El labrador retriever ha estado durante 30 años en el puesto número uno de perros más populares en Estados Unidos hasta el momento, batiendo así un récord difícil de imitar. Por primera vez en tres décadas, se puede decir que Estados Unidos tiene una nueva raza favorita de perro encabezando la lista sobre 10, algo que lejos de lo positivo, ha causado preocupación pues se teme que la demanda esté generando criadores que busquen dinero rápido aunque eso genere animales menos saludables.
Treinta años encabezando una lista de las razas más populares de todo Estados Unidos es un mérito que hasta el momento, solo el labrador retriever ha sido capaz de alcanzar, sin embargo, una nueva y simpática raza destrona al veterano para posicionarse como el perro más popular: el bulldog francés. Esta raza se convirtió el año pasado en la raza canina más popular del país según anunció el club American Kennel Club (AKC).
Los bulldog franceses "son perritos cómicos, amigables y amorosos", explicó la portavoz del French Bull Dog Club of America, Patty Sosa. Aptos para la ciudad, con necesidades modestas de aseo y ejercicio, agregó, “ofrecen mucho en un paquete pequeño”.
Estos bulldogs han sido blanco de robos, incluido uno con la muerte a disparos el mes pasado de un criador de Carolina del Sur de 76 años y un ataque a balazos en 2021 a un paseador de perros de California que cuidaba las mascotas de la cantante Lady Gaga.
Hace apenas un cuarto de siglo, la simpática raza de los "frenchie" ni siquiera figuraba entre las 75 razas más populares. Ahora que se ha puesto en cabeza, existe la preocupación de que la demanda, además de la prima que algunos compradores pagarán por colores y texturas de pelaje "exóticos", esté generando criadores que buscan dinero rápido aunque ello genere perros menos saludables.
La popularidad de la raza está agudizando el debate sobre si hay algo lógico en la reproducción de perros propensos a problemas respiratorios, espinales, oculares y de la piel. De hecho, la Asociación Veterinaria Británica ha insistido en que no se compren razas de cara chata, como puede ser el bulldog francés. En Holanda ya está prohibido criar perros de hocico muy corto y el ministro de Agricultura del país pretende prohibir incluso tenerlos.
La veterinaria Carrie Stefaniak, de Glendale, en Wisconsin, forma parte del comité de salud de un club de dueños de perros de esta raza. Ella, al haber tratado a bulldogs franceses con dificultades respiratorias, enfatiza que es esencial que loso posibles propietarios investiguen a los criadores y les hagan pruebas de salud a los perros, pues los problemas que presenta esta raza pueden ser costosos de tratar.