Una bebé de un año ha muerto después de recibir una inyección en la vena tras acudir a un centro médico con fiebre y náuseas en Brasil. La pequeña sufrió cinco paros cardiorrespiratorios.
La familia cree que la menor fue víctima de una “negligencia médica”: "Mi vida se acabó”, lamentó la madre, según recoge La República.
Los hechos ocurrieron el pasado 3 de marzo. La menor se despertó vomitando y con fiebre, por lo que su madre le dio varios medicamentos. Sin embargo, al no mejorar, fue llevada a la unidad de atención de emergencia (UPA) de Samambaia, donde el pediatra la examinó y diagnosticó un virus.
La familia volvió a casa pero la menor no mejoraba: "Lloraba, se quejaba y amamantaba", explica la mujer, que decidió regresar a la UPA. "Otro pediatra dijo que era normal, y que le daría un medicamento para despertarla y un suero”, continúa la madre. Sin embargo, la salud de la pequeña fue a peor. "No quería moverse más, se puso blanda".
La madre volvió al hospital con la menor y las enfermeras confirmaron que el estado de salud de la bebé era muy grave: “Empecé a llorar y estaba aterrorizada. La enfermera llamó al médico, quien llegó y dijo: 'Corre a urgencias e intuba'”, lamenta.
Después de tres horas en el hospital, el especialista notificó a la familia que la menor había sufrido "tres paros cardíacos”. Intentó “echarme la culpa, preguntando si mi hija se había caído o si alguien la había sacudido fuerte. Le respondí que no, que estaba bien, que solo vomitaba”, señala la madre.
La madre relata el desgarrador momento en el que acompañó a su pequeña a que fuera intubada. Solo unas horas después, la pequeña falleció. “Todavía no sé qué medicina le puso en la vena a mi hija", denuncia la madre. El caso está siendo investigado por las autoridades.