Los servicios secretos de Ucrania han alertado de que Rusia se prepara para realizar "ejercicios a gran escala de fuerzas nucleares estratégicas" a modo de "chantaje" en vísperas de la visita a Polonia del presidente estadounidense, Joe Biden. Mientras tanto, en el frente se mantienen una situación de estancamiento cuando se va a cumplir un año de la invasión rusa de Ucrania. Rusia estaría preparando una gran ofensiva, según fuentes de Kiev.
La Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania (GUR) ha confirmado que Moscú está preparando componentes de sus fuerzas nucleares para realizar maniobras que implican el lanzamiento de misiles balísticos y de crucero.
Según los servicios secretos ucranianos, estas maniobras responden a un intento de "obstaculizar" la visita europea de Joe Biden, que aterrizará hoy en Varsovia en un viaje que coincide con el primer aniversario de la invasión rusa de Ucrania.
La estrategia de Moscú pasa por usar el "chantaje nuclear directo" para "debilitar el apoyo internacional a Ucrania", creen desde el Ministerio de Defensa de Ucrania.
Rusia, por otro lado, ha acusado a Kiev de estar planeando simular un ataque nuclear en su territorio, para después culpar a Moscú.
Sobre el terreno, en el frente en el este de Ucrania la situación permanece congelada. El estancamiento viene de lejos, porque Rusia, que hace un año daba por descontado una guerra relámpago, no logra avances significativos.
La situación pinta peor para los ucranianos, más al sur en Bajmut. La ofensiva del ejército de Vladimir Putin sobre esta población del Donbás está a punto de dar resultados. Tras la orden de evacuarla, es prácticamente ya una ciudad fantasma.
Muchos civiles, sin embargo, aguantan aquí y en otras zonas del este, sobreviviendo a duras penas.
La captura de la población puede ser solo un adelanto del gran golpe de efecto que busca Putin para resarcirse de esta guerra de desgaste que solo a Rusia le ha costado, según Estados Unidos, 200.000 bajas entre muertos o heridos.