Evacúan a miles de personas tras reventar el dique de un río a causa de un temporal de lluvia en California
Un funcionario local de Watsonville ha calificado las inundaciones de California como “el peor escenario posible”
Joe Biden declara el estado de emergencia en California por las fuertes inundaciones de las últimas semanas
El tiempo extremo no para en California: pasa de la nevada mortal a posibles inundaciones
Las autoridades estadounidenses han ordenado evacuar a más de 1.500 personas de una comunidad agrícola del norte de California, famosa por su cosecha de fresas, después de que el dique del río Pájaro se rompiera por la crecida de un nuevo fenómeno atmosférico que azota el estado.
Los equipos de primera intervención y la Guardia Nacional de California rescataron a más de 50 personas a primera hora del sábado de la comunidad de Pájaro, en la Bahía de Monterey, en la costa central del estado.
MÁS
Un funcionario local lo calificó como "el peor escenario posible". Las cuadrillas de operarios comenzaron a trabajar para reparar el dique alrededor este sábado 11 de marzo por la mañana, mientras los residentes dormían en centros de evacuación. La tormenta marcó el décimo fenómeno atmosférico del invierno en el estado.
Biden ha declarado el estado de emergencia en California por las fuertes inundaciones de las últimas semanas
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaraba este viernes el estado de emergencia en el estado de California para acelerar la asistencia federal por las catastróficas tormentas que llevan azotando la zona desde hace semanas y que proseguirán a lo largo del fin de semana.
La decisión llegaba a petición del gobernador del estado, Gavin Newsom, quien alertaba de que al menos 16 millones de personas se encuentran bajo amenaza de inundaciones, en parte por la nueva tormenta subtropical que está recorriendo esta semana el estado, como por la posibilidad de riadas al descongelarse las toneladas de nieve acumuladas durante la ola de tempestades de febrero.
Al menos 13 personas han muerto durante las últimas semanas en el sur del estado, especialmente en las comunidades más remotas en las zonas de las montañas de San Bernardino y San Gabriel, al este de Los Ángeles.