Un año de guerra en Ucrania, en imágenes
La matanza de Bucha mostró la barbarie de la guerra: más de 300 cadáveres tendidos en las calles con las manos atadas a la espalda
La imagen de un bombardeo indiscriminado contra un hospital materno en la castigada Mariúpol dio la vuelta al mundo
Un año de guerra en Ucrania: 300.000 bajas, 14 millones de desplazados y temor a la escalada militar
La madrugada del 24 de febrero de 2022, Rusia lanza la "operación militar especial" ordenada por Vladímir Putin para "desnazificar" Ucrania. Una invasión que el presidente ruso esperaba fácil y rápida, con poca resistencia ucraniana y oposición internacional, similar a la de Crimea en 2014, pero se equivocó. Este viernes se cumple un año de guerra.
La guerra ha entrado en el duodécimo mes de combates que han matado a más de 8.000 civiles, según la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos, han reducido ciudades enteras a escombros y provocó la huida de más de ocho millones de ucranianos de su país. Estos son diez momentos clave del conflicto.
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Cambio de planes rusos. Al inicio del conflicto, Putin tuvo que modificar su estrategia sobre la marcha, tras no lograr ni entrar en Kiev, ni provocar una retirada ucraniana en desbandada, ni derribar el Gobierno de Zelenski. Comenzó una invasión a gran escala con ataques aéreos y con misiles, centrada en el este de Ucrania.
Zelenski, de presidente a héroe nacional. El mandatario ucraniano se convirtió en símbolo de la resistencia, con mensajes diarios a la nación para reafirmar su poder, siempre enfundado en su camiseta verde militar. Desde el principio dejó claro que no huiría del país a pesar de ser "el primer objetivo de Rusia". Un año después, todos los líderes de los países aliados han sucumbido al fenómeno Zelenski.
El éxodo más rápido desde la Segunda Guerra Mundial. La población comienza a huir en masa del país, principalmente rumbo a Europa: más de ocho millones, mientras la mayor parte de la comunidad internacional comienza a repudiar una ofensiva de Putin. Las sanciones llegaron antes incluso del inicio oficial de la invasión, la UE aprobó el primer paquete el 23 de febrero, y se endurecieron tan sólo un día después del despliegue de las tropas rusas.
El asedio ruso a Mariúpol. La ciudad portuaria, una de las más importantes de Ucrania, fue una de las más castigadas en el inicio del conflicto. Su caída permitió a Rusia unir dos territorios ya ocupados: Crimea y el Donbás. Entre los ataques más dramáticos, el bombardeo a un hospital materno infantil o a un teatro donde se refugiaban cientos de civiles. Las autoridades descubrieron varias fosas comunes a las afueras de la ciudad.
Bucha, símbolo de las matanzas de civiles. La retirada de las tropas rusas de localidades como Bucha o Borodianka, a las afueras de Kiev, mostró la brutalidad de la guerra. Cuando los ucranianos recuperaron el control de esta ciudad, encontraron más de 300 cadáveres tendidos en las calles con las manos atadas a la espalda, mientras Rusia insistía en que todo era un montaje.
La rendición de Azovstal. Las tropas de Ucrania entregan Mariúpol tras semanas de bombardeos y se acrecienta el asedio sobre la acería de Azovstal, lugar de refugio subterráneo de cientos de civiles desde el inicio de la guerra y símbolo de la resistencia ucraniana. Rusia logró su principal victoria militar desde el inicio de la guerra, con el control del puerto, que corta el acceso ucraniano al mar de Azov y permite un corredor terrestre entre el Donbás y la península de Crimea, ocupada en 2014.
Reservistas, al frente. En septiembre, Putin llama a la movilización parcial para reforzar las Fuerzas Armadas con unos 300.000 nuevos efectivos, lo que da pie a la huida de miles de personas. Rusia detuvo a más de un millar por participar en protestas contra esta movilización.
Anexión de cuatro provincias ucranianas. El presidente ruso trató de contrarrestar sus derrotas en el frente con unos referéndums fraudulentos en las regiones de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, sin el reconocimiento de Kiev ni de gobiernos aliados de Ucrania. Tras estas consultas, Rusia proclama su soberanía sobre estas zonas, pese a que ni siquiera las controla en su totalidad.
Ucrania, a oscuras. Un día después del cumpleaños de Putin, el 8 de octubre, el puente que comunica Crimea con Rusia, símbolo de la anexión de 2014, salta parcialmente por los aires. Kiev no reivindica oficialmente el ataque, aunque no duda en celebrarlo. Las fuerzas rusas marcan como objetivo prioritario ataques la infraestructura energética de Ucrania: lo que deja a miles de personas sin luz ni calefacción en pleno invierno. Moscú alega que sólo ataca objetivos de interés militar.
El armamento occidental. Zelenski ha recibido el apoyo internacional de todos los líderes de la UE, OTAN y Estados Unidos y la mayoría le han visitado en Kiev. Ese apoyo se ha traducido en armamento, clave para su ejército haya aguantado la embestida rusa. Zelenski solo ha salido dos veces del país desde el inicio de la guerra. En Navidad, viajó a Washington para reunirse con Joe Biden. Ante el Congreso estadounidense pidió "armas, armas y más armas": desde modernos carros de combate hasta sistemas de defensa antimisiles. Este mes, hizo una gira europea por Londres, París y Bruselas.
Combates en Bajmut. La batalla por esta ciudad clave en el frente, situada en el Donetsk, en el este de Ucrania, ha causado miles de muertes entre las filas de Wagner, las milicias afines al Kremlin. Las bajas en el bando ucraniano también se han multiplicado. Un guerra de desgaste entre rusos y ucranianos que luchan por cada metro en el Donbás.