Son los niños de la guerra de Ucrania. Aumenta la indignación mundial por los menores ucranianos, miles de niñas y niños, recluidos por Rusia en campos de reeducación o incluidos en su sistema de adopción, como ha denunciado EEUU, algo que se temía desde el comienzo de la invasión y la guerra, y que confirman dos grandes investigaciones.
La denuncia de Ucrania, avalada ahora con pruebas, es puro espanto. Miles de niños - que ya juegan a la guerra- a los que la guerra ha dejado huérfanos, heridos, desaparecidos o en situación vulnerable arrancados de su tierra y llevados a Rusia por tierra, mar y aire.
Cientos de pequeños son trasladados desde la provincias anexionadas por el Kremlin a centros de internamiento por todo el país. Otros son dados en adopción a familias rusas. Organizándolo todo está esta mujer, María Lvova-Belova, mano derecha de Putin, nombrada por él Comisionada Presidencial para los Derechos del Niño.
Moscú, a través de su embajada en Estados Unidos por ejemplo, no niega que exista este traslado de niños. Su versión es que son rusos, de las provincias que se han anexionado unilateralmente. Que no tienen familia y que les están dando un futuro mejor.
Pero tanto la Unión Europea de Radiodifusión como la Universidad de Yale llevan meses investigando. Y corroboran las denuncias de Ucrania. Son niños robados. Incluso han hablado con padres ucranianos con contactos y dinero han conseguido entrar en Rusia y llevárselos de vuelta a casa.
MIles de niños ucranianos han sido trasladados por parte de las tropas rusas a áreas bajo control del Kremlin desde el inicio de la guerra, según un informe del Observatorio de Conflictos, con el apoyo de EE:UU.
La investigación, de parte, ha identificado decenas de instalaciones en las que se habrían reubicado a niños procedentes de Ucrania, con el objetivo premedito de cortar la comunicación entre los menores y sus familiares ucranianos.
El traslado y la retención de los niños ucranianos y el alejamiento de sus familias sería evitar el regreso de los menores y "reeducarlos" en la cultura rusa y darlos en adopción a familias de Rusia, según un comunicado del Departamento de Estado de EEUU.
La oficina liderada por Antony Blinken, secretario de Estado de EEUU, ha explicado que los resultados de este informe "refuerzan la determinación internacional y de su país de buscar la rendición de cuentas de todas las personas involucradas en crímenes de guerra y otras atrocidades cometidas en Ucrania".
La documentación revela que se ha identificado a varias docenas de funcionarios rusos, así como otras personas, implicados todos ellos en la deportación de niños de Ucrania, dejando "en claro que los esfuerzos sistemáticos de Rusia reflejan decisiones y acciones tomadas en todos los niveles del Gobierno ruso".
"La creciente evidencia de las acciones de Rusia deja al descubierto los objetivos del Kremlin de negar y suprimir la identidad, la historia y la cultura de Ucrania. Los efectos devastadores de la guerra de Putin en los niños de Ucrania se sentirán durante generaciones", reza la misiva en la que Washington ha reiterado de nuevo su apoyo a Ucrania.