Matrimonios infantiles en India: el bucle donde siempre pierden las mismas
Durante febrero se han llevado a cabo más de 3.000 detenciones en Assam de personas relacionadas con esta práctica
La falta de ayudas sociales han dejado a miles de mujeres dependientes de sus maridos a la deriva, muchas son menores con hijos
La comunidad musulmana se siente perseguida por las detenciones a pesar de que el 84% de los matrimonios infantiles son entre hindúes
No hay escenario posible que sea favorable para las niñas menores de edad obligadas por sus propias familias a casarse en la India. Una vez se convierten en “esposas de hombres altos” -como han definido a sus maridos en alguna ocasión al desconocer su verdadera edad- las libertades de estas adolescentes quedan reducidas a la mínima expresión. Dependen enteramente de hombres adultos y dejan de escribir su propio destino. Los matrimonios infantiles son ilegales en el país y este mes las autoridades indias han detenido a más tres mil varones en Assam, un Estado al noreste del país. Entre ellos había 50 sacerdotes hindúes y clérigos musulmanes que celebraron compromisos nupciales donde las novias eran niñas. Tras los arrestos, algunos medios de comunicación confirmaron que se produjeron protestas de jóvenes con bebés en brazos, que lloraban por la repentina detención de sus maridos. “Estábamos luchando y llegando como podíamos a fin de mes, pero éramos felices juntos”, afirmó una joven, según AP. “¿Quién nos va a mantener ahora que han detenido a mi marido?”.
Las detenciones han dejado a estas niñas y mujeres a la deriva económicamente, y de ser víctimas de una repudiable tradición se han convertido ahora en las perjudicadas por la cruzada del Gobierno contra estos matrimonios ilegales. Se quejan de no estar recibiendo asistencia social. Algunos medios locales han publicado que durante las redadas policiales, una madre de dos hijos se quitó la vida con 27 años de edad por miedo a que las autoridades detuvieran a sus padres. Temía que irían a por ellos porque su marido había fallecido durante la pandemia y sus progenitores habían permitido sus nupcias en 2012, cuando tenía 17 años. Según los líderes sociales, el único escenario ideal es el de impedir que este tipo de casamientos se lleven a cabo antes de que sea demasiado tarde.
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Función clave de los centros educativos
Así piensa Joydeep Lahiri, director de un instituto en Malda, ciudad del Estado del Oeste de Bengala, fronterizo con Bangladesh. En algunas ocasiones, las niñas que son obligadas y presionadas por sus familias para formar parte de matrimonios infantiles acuden en busca de ayuda a figuras como la de este docente. “Hemos frenado casi 50 matrimonios”, sostiene. “Hay muchos casos en los que hemos tenido que romper matrimonios que estaban a punto de suceder y fuimos al lugar. Llamamos a la policía e hicimos todo lo que pudimos. Nos sentamos con los padres y tutores de las niñas dos o tres veces al año para contarles los efectos negativos de estos vínculos. Estos son físicos y económicos. Cuando una niña se casa a una edad muy temprana, suele concebir cuando pasa uno o dos años. Da a luz dos, tres o cuatro hijos y su estado físico se ve afectado. Los maridos de estas niñas pierden el interés en ellas después de algunos años y se van con otras mujeres. La situación para ellas es patética y en muchas ocasiones las niñas deben volver con sus familias, lo hacen, además, con sus hijos. Siempre intentamos promover entre las alumnas que deben ser financieramente independientes y así serán activos de nuestro país”, agrega.
1,5 millones de matrimonios infantiles al año
Según UNICEF, el matrimonio infantil expone a los niños a un alto riesgo de violencia doméstica, explotación y abusos, además de influir negativamente a sus derechos de educación, salud y protección. “Es más probable que tenga hijos cuando todavía es una niña y hay más posibilidades de que muera debido a complicaciones durante el embarazo y el parto”, sostiene el informe. Se calcula que cada año se casan en la India alrededor de 1,5 millones de niñas menores de 18 años, lo que la convierte en el país con el mayor número de menores casadas del mundo. Según cifras previas a la pandemia, casi el 16 por ciento de las adolescentes en la India de entre 15 y 19 años estaban casadas. Otras estimaciones -los últimos datos de la Encuesta Nacional de Salud Familiar-5- señalan que este porcentaje es mayor tras la pandemia: 23,3 por ciento en 2020-21. Entre 2005 y 2006, esta cifra era del 47 por ciento. A pesar del pronunciado descenso en casi dos décadas, aún hay mucho trabajo por hacer ya que se estima que, para 2030, más de 150 millones de niñas se habrán casado antes de cumplir los 18 años de edad.
La educación, la alfabetización de las madres, la creciente solidez de la legislación o la migración de zonas rurales a urbanas son factores que, según UNICEF, están ayudando a que el número de matrimonios infantiles esté disminuyendo. La pandemia, sin embargo, ha impedido que los protocolos de seguimiento y freno habituales se hayan desarrollado con normalidad, por lo que se sospecha que esto habría permitido un aumento de los matrimonios infantiles.
Los esfuerzos de docentes como Lahiri funcionan. Son muchas las niñas que, gracias a la insistencia de los profesores, ven claro que su futuro pasa por terminar sus estudios en lugar de convertirse en ‘esposas de…’. Chocan entonces dos fuerzas, la académica y la familiar. Las dificultades económicas se han acentuado durante la pandemia, especialmente en las zonas rurales, y casar a sus hijas es una solución a corto plazo con la que pretenden liberar ciertas cargas y responsabilidades. La niñas se debaten entre la influencia de padres y familias desesperadas, y la validación que significaría para ellas el hacer carrera. Además de Lahiri, hay otros actores sociales que luchan contra los matrimonios infantiles. Vijay Muttur es un oficial de protección de menores en el la ciudad de Solapur y sus técnicas de persuasión para impedir que las familias presionen a sus hijas menores a casarse incluyen un lenguaje duro para que el mensaje cale. “Les digo: ‘al hacer esto, están dando permiso a alguien para que viole a su hija’”, explica.
Musulmanes, ¿perseguidos en nombre del matrimonio infantil?
Otras organizaciones como el Instituto Veerni se dedican a “educar y empoderar a niñas y mujeres indias de las zonas rurales”. Dhapi se casó con siete años de edad y ahora se dedica a ayudar a niñas que han pasado o pasan por su misma situación. “Me casé a una edad muy temprana. Siendo tan joven no entendí lo que significaba casarse. Mis padres me obligaron a casarme por la presión social, pero nadie debería casarse a una edad tan temprana. Con el tiempo he llegado a entender qué es el matrimonio”, asegura. La organización para la que trabaja ha ayudado a más de dos mil niñas a entender algo tan básico como que las mujeres pueden desempeñar los mismos trabajos que los hombres y que no necesitan depender de ellos.
Los recientes arrestos en Assam de adultos envueltos en matrimonios infantiles, de clérigos y miembros de la comunidad que los han oficializado y familiares que los han permitido han generado otro debate. Varias organizaciones denuncian que las detenciones se produjeron en el centro y el sur de la ciudad, donde reside una población mayoritaria de musulmanes entre los que hay líderes religiosos y cadíes (jueces que realizan resoluciones acordes con la sharía). Una de las quejas es que estos arrestos han sido selectivos contra la minoría musulmana y no se han llevado en la zona norte de Assam -población hindú- o en otras partes de India. Declaran que el 84 por ciento de los 12 millones de matrimonios de niñas menores de 10 años de edad en el país son hindúes y que se está usando el pretexto de los matrimonios infantiles para criminalizar solamente a un sector de la población.
De los más de 3.000 detenidos, nueve han salido en libertad bajo fianza. Las condenas para los adultos que contraen matrimonio con una chica menor de edad en India, para aquellas personas que los oficializan o los familiares que los permitan están recogidas en la Ley de Prohibición del Matrimonio Infantil de 2006. En todos estos casos las penas son de dos años en prisión y pueden incluir una multa de poco más de mil euros.