¿Por qué Italia es uno de los países con peor calidad del aire de Europa?
La llamada pianura padana, en el norte del país, es la zona más industrializada de la UE
Ciudades como Milán, Roma o Nápoles tienen habitualmente una escasa calidad del aire
La emergencia por contaminación atmosférica crónica está presente en 13 ciudades italianas
La presencia en exceso de CO2 en la atmósfera es uno de los principales factores del cambio climático, que Italia ha constatado de forma evidente desde el pasado verano. Pero, otras realidades relacionadas con la contaminación, como la baja calidad del aire, no solo influyen en la calidad de vida de los italianos, sino que deterioran directamente su salud. Aunque el país transalpino sigue la normativa europea en la transformación hacia el objetivo de “cero residuos” en 2050 y ha mostrado numerosos avances en las últimas décadas, la situación es aún muy preocupante en un país que supera, en numerosos puntos, los niveles de contaminación del aire sugeridos por la OMS. Italia es el primer país europeo en impacto del aire contaminado en la salud, en 2020 las muertes atribuidas por la exposición a estos ambientes son 52.300, lejos de Polonia, en segundo lugar con 36.5000 y de España, en quinto lugar, con 17.000 -según datos de European Environmental Agency en 2022-. El 17% de las muertes por este motivo en la UE son, en definitiva, en Italia.
Precisamente en 2020 la Corte de justicia de la UE estableció que Italia había infringido los estándares de calidad del aire europeos superando “en manera sistemática y continuada entre 2008 y 2017” los límites a través de los cuales se mide, el PM10 que contabiliza las partículas dañinas que se encuentran en el aire, y no adoptando las medidas necesarias para revertir la situación. Hubo otras dos sentencias más en esa línea. En numerosas ocasiones diversas ciudades italianas se encuentran en cabeza de listas europeas sobre la baja calidad del aire, como en 2021 la señalada por la Agencia Europea del Ambiente (EEA en sus siglas en inglés) que posicionaba Cremona, en la región de Lombardía, al norte del país, como una de las peor paradas de la UE en este aspecto, junto con otras como Venecia, Milán o Piacenza, siempre en la zona norte de Italia.
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Más recientemente, el alarmante estudio de Legambiente, la principal organización ambientalista en el país transalpino, señalaba durante el 2022 13 ciudades italianas en “emergencia de contaminación ambiental crónica”, entre las que se encontraban, en rojo, con muchos más días fuera del límite de partículas PM10 (peligrosas) permitidas como Padova, Turín y Milán. Un problema que marca la cronificación y que incumple también los valores aconsejados por la OMS. Legambiente urge a mejorar los medios de transporte públicos en todas las ciudades italianas, que ayudarían en gran medida a reducir la contaminación que proviene del uso del automóvil. Italia es uno de los países europeos con mayor densidad de coches con respecto a la población. En concreto, los datos más recientes de Istat señalan que 670 vehículos cada 1000 habitantes, superado solo por Luxemburgo.
En general, aunque el cuadro es aún crítico, en los últimos diez años la concentración de sustancias contaminantes en el aire se ha reducido en la mayoría de los países industrializados del mundo, también Italia, con respecto a la línea normativa europea. Así lo señala Giorgio Cattani, científico del Instituto Superior para la Protección Ambiental (ISPRA en sus siglas en italiano), “hemos visto una tendencia significativa de reducción en todo el territorio italiano con respecto a la reducción de emisiones sobre todo en el plano industrial”. “La situación cambia en el aspecto de las emisiones en el ámbito civil, como por ejemplo las que vienen de sistemas de calefacción que aún funcionan con carbón y ahí el problema ya no solo es de las propias instalaciones, sino del uso responsable del propio ciudadano y de la manutención”, dice.
El problema de la Pianura Padana
Italia tiene, al norte del país, la zona más industrializada de Europa. La llamada Pianura Padana comprende la cuenca del Río Po, el más importante del país, hasta la frontera de los Alpes e incluyendo partes de territorio de las regiones de Piamonte, Lombardía, Emilia-Romaña, Veneto y Friul-Venecia Julia. Es una milla de oro económica para Italia y no es casualidad que ocupe todo el norte del país, la zona más rica. Este lugar aúna todas las ciudades en estado crítico nombradas por los distintos estudios que marcan la baja calidad del aire. Pero no es solo el hecho de su industrialización el causante de los altos niveles de polución de esa zona de Italia. “Se junta el aspecto de la densidad de población, con el respectivo tráfico de vehículos y, sobre todo, unas condiciones particulares a nivel meteorológico con respecto al resto de Europa. Las características de esa zona, poco viento, gran inversión térmica y escasez de recambio de aire, determinan un contexto particularmente difícil”, añade el experto.
El responsable científico de Legambiente, Andrea Minutolo explica que en la Pianura Padana están en vigor desde hace años varias medidas para mejorar la calidad del aire, como normas de eficiencia energética o el bloqueo del tráfico para rebajar la contaminación, pero que no han sido homogéneas y tanto a nivel nacional, como regional o local se han encontrado escapatorias para evitar responsabilidades. Además, como ya indicaba Cattani sobre las características particulares de la zona, Minutolo añade cómo, en esta parte del país, las condiciones de la industria, también de la ganadería intensiva, un sector especialmente fuerte, aumentan una dinámica de contaminación enorme.
“Mirándolo con perspectiva necesitaremos imaginar medidas de mayor alcance de las que se están tomando ahora para cumplir los estándares europeos de reducción de emisiones contaminantes, siempre con la perspectiva de que Italia consiga llegar a esas exigencias manteniendo el nivel industrial actual. Eso es ya territorio de decisiones políticas”, añade. Para los objetivos europeos de 2030 en la materia Italia ya va tarde, dice el responsable de Legambiente. “Con las nuevas normativas que estarán vigentes en 7 años tendríamos en este momento el 80% de los ayuntamientos italianos fuera de los límites aceptables. Se tendrían que eliminar el 40% de las emisiones para respetar los pactos europeos”, dice Minutolo.