Los equipos de búsqueda y rescate han conseguido rescatar con vida a una madre y sus dos hijos entre los escombros de un edificio en la provincia de Hatay, una de las regiones más castigadas por el terremoto en Turquía. Llevaban 228 horas sepultados y, nada más ser liberados, en sus primeras palabras, la progenitora ha preguntado: “¿Qué día es?”
Completamente desorientados, resistiendo más allá de toda estadística y convirtiéndose en parte de esos milagros que ya apenas se producen en las últimas horas, tras ser localizados con vida han sido trasladados inmediatamente a un hospital para iniciar su recuperación.
Hoy, 16 de febrero de 2023, concretamente, han pasado ya diez días desde que el terremoto sacudiese a Turquía y Siria provocando la que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha calificado como “la catástrofe del siglo”.
En total, el balance de víctimas mortales supera ya los 40.000 fallecidos entre ambos países y las cifras siguen en aumento, con todavía miles de personas desaparecidas entre los escombros.
El rescate de esta madre, junto a sus dos hijos, es una imagen de esperanza que muestra la capacidad del ser humano para resistir en las situaciones más adversas. Aparentemente, según el personal que se encontraba en el terreno, tanto la progenitora como los dos menores, un niño y una niña, se encuentran en condiciones aceptables de salud.
Pese a todo, las probabilidades de seguir encontrando signos de vida son cada vez más escasas y Turquía ya se resigna a asumir que comienza la preparación de la fase de demolición y reconstrucción tras el seísmo.
Al terremoto, además, le siguieron más de 3.800 réplicas que no han hecho sino atemorizar todavía más a una población que lucha por afrontar desde la tristeza, el pesar y el dolor la magnitud de la tragedia.
"Hubo una réplica muy intensa. Estamos haciendo frente a una situación inusual. Hasta ahora se han registrado 3.858 réplicas”, señalaba ayer el director general de la AFAD para Reducción de Riesgos, Orhan Tatar, quien ha confirmado además que los desplazamientos de tierra a causa del terremoto son en algunos puntos de más de siete metros.
Dada la fuerza del seísmo, más de 50.500 edificios se derrumbaron o necesitan “una demolición urgente” debido a los graves daños estructurales sufridos. Además, 11.114 edificios han sufrido daños "moderados", mientras que 99.300 han sufrido daños "leve”, aunque todavía se sigue trabajando en analizar el alcance de la catástrofe.