La Unión Europea y el Reino Unido aflojan tensiones. Finalmente Londres y Bruselas han cerrado este lunes un acuerdo sobre el polémico Protocolo de Irlanda del Norte, denominado “marco de Windsor”, para resolver los problemas políticos y burocráticos provocados por los controles aduaneros, como consecuencia del Brexit.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, han logrado cerrar un escurridizo acuerdo sobre Irlanda del Norte que protegerá las "aspiraciones y la identidad" de todas los habitantes de Irlanda del Norte, según palabras del premier británico.
"El acuerdo de hoy ofrece un flujo comercial fluido dentro del Reino Unido", ha explicado Sunak tras el acuerdo desde su cuenta en Twitter. "Los alimentos disponibles en los estantes de los supermercados en Gran Bretaña estarán disponibles en Irlanda del Norte, incluidas las salchichas".
El marco de Windsor, como han denominado al acuerdo, reducirá los controles aduaneros dentro de Reino Unido facilitando los intercambios comerciales sin establecer una "frontera dura" entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte, que pudiera poner en peligro los acuerdos de paz.
En la parte política, este nuevo acuerdo podría suponer el desbloqueo del Gobierno en Irlanda del Norte, donde no se ha formado gobierno tras las elecciones de mayo de 2022. El Partido Democrático Unionista norirlandés (DUP) ha rechazado participar en un ejecutivo compartido hasta la eliminación del protocolo norirlandés.
Von der Leyen, que hizo el anuncio del acuerdo junto al primer ministro británico, aseguró que este pacto no solo "beneficia a los habitantes de Irlanda del Norte y apoya a todas las comunidades que celebran la paz en la isla de Irlanda", sino que refuerza las relaciones entre la UE y Reino Unido.
Sunak, por su parte, someterá el nuevo acuerdo a votación en el Parlamento brtánico, donde tendrá que enfrentarse a la oposición en sus propias filas de los euroescépticos.
La oposición laborista ya ha anunciado su voluntad de respaldar el acuerdo alcanzado por el Gobierno si, finalmente, se somete a votación.