Entre montañas de escombros y en un escenario desolador, los equipos de rescate continúan trabajando sobre el terreno en busca de los desaparecidos por el terremoto en Turquía y Siria. Mientras el balance de víctimas mortales sigue ascendiendo, con más de 39.000 fallecidos, encontrar signos de vida se acerca ya a lo imposible. No obstante, y pese a ello, contra toda estadística en situaciones tan adversas siguen produciéndose milagros a cuentagotas. Uno de los últimos es el de una septuagenaria rescatada tras 212 horas sepultada.
Han sido los servicios de emergencia turcos los que han logrado sacarla con vida bajo los escombros de un edificio destruido en la ciudad de Gaziantep, al sureste del país. Identificada como Fatma Gungor, de 70 años, ha resistido entre las ruinas del bloque de siete plantas en el que quedó atrapada tras derrumbarse ante la fuerza del seísmo.
Tras su exitoso y milagroso rescate tras casi nueve días sepultada, los familiares de la septuagenaria, que se encontraban presentes alrededor de la masa de escombros en la que se encontraba atrapada, se han abrazado a los equipos de emergencia, emocionados y agradecidos por haberla encontrado y salvado.
Nada más liberarla, los efectivos se han apresurado a trasladarla a un hospital para que reciba atención médica.
Pese a que todo ya parece perdido, rescates como el de Fatma Gungor ponen en evidencia la increíble capacidad del ser humano para resistir en las condiciones más adversas. Aunque cada vez son menos, todavía hoy, en el décimo día de búsquedas, se sigue encontrando a gente con vida. Como el de Fatma, ayer eran cuatro bomberos sevillanos los que obraban el milagro localizando y salvando a una madre y un bebé de una semana tras casi 200 horas bajo los escombros.
Sus rescates constituyen la última esperanza en medio de la tragedia cuando Turquía ya se prepara para asumir que pronto tendrán que abordar las tareas de demolición y reconstrucción.
Entre tanto, las víctimas mortales son ya más de 39.000, siendo más de 35.000 los fallecidos en territorio turco, según comunicaba ayer el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, quien informaba además de más de 13.200 heridos aún hospitalizados y más de 195.000 personas evacuadas.