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¿Estafa, llamada de auxilio, deseos de notoriedad, un pasado oscuro que puede explicarlo todo? Julia Faustyna se ha convertido en una momentánea celebridad al declarar que ella puede ser Madeleine McCann. No es la primera que lo hace y los resultados siempre ha sido los mismos: dolor y frustración para Kate y Gerry, los padres de la pequeña británica desaparecida hace 16 años en Praia Da Luz, complejo turístico del Algarve (Portugal).
El caso de la joven polaca de 21 años resulta más oscuro que el de sus predecesoras, porque ella misma parece esconder un pasado turbio en el que afirma haber sufrido violencia sexual por parte de un pedófilo con el apellido de uno de los principales sospechosos en la desaparición de Madeleine, Martin Ney.
El parecido físico ha sido una de las razones de peso de Julia Faustyna para afirmar que puede ser Madeleine McCann:
Julia está recibiendo muchas críticas, pero no todo el mundo apuesta por señalarla por sus dudas de identidad: "Aunque no podemos tener la seguridad de que sea Madeleine, la misma Julia es consciente de esto, es innegable que su pasado esconde algo y, aunque resultase no ser la niña británica, podría ser víctima de tráfico de personas igualmente", según ha apuntado el Instituto de Formación Profesional en Ciencias Forenses de España (IFPCF).
Las redes sociales siguen a la espera de las novedades en el caso. Las dudas en torno a la denuncia de la chica se suceden y ya son muchos los que descartan que pueda tratarse de la británica desaparecida. Todo comenzó hace siete dias, cuando la joven comenzó a compartir publicaciones defendiendo su teoría de ser Madeleine en la cuenta de Instagram (@iammadeleinemccann), que ya cuenta con más de un millón de seguidores. Ante el revuelo generado, decidió confiar su caso a Fia Johansson, conocida profesionalmente como Persian Medium, una detective estadounidense con la que ahora aparece casi a diario para hablar. Esta asegura que Julia, de no ser la desaparecida, pudo ser "secuestrada al mismo tiempo y en las mismas fechas" donde secuestraron a la niña inglesa, porque "todo lo que dice coincide".
Julia, en la famosa cuenta en la que asegura ser Madeleine, aseguró recientemente que los padres de la niña desaparecida, Kate y Gerry, aceptaron su propuesta de hacerse un test de ADN. Sin embargo, no se ha hecho público ningún comunicado por parte de la familia confirmando la noticia. "Muchos me preguntan por qué no tengo ya hecha la prueba de ADN", señalaba la joven polaca en redes sociales, donde su portavoz destacó que "no se dirá nada a la gente hasta que haya una fecha confirmada". Pero este miércoles se ha sabido que su propia familia no quiere hacerse ningún tipo de test, al no apoyar su versión, y que Scotland Yard ha hallado incongruencias en su relato: la Policía Metropolitana de Londres sostiene que 'Maddie' murió la misma noche de su rapto y que, al someter imágenes de la pequeña a un robot de envejecimiento facial, no se han encontrado similitudes con ella.
Algunas organizaciones, como la asociación SOS Desaparecidos, también aseguraban estos días que no haría falta realizar una prueba y que la joven no es Madeleine. El ADN de Kate y Gerry "lleva desde el principio de la desaparición de su hija en bases de datos a nivel mundial de personas desaparecidas". La pequeña británica, apuntan, "es la persona más buscada del mundo", por lo que se habría conocido el caso mucho antes. A esto hay que sumarle que otros expertos, como Francisco Marco, exdirector de la agencia de detectives 'Método 3', afirman que, tras llevar a cabo una investigación biométrica con fotos de la joven polaca, sus rasgos y los de la niña desaparecida el 3 de mayo de 2007 no concuerdan. No obstante, los progenitores podrían aceptar la prueba al no tener "nada que perder". No hay nada confirmado.
Julia llegó a la conclusión de que podía ser Madeleine McCann porque fue adoptada y no sabía nada de su infancia. Sus padres adoptivos, asegura, no quieren hablar sobre su pasado. No quieren mostrarle el certificado de nacimiento ni le dan detalles de sus orígenes. Algunos informes han apuntado que podrían haberla amenazado, mientras que otros aseguran que su madre ha publicado fotos con ella para tumbar su teoría. La joven polaca afirmó que puede ser la niña inglesa también por compartir muchos rasgos comunes con ella. Entre ellos, un coloboma, que es un defecto en el iris del ojo que suele ser de nacimiento, lunares y machas, pero son elementos físicos que pueden cambiar con los años.
En redes sociales son muchos los que dicen que, a pesar de que una persona puede cambiar mucho, la distancia entre los ojos de Madeleine es mayor que la de Julia, sus ojos son más azules que los de la niña y la marca del ojo está en direcciones diferentes. Objeto de debate también ha sido su edad. La joven polaca tiene 21 -cuando 'Maddie' tendría 19-, pero ha indicado que los secuestradores de niños, en la mayoría de casos, aportan a la víctima una nueva identidad (nombre y datos) a la hora de realizar un pasaporte. A una edad temprana, dice, nadie podría recordarlo. Algunos expertos, por el contrario, creen que una persona que rapta a un menor no le tendría tanto tiempo con vida.
Muchos también aseguran que Julia miente y que solo quiere llamar la atención por otras cuestiones. Varios usuarios y medios digitales, como 'Evie Magazine', entre otros, han destacado que la joven polaca publicaba imágenes y videos de contenido sexual en línea, para solicitar dinero, antes de realizar las mediáticas afirmaciones. Además, se dice que utilizó distintos apellidos en internet: Wendelt y Wendell. Sea cual sea el caso, Julia aseguró recientemente, en una videollamada con su portavoz, que "todo el mundo tiene su pasado". "No estoy avergonzada, pero no me juzguéis, por favor", agregó la chica que tanto está dando que hablar.
Fia Johansson le dijo a Julia que "tanto ella como su equipo" la acompañarán en este proceso. "Mucha gente se preocupa por ti y por tu salud. No estarás sola. Vamos a averiguar cuál es tu identidad y quiénes son tus padres", sentenció la portavoz de la joven, quien reveló estar siendo tratada por "psicólogos y psiquiatras". Algunos usuarios dudan además de la profesional que se ha hecho cargo de su caso: subrayan que la detective estadounidense parece denotar en ocasiones mayor interés por cómo se ve ante la cámara que por el asunto que está tratando, algo que ha llamado la atención. Habrá que ver cuál es el desenlace de todo esto. Lo que se sabe es que hay un sospechoso de la muerte de Madeleine, Christian Brueckner, quien cumple condena por delitos sexuales ajenos a este caso, pero todavía no se han logrado aportar pruebas reales ni de la implicación de alguien en concreto en la desaparición ni del paradero de la niña de Leicester.