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Los servicios médicos de Italia seguían al mediodía de este lunes rescatando cadáveres tras el naufragio de un barco con unas 200 personas frente las costas de Calabria. Son ya más de 60 los muertos (20 de ellos menores) y se teme que puedan llegar al centenar. Los migrantes que perdieron la vida aumentan la indignación en torno a la tragedia. Las ONG denuncian que la Guardia Costera podría haber salido a navegar, a pesar de las condiciones del mar, y no lo hizo.
La polémica ha estallado en Italia. La embarcación, en la que viajaban las 200 personas desde Turquía, naufragó a solo unos 150 metros de la costa, al sur del país. Algunos expertos en operaciones de rescate y ONG no terminan de explicarse por qué no se envió antes alguna nave de socorro. El Gobierno de Giorgia Meloni se ha justificado diciendo que las condiciones del mar eran muy peligrosas.
El naufragio en Calabria ha sido una tragedia.
Entre restos del naufragio esparcidos a lo largo de la playa calabresa, apenas destaca el punto naranja de un chaleco salvavidas usado por uno de los contrabandistas turcos acusado ya de homicidio y tráfico de seres humanos (ya hay tres detenidos por estos delitos).
Engulllidos por el mar, decenas de desaparecidos. No se sabe cuántos buscan porque no se sabe con certeza si eran 170 o más de 200 los migrantes hacinados en el viejo pesquero turco de 20 metros de eslora que naufragó. Arrastrados por las olas: zapatillas, ropa, biberones y juguetes. Hay 20 cadáveres de niños entre los más de 60 cuerpos recuperados. Los últimos esta mañana.
Las ONG denuncian que estas muertes se evitarían activando el protocolo de salvamento y no de migración. "Lo que se hace es monitorizar, no tanto ir al rescate de esa embarcación", señala Laura Lanuza, responsable de comunicación del 'Open Arms'. 'Médicos Sin Fronteras' hace responsable a la ultraderecha italiana y a las nuevas medidas que imposibilitan el rescate marítimo de personas.