalizar su mandato el pasado 1 de enero, pero no tuvo éxito. El diario brasileño que destapó el escándalo reveló que hubo un segundo paquete de joyas, compuesto por un reloj, un bolígrafo y un anillo, también de Chopard y para el propio mandatario, que tampoco fue declarado en la aduana, pero que sí consiguió entrar en el país.
Cinco días para entregar los regalos
El pleno del Tribunal de Cuentas de la Unión de Brasil dio el pasado miércoles un plazo de cinco días al expresidente para que entregue todos los regalos que recibió entre 2019 y 2022, entre ellos el otro paquete de joyas regalo de la monarquía saudí y un juego de armas que recibió en el mismo viaje. Los jefes de Estado solo pueden quedarse con aquellos regalos, según el Tribunal, destinados a un uso "muy personal" y de "escaso valor monetario", como "una camiseta de un equipo, un perfume, o un pañuelo". Si no se cumplen los dos requisitos, el destino de los regalos es la colección del Palacio do Planalto.
La Policía Federal de Brasil abrió una investigación para esclarecer "el ingreso irregular" de los regalos. La investigación se tramitará "bajo secreto judicial" y se desarrollará en paralelo a otra abierta por el Fisco, señaló la Policía Federal en una nota divulgada esta semana.
"Un regalo personal, no para el Estado"
El pasado martes, el que fuera su ministro de Minas y Energía, Bento Alburquerque, declaró que siempre creyeron que las joyas que Bolsonaro recibió de la familia real saudí eran un regalo personal y no para el Estado. Albuquerque explicó que la delegación diplomática brasileña recibió dos cajas envueltas con sellos de cera y marcadas con el escudo de armas de Arabia Saudí durante una cena con funcionarios de dicho país.
Una de las cajas no fue abierta hasta que la delegación diplomática llegó a Brasil. Siempre según la defensa, una de las cajas fue entregada a Albuquerque, mientras que la otra fue entregada a Marcos Soeiro, ayudante del exministro, que fue la requisada posteriormente en el aeropuerto.
La Policía Federal quiere interrogar también a Bolsonaro, su esposa y a sus asesores. El exmandatario ya ha negado cualquier "ilegalidad". De momento, desde Estados Unidos. La justicia brasileña también investiga cuál fue su papel en el asalto a la sede de los tres poderes. Veremos si Bolsonaro no alarga, de nuevo, su estancia lejos de su país.